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9 de marzo 2025 - 8:05hs
"El mayor experimento psicológico de la historia".

Era 2020 y la entonces profesora en psicología de la salud de la Universidad de Vrije en Bruselas, Elke Van Hoof, describía así al confinamiento derivado de la pandemia de covid-19.

En conversación con BBC Mundo, la especialista en estrés y trauma se refería a una medida sin precedentes que a esas alturas se extendía alrededor del mundo y que mantenía bajo algún tipo de cuarentena a 2.600 millones de personas a nivel global.

Cinco años han pasado desde aquel miércoles 11 de marzo en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de covid-19.

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Desde entonces, según datos de la OMS, esta enfermedad desató más de 777 millones de contagios y provocó la muerte de más de 7 millones de personas, aunque los expertos de la organización estiman que los fallecimientos asociados a la pandemia ascienden a lo 15 millones.

En el mundo todavía se sienten los incontables y profundos impactos negativos de dicha pandemia.

Sin embargo, algunos analistas destacan que también surgieron aprendizajes positivos de aquel momento tan oscuro. En BBC Mundo destacamos cuatro.

1. El valor de la ciencia y los avances revolucionarios en las vacunas

Sólo 9 meses le tomó a los científicos dar con una vacuna efectiva para combatir el virus Sars-Cov-2. Y lo hicieron a través de un método que revolucionó el desarrollo de los inmunizadores a nivel mundial.

Si bien el uso del ARN mensajero sintético ya se venía estudiando como un mecanismo efectivo para el desarrollo de vacunas desde hacía años, fue la pandemia del covid-19 la que —en los hechos— terminó por acelerar su desarrollo.

Tanto las investigaciones de Pfizer (EE.UU.) junto con BioNtech (Alemania) como las de Moderna (EE.UU.) emplearon ese mecanismo para crear sus vacunas en tiempo récord, permitiendo que millones de personas recibieran dosis a nivel mundial.

El 8 de diciembre de 2020 Margaret Keenan, una mujer de 90 años de Reino Unido, se convirtió en la primera persona del mundo occidental en recibir una dosis aprobada de la vacuna fabricada por Pfizer y BioNTech. Los científicos Katalin Karikó y Drew Weissman, creadores de esa fórmula, recibieron el Nobel de Medicina en 2023.

La carrera por encontrar una vacuna que permitiera inmunizar a la población y evitar más muertes es uno de los mayores legados positivos de la pandemia, según la vocera de la OMS, Margaret Harris.

"Fuimos testigos de avances tecnológicos a una velocidad increíble, le dice a BBC Mundo la también experta en salud pública.

"La tecnología del ARN mensajero ya se conocía, pero ahora estamos viendo cómo se está utilizando para desarrollar otros avances, incluyendo vacunas contra el cáncer", agrega.

Incluso da un paso más allá de lo práctico y afirma: "Entendimos que la ciencia es fundamental".

Los científicos Katalin Karikó y Drew Weissman, recibieron el Nobel de Medicina en 2023 por sus aportes al desarrollo de vacunas durante la pandemia.
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Los científicos Katalin Karikó y Drew Weissman recibieron el Nobel de Medicina en 2023 por sus aportes al desarrollo de vacunas durante la pandemia.

Devi Sridhar, profesora de la Universidad de Edimburgo y autora del libro "Prevenible: cómo una pandemia cambió el mundo y cómo detener la próxima", apunta a que los aprendizajes de la pandemia han tenido un impacto en una mejor detección e identificación de nuevos brotes.

"Nuestra capacidad científica ha mejorado, nuestras plataformas son cada vez más avanzadas. Si la pregunta que teníamos al principio de la pandemia era si habrá una vacuna, la pregunta ahora es: ¿qué tan rápido podemos producir una?", sostiene.

La colaboración mancomunada de los países para el desarrollo de estas vacunas y la focalización de los recursos para ese proceso permitieron, según Sridhar, una de las cosas más positivas que nos dejó el covid-19.

Además, hay aprendizajes que nos permiten estar mejor preparados para la próxima pandemia, dice. Por ejemplo, los países que "parecen haberlo hecho mejor, fueron los que tenían poblaciones más saludables antes de la pandemia".

El método de ARN mensajero sintético revolucionó la producción de inmunizadores tras la pandemia.
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El método de ARN mensajero sintético revolucionó la producción de inmunizadores tras la pandemia.

En marzo de 2020 el microbiólogo de la Universidad de Navarra Ignacio López-Goñi fue uno de los primeros científicos en atreverse a señalar que podría haber aspectos positivos relacionados con la incipiente pandemia.

"La pandemia de gripe de 1918 causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. ¿Podría volver a ocurrir algo similar hoy en día? Como vemos, muy probablemente no", afirmaba entonces.

A cinco años, el académico sigue mirando el vaso medio lleno, sobre todo, desde el aspecto científico.

