Según se informó a El Observador, para el control de chicharrita, Verdavis debe aplicarse en estadíos vegetativos muy tempranos (V2), cuando se observan los primeros adultos en los cogollos de las plántulas.
Posee características muy favorables en cuanto a eficacia y control prolongado de esta plaga.
La tecnología Plinazolin, pertenece a una nueva familia de insecticidas con solución eficaz en las estrategias de manejo de la resistencia.
En Uruguay, el maíz es un cultivo que ha venido creciendo en superficie en los últimos años y su rotación con soja resulta fundamental para la sustentabilidad del sistema.
Si bien en la zafra pasada se encontró chicharrita en todas las regiones del país, fue al norte del Rio Negro donde hubo más cantidad, principalmente en los maíces sembrados en forma tardía o maíces de segunda.
“El manejo de la chicharrita de maíz es clave para garantizar una producción eficiente y sustentable. El uso de esta nueva herramienta de control, en combinación con híbridos de maíz tolerantes a la plaga y un manejo general adecuado, resultan fundamentales para el control de este vector”, expresó José Luis Inciarte, gerente de Ventas y Marketing de Syngenta en Uruguay.
Además, Verdavis puede también ser utilizado en el cultivo de soja, para el control de chinches, trips, ácaros y lagartas, agregó, lo que lo hace un producto muy completo y flexible.
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La presentación en el Nirvana
Verdavis fue presentado en Uruguay el jueves17 de octubre, en el hotel Nirvana, en Nueva Helvecia (Colonia), en una instancia que contó con la bienvenida a cargo de José Luis Inciarte y Cecilia Macció, directora de Grupo Macció.
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José Luis Inciarte y Cecilia Macció.
Una herramienta que le suma a otros manejos
Lucas Ratto, gerente técnico de Insecticidas, de Syngenta LAS, fue el primer expositor en una jornada “a sala llena”, lo que confirmó que había gran interés en conocer la propuesta.
“Teníamos muchas expectativas para la presentación de Verdavis y nos acompañó mucha gente, estamos muy conformes, pudimos presentar una nueva solución a un problema que el año pasado, en Argentina y también en Uruguay, nos dio muchos dolores de cabeza y que tenemos que controlar, por lo tanto estamos contentos por poder aportar un granito de arena para solucionar este inconveniente”, consideró.
Ratto, luego de señalar que Verdavis “es una herramienta muy importante, que contribuye al manejo de la problemática”, puntualizó que hay otros aspectos a considerar para el adecuado manejo de esta adversidad, “como el manejo cultural, todo lo que tiene que ver con la fecha de siembra, el control de maíz guacho… todo lo que se viene conversando seguramente en Uruguay. El uso de genética tolerante es muy importante también”.
Con eso como marco, “Verdavis está para sumar, es un aporte más, un aporte importante, por eso nos parecía una contribución contar nuestra experiencia de cómo este producto ayuda en combinación con otras medidas de manejo”.
“Lo que más nos ayudó fue dejar de ver al Dalbulus como una plaga y empezar a verlo como un vector, como algo que ejerce daño de forma indirecta, a través de la transmisión de enfermedades. Entonces empezamos a establecer el concepto de proteger al cultivo y buscar la máxima eficacia de control de los productos. Entendemos que es todo un concepto integrado que tiene que ver por un lado el controlar a Dalbulus, pero con eso no es suficiente, también hay que hacerlo en el momento adecuado para evitar que esas enfermedades que transmite este vector generen impacto en el rendimiento.
La experiencia acumulada en Paraguay
Eduardo Rodríguez, de Syngenta Paraguay, otro de los expositores en esta jornada, informó sobre la experiencia en ese país, donde la chicharrita del maíz tiene ya una presencia de varios años.
“Tenemos una superficie de maíz variable, de 600 mil a 800 mil hectáreas, con desafíos importantes, en lo climático, también en el manejo de distintas plagas y enfermedades y en el caso de Dalbulus estamos en una fase un poco más tranquila, con estrategias más definidas”.
En Paraguay, comentó, “venimos lidiando con la problemática de la chicharrita más o menos desde hace unos ocho a 10 años. Nos costó adaptarnos en el manejo, nos tomó unos seis a siete años poder lidiar con la problemática, en ese intervalo tuvimos fluctuaciones importantes en cuanto al efecto de la chicharrita en la producción y el productor hoy está asumiendo una realidad que es que sí o sí tiene que tener una aplicación temprana y secuencial de por lo menos 2 aplicaciones, con intervalos de siete días”.
“Lo bueno para Uruguay es que va a aprovechar toda la experiencia que hemos adquirido en Paraguay y Brasil, donde trabajamos en el control de chicharrita desde hace varios años”, dijo.
