Estaba tan cerca de concretarse que nadie quería dar un solo movimiento en falso.
Aunque había prometido que bajaría corriendo desde el piso 11 de la Torre Ejecutiva, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, recurrió a su cuenta de Twitter para anunciar en 39 palabras y 239 caracteres que Uruguay había concretado la compra de las primeras vacunas contra el covid-19.
“El gobierno acaba de cerrar un acuerdo con Pfizer y Sinovac para el suministro de vacunas a nuestro país. Al mismo tiempo estamos negociando la compra de más vacunas con otros proveedores. En las próximas horas brindaremos más información”, escribió.
Lacalle Pou y su entorno más cercano venían repitiendo desde hacía más de una semana –hasta prácticamente desdibujar el significado de la palabra– que el anuncio era “inminente”, y a las 20:09 el anhelo se hizo realidad.
El mandatario explicará en conferencia de prensa este sábado al mediodía cómo será la primera parte del plan de vacunación.
Según fuentes de Presidencia consultadas por El Observador, el objetivo es comenzar a inmunizar en el mes de marzo.
En esta fecha también llegarán las primeras dosis del mecanismo Covax, una iniciativa creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), anunció el representante de la OPS, Giovanni Escalante en Telemundo.
A través de este mecanismo, el gobierno prevé hacerse de vacunas para inocular a 750 mil personas y en octubre depositó US$ 2,5 millones.
El objetivo es vacunar a 150 mil personas por semana, comenzando por el personal de salud de riesgo, los servicios considerados esenciales, las personas que estén en casas de salud y los mayores de 75 años.
Las negociaciones fueron llevadas adelante por Lacalle Pou y su mano derecha, el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, desde principios de diciembre, cuando el gobierno advirtió que el Covax iba camino al fracaso y salió directamente a dialogar con laboratorios y estados.
Ese cambio en la política de compras puso a Uruguay en un lugar retrasado de la fila para dialogar con las farmaceúticas, ya que muchos países comenzaron los diálogos varios meses antes.
Lacalle Pou, reconoció que la intención era “colarse” y el ministro de Salud Pública dijo a Búsqueda que uno de los argumentos era señalar que “somos un pequeño barrio de San Pablo” lo cual significaba una “ventaja comparativa”.
En todos los casos, los diálogos son directamente con las autoridades extranjeras, sin intervención de los directores locales.
Tanto la vacuna de Pfizer/BioNTech como la CoronaVac de Sinovac tienen el aval del grupo ad hoc de la Comisión Nacional Asesora de Vacunación del Ministerio de Salud Pública (MSP).
El coordinador general del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Rafael Radi, dijo a El Observador tras el anuncio que las vacunas elegidas eran una “buena combinación”.
El jueves en una entrevista con radio Sarandí había señalado que que estaba dispuesto a darse ambas.
“Yo elegiría la que esté accesible y en principio la que tenga mayor eficacia en este momento de la epidemia. En esa relación eficacia-seguridad y porque los efectos adversos son habitualmente poco frecuentes, creo que no hay una gran diferencia”, expresó.
Radi también adelantó cuál sería su estrategia para el personal de la salud.
“Si fuera personal de la salud que trabajara con enfermos y estuviera muy expuesto, iría por la más eficaz porque da protección de 95%. Tengo más chance de complicarme la vida por una infección con covid de un eventual efecto adverso, que sabemos que es menor y está en la zona de 1 de cada 100 mil vacunados”, agregó.
En tanto, dijo que para la población en general cuando lo que se quiere es generar “inmunidad colectiva”, las que van con tecnologías tradicionales están “muy bien” porque aunque son “menos eficaces” en los números grandes logran el mismo efecto.
El anuncio de la compra de vacunas ocurrió el mismo día en que el Sistema Nacional de Emergencias reportó la mayor cantidad de muertes (17) y la segunda cifra más alta de casos nuevos (1.186) desde el 13 de marzo, fecha de inicio de la pandemia.
Se realizaron 9.533 análisis y hay 8.091 personas cursando la enfermedad.
Además, ascendieron a tres la cantidad de departamentos que están en la zona roja del Índice de Harvard: Montevideo, Rivera y Tacuarembó.
Respecto al índice de positividad, en esta jornada se ubicó en 12.4%, según los datos oficiales y los 19 departamentos tienen casos activos.
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