La baja de la cotización del dólar australiano no fue suficiente para sostener los precios de la lana en el mercado lanero, que sumó una tercera semana de baja
Mercado lanero, una vez más complicado.
Hugo OcampoLa baja de la cotización del dólar australiano no fue suficiente para sostener los precios de la lana en el mercado australiano, donde se sumó una tercera semana de baja, realidad que vuelve a inyectar desánimo en los actores del mercado lanero local.
El Indicador de Mercados del Este (IME) bajó de US$ 7,55 a US$ 7,36 por kilo base limpia, una corrección de 2,5% que se explica por la baja del 2% en el tipo de cambio y 0,5% en el índice general de valores de las lanas en moneda local.
Como en otros sectores de commodities los mercados están cada vez más pendientes de los resultados de las elecciones del martes 5 de noviembre en Estados Unidos, que influirán en las corrientes comerciales principalmente entre China y Occidente.
La preocupación está centrada en que un nuevo gobierno de Donald Trump desencadene una guerra comercial con Beijing que afecte negativamente a los mercados.
Los negocios en Uruguay se redujeron.
Se hicieron pocas operaciones ante las propuestas de valores con ajustes que muchos productores no convalidaron, especialmente en las lotes con certificaciones que aspiran a un premio de precio.
Algunos importadores retrajeron su demanda, sin pasar precios.
Las lanas superfinas que van a Europa encuentran un mercado muy lento y se dificulta el precio si bien hay nichos distintos y alguno está más activo, consideró el consignatario Pablo Iramendi, director de Arrosa Iramendi & Asociados, en Radio Rural, “pero en general demanda muy selecta y consumiendo de a poco”.
Los niveles de precios de los pocos negocios informados por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) no muestran variaciones.
En Australia la semana fue netamente favorable a los compradores y se vendió el 90% de la oferta en los remates.
“La actividad en las subastas parece indicar que la tan esperada recuperación en los mercados de consumo interno europeos y chinos sigue siendo esquiva”, afirmó Australian Wool Innovation (AWI) con pedidos desde Europa muy por debajo del ritmo habitual.