Se trata de la edición 2023-2024 del Atlas de los biocombustibles líquidos, informe completo producido por el IICA (para verlo hay que acceder en este enlace) con los datos clave del sector, que demuestran que dos países de las Américas -Estados Unidos y Brasil- son los principales productores del mundo, con el 42% y el 24% del total, respectivamente.
Avances hacia la descarbonización
Los biocombustibles líquidos ofrecen una alternativa inmediata y sostenible a los combustibles fósiles, ya que permiten avances significativos hacia la descarbonización del transporte al tiempo que no requieren grandes cambios técnicos en los vehículos actuales. Tienen, por lo tanto, un enorme potencial para abordar la crisis ambiental, y ofrecen una gran oportunidad a las Américas, debido a la amplia disponibilidad de biomasa que existe en el continente.
La nueva edición del Atlas se enfoca en biocombustibles como bioetanol, biodiésel y combustibles sostenibles de aviación, con información de fuentes bibliográficas, complementada con datos estadísticos sobre materias primas, tendencias de producción y políticas regulatorias. Se analizan variables como el uso de maíz, caña de azúcar y aceites vegetales en la producción, junto con la implementación de mandatos de mezcla obligatoria y estándares de bajo carbono (LCFS), impulsados por Brasil y Estados Unidos.
Los datos demuestran que, entre 2013 y 2023, la producción global de biocombustibles creció un 50% y el consumo un 48% y que Estados Unidos y Brasil se consolidaron como principales productores.
Brasil es además uno de los países de mayor expansión, ya que su producción creció un 16% en el último año y un 41% en la última década, tendencia que va camino a afirmarse, debido a que en octubre de 2024 se promulgó la Ley de Combustibles del Futuro en ese país.
65% de la producción mundial
El bioetanol representa el 65% de la producción mundial, seguido del biodiésel (35%). Además, 57 países han adoptado mandatos para bioetanol y 45 para biodiésel, con Brasil e India a la vanguardia.
Con respecto la evolución del último año, en 2023 la producción y el consumo de biocombustibles líquidos mostraron un incremento del 9 % en la comparación con 2022.
Luego de Estados Unidos y Brasil, los principales productores son Indonesia, China e India, mientras que, detrás de ellos, Argentina y Canadá son los dos países de las Américas que figuran entre los principales productores.
Estados Unidos y Brasil son, también los principales consumidores. Los tradicionales mandatos de mezclas de biocombustibles siguen impulsando su producción y consumo en el mundo, dice el trabajo.
El IICA lidera y ejerce la Secretaría Técnica de la Coalición Panamericana de Biocombustibles Líquidos (CPBIO), creada en 2023 e integrada por los principales gremios empresariales e industriales de las Américas dedicados a la producción y procesamiento de azúcar, alcohol, maíz, sorgo, soja, aceite vegetal y granos, entre otros productos del sector agropecuario.
La misión de la institución es descarbonizar la economía mediante la promoción y consumo sustentables de estas energías limpias en todo el hemisferio.
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Los biocombustibles líquidos ofrecen una alternativa inmediata y sostenible a los combustibles fósiles, ya que permiten avances significativos hacia la descarbonización del transporte al tiempo que no requieren grandes cambios técnicos en los vehículos actuales.
Materias primas
“Los biocombustibles líquidos se siguen afianzando como parte de una transición más limpia en el marco de un paradigma de movilidad basado en la combustión interna”, dijo Agustín Torroba, Especialista en Biocombustibles del IICA y secretario ejecutivo de la CPBIO.
“Hay otros paradigmas de movilidad sostenible en desarrollo, como la electromovilidad y la propulsión a hidrógeno, pero los biocombustibles tienen la ventaja de que no solo son ambientalmente más sostenibles que los combustibles fósiles, sino que los vehículos pueden utilizarlos inmediatamente sin necesidad de cambios técnicos importantes”, agregó.
En 2023 el maíz y la caña de azúcar fueron las materias primas más utilizadas en la producción final de bioetanol, con una participación de 62 % y 27 %, respectivamente.
En Estados Unidos, China, Canadá, Argentina y varias naciones de la UE el maíz se utiliza en forma masiva y, en Brasil su uso se está ampliando considerablemente.
Con respecto a la caña de azúcar, los países que sobresalen principalmente son Brasil, Colombia, India, Paraguay y Argentina.
Por otro lado, en los últimos 20 años, la producción y el consumo de biodiésel, un biocombustible generado principalmente mediante la transesterificación de aceites de palma, soja y colza con alcohol, ha mostrado una tasa de crecimiento superior a la del bioetanol, aunque partiendo de una base mucho menor.
En 2023 las materias primas más utilizadas en la producción de biodiésel fueron los aceites vegetales, entre los cuales se destacan el de palma (26 %), el de soja (23 %) y el de canola o colza (11 %).
Asimismo, los aceites usados y las grasas animales representan un tercio de las materias primas más utilizadas.
En tanto, el biodiésel a partir de aceite vegetal hidrotratado, comúnmente conocido como HVO mostró un incremento en una década del 538% para reemplazar al diésel y ya representa el 25 % del biodiésel total producido.
El trabajo del IICA también da información sobre el surgimiento de biocombustibles líquidos para la navegación, que aún es muy incipiente, así como para la aviación.
El combustible sostenible de aviación (SAF), cuyos primeros consumos regulares se registraron en 2007, mostró en 2023 un crecimiento de producción del 100 % respecto a 2022. Las proyecciones para 2024 estiman un consumo de 1.875 mil m³ de SAF, un incremento del 7.400 % en los últimos cinco años. Además, varios Estados comenzaron a aplicar políticas públicas para promover su uso.