"Hemos avanzado muchísimo... El covid-19 es el virus del que más se ha publicado jamás, el que más se ha estudiado de todos los patógenos infecciosos, más que la malaria, el sida o cualquier otro", dice.

2. Un "nuevo despertar" en la educación

Está bien documentado el impacto catastrófico que tuvo el cierre de escuelas por la pandemia a nivel mundial y, en particular, en América Latina.

El aumento en los niveles de deserción escolar y el retraso en los aprendizajes principalmente en los tramos primarios y secundarios es, según Mercedes Mateo, jefa de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una de las cicatrices más profundas que ha dejado la pandemia.

Sin embargo, la especialista recalca que esa experiencia también supuso oportunidades excepcionales para el mundo educativo.

"Ha habido de verdad un impacto muy positivo para mover el debate de la educación hacia el siglo XXI, ha servido para repensar los sistemas educativos", dice en conversación con BBC Mundo.

Un avance evidente es que durante y luego de la pandemia, el paradigma de la presencialidad y del aula exclusivamente como un espacio físico y estático quedó atrás.

"Durante la pandemia se puso de manifiesto que el sector educativo era uno de los sectores que menos se había digitalizado", afirma Mateo.

Incluso dice que había cierta demonización y resistencia hacia la digitalización de procesos y prácticas, pero que el covid-19 forzó el camino hacia una educación más híbrida y flexible.

El cierre de escuelas fue una medida que supuso complejos desafíos para las comunidades educativas, en todos sus niveles.
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El cierre de escuelas supuso desafíos enormes, pero también sirvió para repensar los sistemas educativos.

"El hecho de que se cerraran las aulas hizo que el nivel de prioridad en la agenda política que se le dio a la educación después de la pandemia fuera mayor. Se instaló esa idea de mantener el servicio educativo ante cualquier circunstancia", dice Mateo.

En cambio, Sridhar no está segura de que ante una nueva pandemia los gobiernos tomarán una decisión diferente respecto del cierre de escuelas.

"Está el conocimiento teórico del daño que produjo el cierre de escuelas, pero también está lo práctico: el cómo realmente logras que los padres envíen a sus hijos a la escuela sabiendo que se pueden enfermar", señala.

Por otra parte, Mateo también destaca que se generó mayor conciencia sobre el rol de la escuela en nuestras sociedades.

En su opinión, se demostró que este es mucho más que el lugar en el que niños, niñas y jóvenes van a aprender: es un espacio de contención emocional, social, psicológica y que, además, en muchos casos provee servicios tan cruciales como la alimentación.

3. Recuperación y cambio de paradigma en el trabajo

La destrucción de empleos fue una de las graves consecuencias del covid-19 y la región de América Latina y el Caribe fue de las más golpeadas.

La pandemia además aumentó las brechas en la participación de los jóvenes y las mujeres en el mercado laboral, siendo este uno de los mayores desafíos pendientes.

Pero, dentro de todo, los expertos destacan que si bien queda mucho por avanzar, los impactos de la pandemia en el mercado laboral tuvieron una recuperación relativamente rápida, considerando los niveles de crecimiento económico en los últimos 5 años.

La OIT registra que las tasas de ocupación y desempleo en la región lograron recuperar sus niveles pre pandemia en 2023, es decir, solo ocho trimestres después del inicio del periodo de recuperación, cuando los confinamientos y restricciones de movilidad permitieron a los trabajadores volver a sus trabajos o, a quienes los habían perdido, a reintegrarse.

Y si bien inicialmente la recuperación respondió altamente a la reactivación de trabajos informales, esa proporción ha ido a la baja en los últimos años.

Una mujer se conecta para trabajar desde su casa.
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El teletrabajo llegó para quedarse en muchas industrias.

Para Gerson Martínez, especialista en economía laboral de la Oficina Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, hay varias lecciones positivas que dejó la pandemia en el ámbito del trabajo.

Una de ellas es que las políticas de protección del empleo e ingresos que se implementaron permitieron amortizar el golpe e influyeron positivamente en la recuperación acelerada que se vio particularmente en 2021 en la región, siguiendo la tendencia que se registró en el promedio global.

"Esto es una buena noticia porque nos dice que esas medidas, y esto es una lección aprendida importante para nuestra región, permitieron que esta recuperación se haya dado de forma casi plena", dice en conversación con BBC Mundo.

Para el organismo especializado, además, el mercado en la región ha logrado mantener cierta estabilidad. "Esperemos que esa resiliencia se mantenga, porque creemos que se da justamente porque, y esa también es una lección que dejó la pandemia, se reconoció la necesidad de tener instituciones laborales fuertes".

De todas formas, este 2025 la OIT advirtió en su último informe que esta recuperación ha ido perdiendo fuerza si se mira el panorama global, con amenazas como "las tensiones geopolíticas, el aumento de los costes del cambio climático y los problemas de deuda sin resolver".

