Sin alcanzar los niveles de incremento que hay en días previos a otras jornadas especiales del año -cuando la mayoría de la población empleada no desempeña labores en sus trabajos-, igual al llegar un domingo con elecciones nacionales las ventas de carne aumentan, destacó a El Observador Rafael Rodríguez, vicepresidente de la Unión de Vendedores de Carne (UVC).
No son comercializaciones de la magnitud que sucede en los días previos a un 1° de Mayo, Navidad o Año Nuevo, o como las del Día de la Madre y de cara a otros feriados no laborales, pero “sí hay un aumento de la demanda que depende de cada carnicería, pero podemos ubicarlo en un 25%”, afirmó Rodríguez, cuya carnicería tradicional está en el barrio Colón, sobre la avenida Garzón.
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Pulpón de vacuno.
UVC
Ir a votar y hacer un asado, un clásico
Este comerciante contó que, por un lado, se mantiene el gusto por juntarse y prender el fuego para un asado o cocinar algo al horno para familiares y amigos, "eso es un clásico", sobre todo porque hay mucha movilidad, gente que se traslada de un departamento a otro o de un barrio a otro para votar y aprovecha para programar encuentros a la hora del almuerzo, también a la hora de la cena para ver el resultado de la instancia electoral.
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Por otro lado, señaló la existencia de una realidad relacionada con la gente que sí trabaja durante la jornada de elecciones, en mesas de votación o en diferentes servicios relacionados, para quienes se elaboran comidas de fácil manejo en el traslado o para comer, por ejemplo milanesas al pan.
También, apuntó, mucha gente quiere disfrutar el día sin preocuparse mucho de elaborar la comida, por lo cual también aumentan las ventas de carnes elaboradas, como las de cerdo, pollo y vacuno con diferentes rellenos.
Sobre el precio en general de las carnes, Rodríguez remarcó que siguen en niveles en general favorables para el consumidor.
No es sencillo dar un precio de referencia en cada corte, considerando que puede haber diferencias a veces notorias, con base en dónde esté ubicada la carnicería, por ejemplo, o con base en ofertas que el comerciante disponga para su clientela, también comparando los valores de esos locales tradicionales con las grandes superficies.
Pese a eso, señaló, “la carne, siempre, aunque suba un poco a veces, termina bajando y el precio se acomoda, hoy está accesible y peso más o peso menos es el alimento más barato considerando lo nutritivo, su versatilidad y el sabor”.
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Precios de referencia
Rodríguez mencionó como ejemplos, siempre con base a productos de muy buena calidad, que hay asados desde $ 289 a $ 490 el kilo; pulpón de $ 399 a $ 520 el kilo; nalga especial para milanesa a $ 500 el kilo; pollo entero sin menudos a $ 150 el kilo; cordero a $ 340 el kilo y bondiola a $ 200 el kilo.
“Hoy la gente, en general, toma decisiones distintas, está más gourmet, elije carnes de calidad, disfruta comprarlas, prepararlas y consumirlas, por ejemplo en mi carnicería no me puede faltar la entraña Angus, que está a $ 850 el kilo pero es algo exquisito y para una ocasión especial, bien preparada y con buen acompañamiento, es algo que realmente vale la pena”, contó.
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La UVC promueve las ventajas de comprar en las carnicerías tradicionales.
UVC
