Adaptación del sector agropecuario
El Fondo Hemisférico para la Resiliencia y la Sostenibilidad de la Agricultura (FoHRSA) se propone movilizar, administrar y ejecutar recursos con el propósito de mejorar las capacidades institucionales, técnicas y administrativas necesarias para fortalecer la adaptación del sector agropecuario del continente al cambio climático, cuyo impacto golpea actividades productivas.
El pabellón es un espacio colaborativo para alzar y destacar la voz de la agricultura de las Américas en la negociación climática que convoca a toda la comunidad internacional.
“Tengo razones para ser optimista. Los ministros de Agricultura de las Américas lanzaron recientemente en la sede central del IICA, en Costa Rica, una Alianza Continental para la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Sostenible, al tiempo que me solicitaron la constitución de un fondo para la resiliencia y la sostenibilidad”, explicó Otero.
Manuel Otero: "No es un fondo más"
“Esto no es un fondo más. Es un fondo para fortalecer a los países en los que los agricultores están sufriendo, especialmente en la región del Caribe. La filosofía es que este es un tiempo de actuar sin más demoras”, añadió.
Mientras las Américas y el mundo avanzan hacia sistemas agroalimentarios cada vez más bajos en emisiones de gases de efecto invernadero, el FOHRSA jugará un papel central para asegurar la interacción entre adaptación al cambio climático, sostenibilidad ambiental y desarrollo económico, asegurando al mismo tiempo que la agricultura se mantenga como un actor clave de la innovación en el continente.
La producción agropecuaria en las Américas es víctima de un impacto creciente del cambio climático. Según un informe presentado en 2023 por el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC), algunas de las circunstancias que más afectan al agro son aumentos de temperatura, cambios en los patrones de lluvias, degradación de los suelos, proliferación de pestes y enfermedades, escasez o exceso de agua y alteración de las temporadas de siembra y cosecha.
Preservar medios de vida y producción
El Fondo -explicó Otero- será un puente que permitirá la disponibilidad de recursos provenientes de instituciones de financiamiento climático para afrontar eventos extremos que afectan los medios de vida y de producción tanto de pequeños agricultores como de empresas agropecuarias en las Américas.
Servirá, así, para empoderar a los países de limitada capacidad económica, como también a comunidades rurales y al sector privado, de manera que puedan adaptarse y prosperar en una era de catástrofes naturales cada vez más frecuentes.
El Director de Cooperación del IICA, Muhammad Ibrahim, hizo un sumario, durante la presentación, de los principales impactos del cambio climático en la región. Se refirió, en particular, a las comunidades desplazadas y a los agricultores que han perdido cosechas enteras. “El área de cultivo de café en Centroamérica podría disminuir entre un 30% y 50% en 2050 debido al cambio climático”, advirtió.
Los detalles del FoHRSA fueron explicados por Federico Sancho, Gerente de Planeación, Monitoreo y Evaluación del IICA.
En el lanzamiento participó además el Ministro de Agricultura de Belice, José Abelardo Mai, quien dijo que el fondo es una excelente noticia. “Hemos visto la evidencia de que en el continente hay países extremadamente vulnerables, entre ellos Belice. En nombre de los agricultores de mi país estoy agradecido y felicito al IICA. No volveré a mi tierra con las manos vacías”, dijo Mai.
Los países de ingresos medios y bajos corren hoy el riesgo de perder hasta el 12% de su Producto Interno Bruto (PIB) hacia 2050, debido a eventos como tormentas, inundaciones, sequías y olas de calor si no realizan una transición rápida y se adaptan, de acuerdo con reportes internacionales.
Asistencia técnica y a los negocios
La arquitectura del fondo estará dividida en dos: un servicio de asistencia técnica y otro de asistencia a los negocios. El primero proveerá recursos no reembolsables para construcción de capacidades, soluciones de políticas públicas y formulación de proyectos destinados a crear estrategias para la resiliencia. El segundo se orientará especialmente al sector privado y proporcionará asistencia en inversiones vinculadas con buenas prácticas.
Agricultura regenerativa y circular, salud del suelo, sistemas eficientes de manejo del agua, energía renovable y absorción de carbono serán algunas de las prioridades de financiación, en un marco de impulso a la innovación, la investigación y el desarrollo, con la premisa de Una Sola Salud, que contempla desde una misma perspectiva la situación de personas, animales y ecosistemas.
El FoHRSA operará de distintas formas, utilizando mecanismos como donaciones, préstamos, inversiones y oportunidades de co-financiamiento. Estos instrumentos serán diseñados cuidadosamente para facilitar a gobiernos, entidades regionales y actores del sector privado, acceder a capital para el desarrollo de proyectos colaborativos.
Se garantizará, así, que los actores de los sistemas agroalimentarios, las comunidades y las compañías más vulnerables al cambio climático, puedan acceder a herramientas, tecnologías y financiamiento para adaptarse. El FoRHSA, además, proveerá recursos para responder rápidamente ante eventos climáticos extremos, desastres naturales y emergencias de salud que pongan en riesgo la seguridad alimentaria en la región.