La tensión entre trabajadores y autoridades de la Cooperativa de Lechería de Melo (Coleme) lejos de ceder se incrementó esta semana, con base eso en declaraciones realizadas por Boris Revello -presidente de la empresa- en La Voz de Melo, un comunicado que sintetiza lo que dijo y la respuesta de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL).
Carpa en Melo y Montevideo
El conflicto se instaló en noviembre, cuando se activaron despidos de trabajadores, la gran mayoría integrantes del sindicato local, la Unión de Obreros y Empleados de Coleme (UOEC), que anunció para febrero dos medidas especiales: trasladar la carpa sindical que está frente a la planta industrial al centro de Melo y realizar una marcha de Melo a Montevideo, para instalar esa carpa frente a la Torre Ejecutiva.
El comunicado de Coleme
En un comunicado firmado por el presidente de la cooperativa, entre otras consideraciones se informa que el directorio de Coleme inició una “profunda reestructura” de la empresa el 1º de noviembre de 2024 “con el único objetivo de salvar a la cooperativa de su cierre”, y se agrega que “la industria láctea en Uruguay está sumergida en una profunda crisis, con cierre de plantas o líneas de producción”, que “Coleme no es ajeno a ello” y que se adoptaron “medidas urgentes para la baja en costos”, medidas “rechazadas y criticadas por uno de los sindicatos de Coleme y por la FTIL”.
Se añade que durante más de siete años de negociaciones “lo único que hemos hechos es mantener la plantilla total de trabajadores, sin embargo hemos dejado muchísimos productores por el camino, así como más de 120 empleados de los tambos y nadie se preocupó ni paró por ellos”.
“Jamás nos atrasamos en el pago de salarios, aguinaldos, licencias y salarios vacacionales (…), sin embargo los productores han resignado una y otra vez el cobro de la leche”, es otro de los conceptos que integran el comunicado.
Se señala además que “hemos tenido que vender todo el patrimonio de Coleme para poder mantener las fuentes de trabajo”, que “nos hemos endeudado fuertemente”, y que “hoy no tenemos más nada que vender y ya no podemos endeudarnos”.
En el comunicado se acusa a los sindicatos de “arrastrar a empresas del sector (con las medidas sindicales) cuando no tienen ninguna relación con este conflicto (…), todo ello conllevó nuestra renuncia a la CILU (Cámara de la Industria Láctea del Uruguay)”.
También se denuncia que hubo presiones al Poder Ejecutivo, “para que nos suspendan la segunda entrega de dinero del proyecto del FRIL (Fondo de Reconversión de Industrias Lácteas), cuando ellos no lo apoyaron ni firmaron, y siendo Coleme cumplidora de los fondos vertidos para la primera etapa”.
“Respetamos el derecho de los trabajadores de libre asociación y la libertad sindical, como los paros de actividad que se han realizado. Pero en el mismo sentido, reivindicamos el derecho de tomar nuestras decisiones y la libertad en el poder de dirección de la empresa”, se señala en el cierre el documento, que se puede ver completo más adelante.
El comunicado de la FTIL
Por su parte, en el comunicado de la FTIL se rechazan declaraciones realizadas por el presidente de Coleme en la Voz de Melo que están consideradas en el documento que hizo público la empresa.
“El empresario habla de una profunda reestructura cuyo supuesto único objetivo es salvar el cierre de la cooperativa y garantizar su continuidad. Lo que omite decir es por qué la continuidad solo es posible expulsando a todos los trabajadores sindicalizados”, se expresa.
Desde la FTIL se señala que “el empresario Revello olvida, omite o esconde mencionar que fueron los trabajadores históricos de Coleme quienes en distintas oportunidades donaron jornales de su trabajo para salvar a dicha cooperativa (…), Revello olvida, omite o esconde mencionar que son las y los trabajadores históricos, vecinas y vecinos de Melo, quienes han construido la rica historia de nuestra cooperativa (…), Revello afirma que sí se puede trabajar a pesar de haber despedido a una decena de trabajadores, lo dice con orgullo, este empresario está orgulloso de despedir trabajadores, vecinos y vecinas de Melo y poder de esta manera mantener sus ingresos a salvo, los propios, los suyos”.
La FTIL, en su comunicado, exige a las autoridades nacionales “un pronunciamiento claro y contundente que no solamente revierta prácticas de este estilo, sino que sirve además como legado de respeto hacia las y los trabajadores”.
“Confiamos naturalmente que nadie en el Poder Ejecutivo, particularmente en el Ministerio de Trabajo, avala estas prácticas de Revello y el directorio de Coleme”, se indica al final de un documento que también presentamos en forma completa más adelante.
REMITIDO-DE-PRENSA-A-LA-OPINION-PUBLICA-III.pdf
