El año automotor finaliza con un panorama diferente al de su inicio. La devaluación de diciembre de 2023 generó un aumento significativo en los precios.
La mejora en el poder adquisitivo en dólares y la mayor competencia en el segmento de autos pequeños están contribuyendo a una mejor relación entre salarios y el precio de los autos 0km.
Durante 2024, los precios se fueron ajustando gracias a los descuentos ofrecidos por fábricas y concesionarias y la financiación volvió a estar disponible debido a la caída de la inflación, lo que impulsó la demanda y compensó la pérdida de compradores oportunistas que ya no encuentran ventajas por la brecha cambiaria.
Tanto en el mercado de autos nuevos como en el de usados, el cierre de 2024 es positivo.
Los autos eléctricos, que ganaron fuerza en los últimos años, hoy enfrentan un debate en el mercado. Según una encuesta, más de la mitad de los consumidores estaría dispuesta a adquirir un auto eléctrico.
Otro cambio visible es el aumento en la oferta de modelos, tras la eliminación de las restricciones a las importaciones.
Este factor, en un contexto macroeconómico más estable, permitió el regreso de vehículos pequeños, como el Fiat Mobi y el Renault Kwid. También llegó al mercado el Hyundai HB20.
Con la imposibilidad de importar y la escasez de dólares, las marcas optaron por sobrevivir durante los últimos años del gobierno de Alberto Fernández vendiendo modelos de segmentos más altos, que ofrecen mejor rentabilidad.
Además, algunos sectores de la sociedad lograron recuperar poder adquisitivo, debido a la desaceleración en la subida del dólar, lo que mejoró la situación en términos de dólares.
Hasta hace dos meses, el auto 0km más accesible (el Fiat Mobi) requería 71 salarios mínimos para poder ser adquirido.
Con la llegada del Renault Kwid, esa relación mejoró ligeramente, ya que el vehículo de la marca francesa tiene un precio aproximadamente un millón de pesos más bajo, y el salario mínimo vital y móvil subió en octubre. Esto significa que la mejora no se debe tanto a un aumento de los ingresos, sino a una oferta más accesible.
Actualmente, se necesitan cinco salarios menos que hace dos meses para poder adquirir el Kwid.
El salario mínimo vital y móvil es de $271.571, con el ajuste de octubre, mientras que el precio del Renault Kwid es de $17.900.000. Esto da un total de 65,9 salarios.
En términos de dólares, el Kwid tiene un costo de u$s15.700, lo que lo coloca como el segundo modelo más caro de la región, solo superado por Bolivia, donde se vende por más de u$s18.000.
Se podría utilizar otro tipo de salario (como el salario promedio de la economía o el salario industrial), pero resulta más complicado hacer una comparación precisa, por lo que se opta por usar el salario mínimo, ya que es un indicador más representativo. Además, es más fácil de comparar con otros países donde la forma de medir el salario promedio varía.