En un año en el que la población de vacunos cae 4,7% y pierde unos 400 mil animales desde los más de 11,8 millones en 2023, la población de vacas de cría aumenta en 128 mil cabezas.
La revisión de los datos preliminares muestra que la apuesta a la cría era todavía mayor a la que se suponía y, a partir de eso, queda claro que, tras la reducción del año pasado, veremos una fuerte expansión en los datos de este año y en los de 2026.
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La mayor cantidad de terneros de la historia
Ese stock alto de vacas de cría del año pasado, el mayor desde 2021 a pesar de los años de sequía, se traducirá en producciones récord de terneros, particularmente en este año que marcará la mayor cantidad de terneros de la historia, en el entorno de 3,2 millones.
Una sola vez se registraron más de tres millones de nacimientos de terneros en Uruguay. Fue en 2020. Y para el año que viene ya se puede apuntar a otro año que tendrá más de tres millones, a pesar de que el resultado reproductivo como tasa de destete no será tan alta como la que dio origen a la población de terneros actual.
Si la población de vacas de cría logró crecer en la adversidad climática, cabe esperar que siga haciéndolo en los próximos años.
En el ejercicio 2024-25 que cierra en junio el rodeo de vacas de cría podría subir a 4,4 millones, proyectó Esteban Montes, técnico del Instituto Plan Agropecuario. Con mejores condiciones para recriar vaquillonas, tal vez ingresen más vaquillonas al entore, anticipó. Hay pasto, agua, buena condición corporal de los animales y el estímulo de precios de mercado favorables para toda la cadena ganadera.
Si esa cifra se logra, también será un récord para la ganadería uruguaya que alcanzó su máximo histórico en 2020 con 4,35 millones de vacas entoradas.
En la importante diferencia de la cantidad de vacas de cría entre los datos preliminares de setiembre y los definitivos, se puede leer que “hay vacas que pueden estar pariendo en cualquier época del año” y que “los productores conocen las tecnologías para preñar los ganados y las están aplicando, aprovechando toda vaca que pueda dar un ternero más”, considera el referente del Plan Agropecuario.
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Los hijos de la sequía y el rebote
El año pasado bajó el número de terneros, de 2,94 a 2,62 millones. “No es una caída estrepitosa”, asume Montes, considerando que son los hijos de la sequía más grave en décadas.
La confirmación de un rodeo de cría en expansión y la tasa récord de preñez del 84,1% relevada por el último Taller de diagnóstico de gestación de INIA Treinta y Tres permiten consolidar la proyección de que este año el stock va a rebotar, a cifras similares a las del año 2023, unos 11,8 millones de vacunos.
Con 4,3 millones de vacas de cría y 84% de preñez se pueden esperar hasta 3,2 millones de terneros en base a una tasa de destete del 74%.
Habitualmente el porcentaje de terneros destetados se ubica cerca de 10% por debajo de los resultados del taller, como consecuencia de pérdidas por abortos naturales causados por enfermedades, faena de vacas preñadas o la muerte temprana de terneros.
Daniel Belerati, presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), afirmó que buena parte de la diferencia entre procreo y nacimientos “son vacas preñadas que se faenan”.
Si bien no hay datos oficiales del Instituto Nacional de Carnes (INAC), “como gremial hemos hecho encuestas internas y son números muy preocupantes los de vacas preñadas a faena”.
Como ejemplo señaló que en junio de 2023, en plena sequía, “el 47% de las vacas faenadas estaba preñada en el último tercio de gestación”.
Menos novillos en los campos
En contraste, la industria se enfrenta al problema de la escasez: la cantidad de novillos se redujo en 2024 de 2,22 a 2,13 millones.
La baja responde enteramente a los novillos de 1 a 2 años que cayeron en 100.000 animales, mientras que los novillos de 2 a 3 y de más de 3 años aumentaron marginalmente en 8 mil y 12 mil cabezas, respectivamente.