Con el uso de productos como Verdavis, “estamos sacando adelante el partido, pero obviamente no es la única herramienta. El productor lo primero que hizo fue de eliminar los híbridos susceptibles, o sea hoy en Paraguay no estamos hablando de híbridos susceptibles, hablamos de maíces medianamente tolerantes”.
Rodríguez concluyó que “el consejo es que estén atentos, que el hecho de que tengan condiciones ambientales que hagan que la presión de la plaga sea menor no significa que va a ser una constante. Ese fue el error que tuvimos en Paraguay y nos costó aprender. Independientemente de las condiciones climáticas nosotros ya vamos con dos a tres aplicaciones empezando en V2”.
Los resultados en soja y en Uruguay
Nicolás Faggi, responsable de Investigación y Desarrollo, de Syngenta Uruguay, expuso sobre “Verdavis en soja, cinco años de ensayos en Uruguay”, donde presentó datos de 46 ensayos.
Explicó que Verdavis “es la mezcla de dos principios activos, lambdacialotrina y plinazolín. La lambdacialotrina que es un piretroide ya muy conocido y el plinazolín que es una molécula nueva que la venimos trabajando en Syngenta”.
Añadió que “estamos, entonces, combinando dos principios activos, uno que nos brinda un muy fuerte volteo y otro que nos brinda una muy larga residualidad”.
Además, remarcó, “esto nos permite un amplio espectro de control de insectos: chinches, trips, arañuelas y lagartas”.
Faggi detalló que este producto se viene evaluando hace varios años en Uruguay, con muy buenos resultados, en el cultivo de soja.
“Hemos hecho una gran cantidad de ensayos, tenemos muchas evaluaciones, para muchas plagas y realmente vemos que contamos con un producto muy interesante”, afirmó.
La principal plaga que Verdavis controla, es la chinche, dijo, no obstante “además de chinche nos permitió un amplio espectro de control sobre otros insectos, por ejemplo ácaros, trips y lepidópteros”.
Además, agregó Faggi, Verdavis es un producto que no requiere receta profesional.
Trabajo regional coordinado
Alejandro Vera, entomólogo e investigador de EEA Obispo Colombes y coordinador de la Red de Monitoreo de Chicharrita en Argentina, fue quien expuso en el cierre de la jornada, sobre “La nueva plaga disruptiva del maíz, Dalbulus maidis; nuevas perspectivas para su manejo”.
En su charla con El Observador, advirtió que “el mensaje que procuré brindar es que no hay que bajar un modelo que haya sido utilizado en otro país de la región y aplicarlo tal cual en Uruguay, pero sí hay que saber que todas las cosas que suceden en Paraguay o en Brasil tienen un efecto directo en nuestra zona agroecológica, no estamos en un sitio aislado, sobre todo pensemos en que Uruguay está al lado de Brasil y es un corredor lógico hacia Argentina”.
El mensaje, insistió en ese sentido, “es que hay que estar permanentemente muy atentos, informarse, asesorarse, porque lo que está pasando en la región seguramente va a pasar acá en Uruguay, tarde o temprano”.
Otra recomendación clave, indicó, es que “tenemos que unirnos, no acumular esfuerzos aislados, el agro tiene que unirse, debe haber un manejo regional, hay que compatibilizar”.
“Yo, si hago un esfuerzo individual, como productor hago un esfuerzo estéril, que no es suficiente. Y también debo pensar en que no puedo hacer algo que termine siendo un problema para mi vecino. Obviamente esto no es sencillo y requiere un cambio cultural, al argentino por ejemplo le cuesta mucho unirse, eso es algo que cada vez nos desafía más, debemos ver todo como una unidad y hablo de unión de productor a productor, pero también desde las instituciones estatales que se involucren en la problemática. Todos tenemos que aportar para esa unión”, afirmó.
Vera, además, instó a insistir en monitorear constantemente, a estar atentos, para no darse cuenta tarde del problema para que la solución química sea más eficiente”.
Además, pidió colaborar con el vecino: “Si yo dejo un maíz guacho y el vecino quiere hacer un maíz tardío lo estoy perjudicando, porque le estoy formando una fuente de inóculo del vector que se le va a pasar, entonces hay que tener conciencia… aunque yo finalmente no haga maíz tengo que pensar en el vecino… parece simple, pero es un cambio muy importante, son de esas pequeñas actitudes que se necesitan”.
Soluciones de alta tecnología
A través del desarrollo de soluciones de alta tecnología agrícola, como lo es el caso de Verdavis, Syngenta busca mantenerse a la vanguardia de la investigación y la innovación, y desarrollar soluciones que ayudan al productor a mejorar la calidad y la seguridad de sus cultivos de forma eficiente y sustentable, además de trabajar para regenerar el suelo y la naturaleza.
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