Trabajadores caminan por la calle.
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En América Latina, la fuerza laboral se recuperó de manera acelerada durante los primeros meses tras el fin de los confinamientos.

Pero quizás el cambio más evidente de la pandemia fue el teletrabajo y trabajo híbrido en industrias que antes solo tenían contratos presenciales.

Si bien la evidencia hasta ahora ha señalado que el impacto positivo del teletrabajo en la productividad depende críticamente de la naturaleza de esa labor (y otros factores relativos a las condiciones del empleado) y actualmente empresas a lo largo del mundo están intentando volver a la presencialidad, la experiencia de la pandemia imprimió cambios.

Muchos países avanzaron en legislaciones sobre el teletrabajo para, por ejemplo, incluir mayor flexibilidad en algunas industrias.

Un cambio significativo en el mercado laboral también devino de las aplicaciones de envíos como Uber Eats y Rappi, entre otras, las que abrieron nuevos puestos de trabajo, pero que siguen siendo un desafío en términos de precarización y protección de la relación laboral.

La revolución tecnológica de la pandemia también implica, según Martínez, una "oportunidad de oro" para seguir utilizando esto en favor de la productividad de los mercados. Por ejemplo, con la Inteligencia Artificial que -según él- más que amenazar puestos puede optimizar procesos y la eficiencia de distintas industrias.

4. La importancia de cuidar la salud mental

La pandemia supuso un golpe para la salud mental de la humanidad. No solo entre aquellos que perdieron a sus familiares o para el personal médico que diariamente veía morir a centenares de personas a causa del virus.

El confinamiento, la incertidumbre, la soledad, el miedo y la angustia que se extendió alrededor del mundo hizo que la pandemia se viviera como un escenario traumático en sí mismo.

Organismos como la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han hecho detallados informes sobre el aumento en los trastornos depresivos o de ansiedad y la prevalencia de comportamientos e ideaciones suicidas con la pandemia.

Para la psicóloga y escritora Laura Rojas-Marcos, especialista en ansiedad, estrés y depresión, asegura que "la pandemia ha tenido un impacto, no solamente en nuestro día a día, sino también en nuestra memoria emocional y en nuestra manera de relacionarnos. Ha sido un punto de inflexión, no solamente de sufrimiento, sino también de aprendizaje".

"Hoy hay más conciencia sobre la importancia de cuidar la salud mental, de que no es algo que va separado del cuerpo, sino algo que va completamente unido", dice.

Y agrega: "Algunas personas, yo diría que bastantes personas, aprovecharon para hacer una revisión de vida y aprendieron a no dar por sentado a otras personas, a su entorno e incluso a su propia existencia".

Un parque en Nueva York tras el levantamiento de las cuarentenas
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Al aire libre y con mascarillas, una normalidad que ya no es tan normal.

Un estudio encargado por el servicio mundial de la BBC a GlobeScan detectó en 2022 que el 36% de las personas encuestadas en 30 países alrededor del mundo dijeron que se sentían mejor que antes de la pandemia.

"Muchos declararon que pasar más tiempo con la familia y tener una mejor conexión con su comunidad y con la naturaleza tuvo un efecto positivo, y que tienen más claras sus prioridades generales en la vida", publicó la BBC en octubre de ese año.

Otra de las cosas positivas en términos de salud mental, como han destacado organismos como la OPS, "fue que estimuló la adopción de enfoques innovadores como la telesalud mental".

Eso supuso un cambio radical en cómo hoy los psicólogos ofrecen terapias de diversa índole.

Esa flexibilidad, de hecho, le ha permitido a Rojas-Marco ayudar a personas que de otra manera no tendrían acceso a terapia.

Se ha conectado, por ejemplo, con soldados ucranianos que necesitan apoyo en medio de la guerra con Rusia o con pacientes de zonas remotas, donde la oferta de espacios como estos es mínima.

Voluntarios del «Plan de Solidaridad de Panamá» cargando bolsas con alimentos para familias de bajos ingresos
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Voluntarios del "Plan de Solidaridad de Panamá" cargando bolsas con alimentos para familias de bajos ingresos.

De acuerdo a la experiencia de Rojas-Marcos y el intercambio que tiene con colegas de todo el mundo, se perciben mayores niveles de tolerancia a la frustración y capacidad de adaptabilidad.

La pandemia también nos habló de la resiliencia y la compasión humana, dos cuestiones que, según la experta, están en el corazón de nuestra naturaleza.

Los gestos de solidaridad fueron momentos luminosos en medio de esa tragedia etiquetada como "el mayor experimento psicológico de la historia".

Para Margaret Harris, la vocera de la OMS, en la pandemia "vimos lo mejor de la humanidad".

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FUENTE: BBC

Temas:

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