Y allí está el problema para la industria. En 2023 y 2024 aumentó con fuerza la exportación de vacunos en pie con embarques de 250 mil y 300 mil animales. Particularmente terneros pero también novillos y vaquillonas, cifras que incrementan la extracción pero a la vez estimulan a la cría al poner un piso a los precios de los terneros.
La población de novillos de 2 a 3 años y de más de 3 años cae en forma estructural, tanto por la mayor salida de terneros como por la baja de la edad de faena. Los de más de tres años que en la década pasada eran entre 500 y 600 mil, en esta década se mueven en torno a 400 mil. Los de 2 a 3 años han pasado de un eje de 800 mil a 600 mil.
La consecuencia es que el aumento de la cría no logra hacer despegar a la faena que se mantuvo en 2023 y 2024 en 2,3 millones y se encamina a un tercer año estable en ese eje, mientras la capacidad de faena de la industria uruguaya excede los tres millones de cabezas anuales.
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Incentivos para aumentar la actividad industrial
En un informe del Instituto Ceres y el INAC de diciembre de 2024 se destaca entre las conclusiones que el país debe “seguir mejorando en acortar ciclos y bajar aún más la edad de faena, estimulando que las hembras no vayan preñadas a faena, y acortando la recría”.
El país, sugiere el informe, “debe dar señales de mejora para aprovechar la parición récord proyectada para 2025, de más de 3 millones de terneros” porque “sin cambios en los incentivos, la baja productividad seguirá conviviendo con una capacidad ociosa elevada de la industria y altos aranceles que perjudican la competitividad y desincentivan aumentos de producción”.
Esta zafra de terneros ya está mostrando que puede colocarse un volumen récord con fluidez, al menos cuando el clima y los precios acompañan. Los criadores están teniendo un respaldo importante a sus apuestas con ventas que suelen superar los US$ 500 por cabeza.
Para los compradores, con buen precio del ganado gordo y bajo costo de alimentación, los números también cierran.
Aunque se espera una parición algo menor que saldrá al mercado en el otoño 2026, volverá a ser una producción abundante.
Sobre ese envión el gobierno se propone lanzar un plan de estímulo a la cría que puede consolidar un nuevo mínimo de oferta de terneros que en forma permanente se ubique por encima de los tres millones.
Tal vez la llave para volver compatible la exportación en pie con una actividad más intensa de la industria que la que se ha dado en los últimos años.
Stock ovino buscando piso
En ovinos se profundizó la reducción del stock y la caída se aceleró.
Venía de una baja de 3,35% entre 2022 y 2023 cuando perforó el piso de 6 millones de cabezas para situarse en 5,927 millones
El último dato refleja una pérdida de 9% del rodeo ovino: medio millón de animales: cerró el ejercicio 2023-2024 en 5,420 millones, producto de un incremento de la extracción que se concentró en el primer semestre de 2023 como consecuencia de la sequía.
Entre enero y junio de ese año la faena de ovejas aumentó 30% dentro de un incremento general de 28% en la industrialización de lanares y las ovejas de cría cayeron en 200 mil cabezas de 2023 a 2024, una reducción de 6,2% mientras que los corderos y corderas bajaron en 185 mil cabezas, una caída de 8,8%.
En el segundo semestre de 2024 se redujo 20% la faena y 27% en el primer trimestre de 2025 por lo que en el ejercicio 2024-2025 se podría estabilizar el stock o crecer ligeramente en base a una mejora en el porcentaje de preñez y de melliceras respecto al año anterior, según relevó el 9º Taller de diagnóstico de gestación en ovinos.
Aún con las condicionantes adversas desde el punto de vista climático en agosto 2024 se registró un 91,3% de preñez, con un 23,6% de preñeces múltiples y un 112,9% de potencial de señalada.
En 2023 los datos del taller indicaban un 91% de preñez, 21,5% de múltiples y 110% de señalada.
Los ovinos siguen buscando su piso poblacional, como los vacunos, con precios que para la carne son estimulantes.
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