En medio de un nivel de tensiones que se hacía cada vez más fuerte, el gobierno decidió una baja temporal de retenciones para el campo. Una especie de rescate con fechas de caducidad (hasta junio) para un sector cuyos precios se desplomaron (a nivel internacional) y el tipo de cambio al cual tienen que liquidar es claramente desfavorable. Luis Caputo, que se quejó en los últimos por los pedidos explícitos de baja de impuestos que prometió Javier Milei en campaña, abortó con la medida lo que hubiera sido una tensa reunión con la Mesa de Enlace en los primeros días de febrero.
La quita anunciada por el gobierno será desde el lunes 27 de enero y tendrá vigencia hasta el lunes 30 de junio. Los porcentajes de los derechos de exportación sobre los granos quedarán de la siguiente manera durante ese período: soja pasará de 33% a 26%, derivados de soja de 31% a 24,5%, trigo, cebada, sorgo y maíz tributarán 9,5% en lugar de 12%, girasol bajará de 7% a 5,5%.
Según la publicación especializada Bichos de Campo, esta baja temporal de los derechos de exportación a los granos podría llegar a representar en el mejor de los casos una inyección cercana a los 2.000 millones de dólares para las finanzas de los productores agrícolas.
Empresas del campo, en crisis
Sea como fuere, el mundo del agro había cerrado el 2024 con incertidumbre y noticias preocupantes. Durante la última semana del año pasado, varias empresas de referencia entraron en default. Dos de sus principales actores, Los Grobo y Agrofina, ambas pertenecientes al Grupo Los Grobo, habían anunciado su incapacidad para hacer frente a sus obligaciones financieras. Red Surcos, de la familia santafesina Calvo, tampoco pudo afrontar el pago de ON.
"El debate es si se trata de casos puntuales de compañías con debilidades de gestión que derivaron en problemas de liquidez (y/o de solvencia) o si son la punta de un iceberg que esconde una crisis más sistémica", dice un reciente informe de IERAL Fundación Mediterránea.
Si bien los indicadores disponibles no revelan el desarrollo de una crisis generalizada, al menos no en el corto plazo, advierten que en el actual contexto de precios deprimidos y moneda fuerte, "un revés climático que afecte los rendimientos podría ser crítico, particularmente para productores que trabajan sobre campos alquilados".
La soja por el piso
IERAL dice que la caída de los precios enciende las luces de alerta que, quizás con esta medida, temporalmente pueden capearse. En el mercado internacional (Chicago) la soja promedió US$ 361 la tonelada en diciembre 2024. Este precio se ubica 27% por debajo de la cotización promedio del período 2002 – 2023 (US$ 491 la tonelada, en dólares de poder de compra constante) y debe retrocederse hasta fines del año 2006 para encontrar valores más bajos. Actualmente está rondando los US$ 400 la tonelada.
Claro que a ese precio en el mercado local es menor por las retenciones. El informe dice que al ajustar la serie por inflación se encuentra que el poder adquisitivo de la oleaginosa viene cayendo desde mediados de 2023 y se ubica actualmente casi 30% por debajo de la media del período 2002 – 2023. "En las últimas dos décadas el precio del grano sólo estuvo por debajo de los valores actuales en algunos pocos meses de los años 2015 y 2017", indican.
Brasil, el mayor beneficiario
IERAL sostiene que en un contexto de bajos precios internacionales, la dinámica del tipo de cambio y la elevada presión tributaria "siguen jugando en contra de los productores locales". Y hacen la comparación con lo que sucede en Brasil.
"El hecho de que en el país vecino no se castiguen las exportaciones hace que los granos valgan más y que, por tanto, la empresa agrícola equilibre su ecuación económica con menores rindes", afirma.
Para tener referencia, entre los años 2002 y 2023 un productor de Brasil recibió en promedio unos US$ 148 más por cada tonelada de soja que uno de Argentina (+40%) y en el 2024 esa brecha fue también del 35-40% en favor del país vecino.
"Recuperar la competitividad de un sector complicado por precios a la baja y una moneda fuerte requiere avanzar en la eliminación de los Derechos de Exportación y continuar con todas aquellas reformas que permitan incrementar la productividad y alinear precios internos de insumos y bienes de capital con sus valores de referencia internacional", afirma IERAL de Fundación Mediterránea.