Lo que importa
- Las empresas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) exigen un aumento en las tarifas o subsidios adicionales para hacer frente a los incrementos salariales pactados con la Unión Tranviarios Automotor (UTA), de lo contrario, advierten que no podrán garantizar los sueldos acordados.
- La paritaria con la UTA establece que los choferes comenzarán a recibir un salario básico de $1.140.000 en noviembre, cifra que aumentará a $1.200.000 en enero de 2025.
- Ante la falta de recursos, las cámaras empresarias del sector (AAETA, CEAP, CEUTUPBA y CTPBA) solicitaron al Gobierno nacional, y a los gobiernos de Ciudad y Provincia de Buenos Aires, una revisión del esquema de subsidios y tarifas para mantener la estabilidad del servicio.
- El Gobierno implementó un nuevo esquema de subsidios, basados en la demanda y eficiencia operativa, con el objetivo de asignar fondos según el número de pasajeros y los kilómetros recorridos. Las empresas advierten que no apoyan este sistema, y prefieren eliminar los subsidios o destinarlos solo a usuarios vulnerables.
- Desde el incremento tarifario en diciembre de 2022, el boleto mínimo subió un 600%, mientras que las transferencias de subsidios aumentaron solo un 78%, cifra insuficiente para enfrentar la inflación acumulada del 193% en el último año.
Contexto
¿Qué motivó la exigencia de las empresas de colectivos del AMBA para aumentar subsidios o tarifas?: La solicitud se origina tras el acuerdo salarial con la UTA, que establece un salario básico de $1.140.000 para los choferes a partir de noviembre y $1.200.000 para enero de 2025. Las empresas advierten que, sin un incremento en los ingresos provenientes de subsidios o tarifas, les será imposible solventar los sueldos pactados. Además, sostienen que los costos operativos del servicio se volvieron insostenibles en el contexto inflacionario actual, lo que los obliga a pedir una actualización del precio del boleto o mayores compensaciones.
¿Qué reclaman específicamente las cámaras empresarias?: Las cámaras AAETA, CEAP, CEUTUPBA y CTPBA, que agrupan a las líneas de colectivos del AMBA, solicitaron una actualización del boleto mínimo, que desde agosto es de $371, o bien una inyección mayor de subsidios. Argumentan que, para cumplir con el aumento salarial sin afectar el servicio, es esencial que las tarifas no queden congeladas hasta enero, de lo contrario, advierten que el sector no podrá cubrir los salarios de los choferes ni el mantenimiento de los vehículos.
¿Cuál fue la respuesta del Gobierno ante el pedido de las empresas de transporte?: La Secretaría de Transporte implementó un nuevo esquema de subsidios, el cual calcula las compensaciones con base en la demanda y la eficiencia. A través de una "Tarifa Teórica de Referencia", el sistema asigna subsidios conforme al número de pasajeros y la distancia recorrida por las líneas de colectivo. Según este modelo, se espera que los operadores ajusten los kilómetros recorridos en función de la demanda real, evitando prácticas ineficientes bajo un sistema de monitoreo y ajustes mensuales.
¿Qué posición tienen las cámaras empresarias frente a este nuevo esquema de subsidios?: Las cámaras manifestaron su descontento con el nuevo esquema y enfatizaron que prefieren eliminar los subsidios o bien dirigirlos exclusivamente a los usuarios que más los necesitan. Según un comunicado, las cámaras afirmaron que no fueron ellas quienes optaron por el actual régimen de compensaciones. Critican que el modelo de subsidios basado en demanda no cubre adecuadamente los costos operativos, y aseguran que no garantiza la estabilidad necesaria para cumplir con los términos acordados en las paritarias.
¿Cuánto aumentaron las tarifas de colectivo en el último año y cómo afecta esto a la demanda?: El precio del boleto mínimo de colectivo en el AMBA pasó de $53 en diciembre de 2022 a $371 en agosto de 2023, lo que representa un aumento del 600%. Este incremento provocó una reducción en el número de pasajeros transportados, con una caída estimada del 5%. Sin embargo, las empresas sostienen que el alza en tarifas no fue suficiente para cubrir el alza en los costos operativos, considerando que la inflación acumulada durante el último año alcanzó el 193%. Además, señalan que las transferencias por subsidios aumentaron solo un 78%, muy por debajo de la inflación.
¿Cuál sería el valor del boleto mínimo de colectivo según los cálculos privados y cuál es la postura del Gobierno?: Analistas privados calculan que, de acuerdo con el sistema de actualización tarifaria, el boleto mínimo podría pasar de los actuales $371 a $530. Sin embargo, el Gobierno indicó que no tiene intenciones de aprobar este aumento en el corto plazo. La prioridad, según las autoridades, es reducir la inflación y evitar generar un descontento social mayor. Además, desde el Ejecutivo nacional señalan que no habrá más transferencias de fondos a las empresas del sector, lo que deja en suspenso una posible solución a la demanda de las cámaras empresarias.
¿Cómo se coordina el nuevo esquema de subsidios con el sistema SUBE?: El Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte diseñaron este nuevo esquema de subsidios para coordinarlo con el sistema SUBE, el cual proporciona datos sobre el volumen de pasajeros y otros parámetros de eficiencia. Este enfoque permite un cálculo más ajustado a la demanda, de modo que los subsidios se asignan en función del flujo de pasajeros. El sistema también considera las tarifas reducidas para atributos sociales, así como los boletos integrados que combinan distintos medios de transporte.
Cómo sigue
Ante la negativa del Gobierno nacional y de las autoridades de Ciudad y Provincia de Buenos Aires a incrementar las transferencias de subsidios o aprobar una suba de tarifas, el futuro del servicio de colectivos en el AMBA enfrenta incertidumbres. Las empresas advirtieron que no podrán sostener los salarios acordados en paritarias ni mantener el servicio si la situación se mantiene, lo que podría traducirse en nuevas medidas de presión, como paros o reducciones en las frecuencias de las líneas.
Las cámaras empresarias manifestaron que la falta de respuesta podría repercutir negativamente en la "paz social" que intentaron preservar hasta el momento. Con más de 10 millones de transacciones diarias en el transporte público del AMBA, cualquier interrupción en el servicio tendría un impacto considerable sobre los usuarios, que ya enfrentan una situación económica compleja.
Por su parte, el Gobierno deberá equilibrar sus esfuerzos por controlar la inflación y evitar un aumento en el malestar social, con las demandas de un sector clave para la movilidad en la región metropolitana.