Una misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezada por el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental Luis Cubeddu está en Buenos Aires para iniciar los contactos con el equipo económico. El primer destino fue Reconquista 266, donde están las oficinas del Banco Central que preside Santiago Bausili. No es azaroso: el tema que traba hace meses un acuerdo amplio y con fondos frescos es la cuestión cambiaria. La discusión pasa ahora por el compromiso que tiene que adoptar el gobierno bajo un nuevo entendimiento en el sentido de cuándo (y cuánto) liberar el dólar. O sea, ya no se pide solo por el cepo, sino que el tipo de cambio "flote" de alguna manera.
Según supo El Observador, quien está a cargo del diseño del próximo esquema cambiario es el vicepresidente de la entidad, el ex JP Morgan Vladimir Werning. El funcionario es quien "pinponea" con los técnicos del FMI posibles escenarios para ir liberando el tipo de cambio, pero con muchos cuidados ya que el gobierno no quiere sobresaltos. De ahí las últimas declaraciones de Javier Milei en el sentido de que tienen que estar dadas las condiciones para liberar el cepo y unificar.
Se cree que Argentina tendrá amplio apoyo del republicano pero que tendrá que convencer a otras potencias de Europa de incrementar la exposición ante el país. En el gobierno quieren tener el acuerdo cerrado y sellado para marzo. El tiempo que se demore Trump en levantar el teléfono para pedir por la Argentina de Milei Se cree que Argentina tendrá amplio apoyo del republicano pero que tendrá que convencer a otras potencias de Europa de incrementar la exposición ante el país. En el gobierno quieren tener el acuerdo cerrado y sellado para marzo. El tiempo que se demore Trump en levantar el teléfono para pedir por la Argentina de Milei
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Javier Milei y Kristalina Georgieva.
Gradualismo con el cepo cambiario
El Fondo cuestiona el atraso cambiaria que incurre el tipo de cambio oficial que, desde febrero se actualizará a un ritmo mensual incluso inferior (del 2% al 1%). Para el organismo, financiar a un país con un dólar artificialmente barato (por el cepo) va contra sus políticas.
Una posibilidad, escuchada en pasillos oficiales, es que en el futuro acuerdo no haya un plazo determinado para eliminar todas las restricciones sino una hoja de ruta. Gradualismo es lo que se escucha. Pero eso no necesariamente significa que el tipo de cambio oficial (con restricciones) pueda "flotar" de alguna manera.
Se sabe desde que Luis Caputo, actual ministro de Economía que pasó fugazmente por el BCRA durante el macrismo, quiere que sea un mercado del dólar intervenido. El Fondo acepta un tipo de cambio "flexible" con flotación "sucia".
Según supo El Observador, quien está a cargo del diseño del próximo esquema cambiario es el vicepresidente de la entidad, el ex JP Morgan Vladimir Werning. El funcionario es quien "pinponea" con los técnicos del FMI posibles escenarios para ir liberando el tipo de cambio, pero con muchos cuidados ya que el gobierno no quiere sobresaltos . Según supo El Observador, quien está a cargo del diseño del próximo esquema cambiario es el vicepresidente de la entidad, el ex JP Morgan Vladimir Werning. El funcionario es quien "pinponea" con los técnicos del FMI posibles escenarios para ir liberando el tipo de cambio, pero con muchos cuidados ya que el gobierno no quiere sobresaltos .
Intervención con reservas por el dólar
Pero ni Caputo ni Milei creen, en serio, en la "libre flotación" de la moneda. De hecho, el Central actual interviene vendiendo dólares en el mercado de bonos para contener la brecha. Estima Adcap, la compañía financiera de Javier Timerman, que ya soltaron más de US$ 700 millones en enero para que los dólares financieros (MEP y CCL) no superen los $1.200.
Por eso Milei habló de unos US$ 11.000 millones para ir levantando el cepo. Esto significa que buscan ese monto como potencial artillería en medio de una "flotación administrada", pero flotación al fin. "El mercado va testear al gobierno cuando libera más el cepo y la moneda flote, lo que sea que vaya a flotar. Por eso necesitan tener un stock que les permita mostrar músculo", advirtió un banquero en estricto off the record. Las reservas netas del Central son negativas actualmente.
"Cuando viene la mala, los pesos salen debajo de las piedras para comprar dólares. Y Milei no es ingenuo como fue Macri. Lo tiene muy en claro", advertía el ejecutivo.
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El llamado de Donald Trump, la clave
El presidente quiere que el FMI ponga fondos frescos para rescatar las Letras Intransferibles que tiene el BCRA en cartera. Esos bonos fueron un invento del kirchnerismo que los utilizó para sacarle divisas al Central y dejarle "un papel pintado" en la contabilidad del Central. Esos títulos no cotizan y no se pueden vender en el mercado, o sea son ilíquidos. Milei quiere empalmar ese stock de títulos inutilizables al momento de intervenir por dólares contantes y sonantes. De ahí la definición en la entrevista a Bloomberg de que el pedido de dinero al Fondo no incrementará la deuda.
Pero ni Caputo ni Milei creen, en serio, en la "libre flotación" de la moneda. De hecho, el Central actual interviene vendiendo dólares en el mercado de bonos para contener la brecha. Estima Adcap, la compañía financiera de Javier Timerman, que ya soltaron más de US$ 700 millones en enero para que los dólares financieros (MEP y CCL) no superen los $1.200 Pero ni Caputo ni Milei creen, en serio, en la "libre flotación" de la moneda. De hecho, el Central actual interviene vendiendo dólares en el mercado de bonos para contener la brecha. Estima Adcap, la compañía financiera de Javier Timerman, que ya soltaron más de US$ 700 millones en enero para que los dólares financieros (MEP y CCL) no superen los $1.200
Claro que la última palabra la tendrá Donald Trump con su voto decisivo de EEUU en el board del Fondo. Se cree que Argentina tendrá amplio apoyo del republicano pero que tendrá que convencer a otras potencias de Europa de incrementar la exposición ante el país. En el gobierno quieren tener el acuerdo cerrado y sellado para marzo. El tiempo que se demore Trump en levantar el teléfono para pedir por la Argentina de Milei.
