Arriazu considera que Argentina, al ser una economía bimonetaria, no puede aplicar los mismos esquemas cambiarios que otras economías. En este sentido, criticó la visión del FMI, que presiona por una mayor liberalización del mercado cambiario.
"Mi preocupación es que, obviamente, Argentina no va a devaluar. Pero al Presidente le gusta la flotación y al Fondo le gusta la flotación. Y mucho me temo que van a querer poner una flotación compacta parecida a la del 2018 y eso va a crear problemas", advirtió.
¿Por qué rechaza levantar el cepo de golpe?
Para Arriazu, la salida del cepo cambiario debe ser gradual y con control del tipo de cambio. Si el Gobierno hubiera eliminado las restricciones de manera abrupta en diciembre de 2023, el resultado habría sido una crisis inflacionaria severa.
"¿Qué habría pasado si Argentina hubiese flotado en diciembre del año pasado? Dejaba el tipo de cambio libre y eliminaba el cepo con una deuda por importaciones impagas de 40 mil millones de dólares y con reservas netas negativas. La gente iba a comprar 40 mil millones de dólares y no había 40 mil millones de dólares. ¿Qué cree que iba a pasar? Hiperinflación automática", argumentó.
Si bien considera que el cepo es una distorsión económica, sostiene que su eliminación debe realizarse con cautela para evitar una corrida cambiaria. "Yo soy enemigo del cepo, pero soy mucho más enemigo del colapso social", resumió.
¿Cómo debe manejarse el tipo de cambio?
El economista explicó que en Argentina el dólar es una unidad de cuenta, es decir, una referencia clave en la fijación de precios. Por lo tanto, cualquier movimiento del dólar tiene impacto directo en el costo de vida.
"Cuando el dólar se mueve en Argentina, se mueven todos los precios", señaló.
Bajo este esquema, Arriazu sostiene que el tipo de cambio debe estar controlado y no puede flotar libremente hasta que la economía deje de depender del dólar. "Cuando la gente se olvide del dólar, me va a importar un pepino lo que pase con esa moneda, como sucede en Brasil o en Chile", explicó.
¿Hay atraso cambiario en Argentina?
Arriazu reconoció que en los últimos meses hubo una apreciación del peso frente al dólar, lo que encareció algunos sectores de la economía. "El que vino con dólares en noviembre y vuelve hoy tiene que pagar 2,5 veces lo que pagaba antes en dólares", detalló.
Sin embargo, aclaró que el costo de vida en Argentina sigue siendo más barato que en otros países, especialmente en servicios como el transporte o el empleo doméstico.
"En todo lo que tenga que ver con lo exportable somos ligeramente más baratos, y en los servicios públicos y servicios en general somos claramente más baratos. Basta con comparar lo que sale un corte de pelo o una empleada doméstica por hora acá y en otros países", analizó.
Para resolver el problema de la inflación y los precios relativos, Arriazu planteó que es necesario eliminar la indexación de precios. Según él, la suba de tarifas, salarios y otros costos genera una "calesita de precios relativos" que mantiene la inflación en niveles elevados.
"Si no parás esa calesita, nunca vas a parar la inflación", advirtió.
¿Cuáles son los riesgos globales que podrían afectar a Argentina?
Más allá de los desafíos internos, Arriazu alertó sobre el riesgo de una crisis internacional que podría impactar en la economía argentina.
Según el economista, existe la posibilidad de una combinación de "burbuja financiera y guerra comercial", que podría generar una crisis similar a la Gran Depresión de 1929.
"Explosión de una burbuja es que el precio de los activos caen, entonces la gente es más pobre. Y si coincide con una guerra comercial, arma la Gran Depresión", explicó.
Arriazu recordó que en 1929 la crisis comenzó con el colapso de los mercados financieros y se profundizó cuando Estados Unidos aplicó aranceles del 40% a las importaciones, lo que generó represalias de otros países.
"Hoy en día están haciendo exactamente al revés, están volviendo a los errores de la década del 30", advirtió sobre la situación actual.
¿Cómo ve el futuro político y económico de Milei?
A pesar de sus advertencias, Arriazu se mostró optimista sobre la recuperación económica en la segunda mitad del año.
Además, destacó el respaldo popular con el que cuenta Javier Milei y calificó su llegada al poder como "un milagro político".
"El apoyo principal de Milei, en realidad, es la clase más pobre. No son los más ricos, son los más pobres que dicen ‘ya intenté todo, me embromaron todo, me robaron todo. Al menos este loco, vamos a ver qué es lo que hace, estoy dispuesto a tener la esperanza’", reflexionó.
Cómo sigue
El Gobierno se prepara para avanzar con la flexibilización del cepo cambiario en el marco de un acuerdo con el FMI, pero las advertencias de Arriazu ponen en duda la viabilidad de una flotación cambiaria sin riesgos.
El debate sobre la estabilidad del dólar y el impacto de los precios sigue abierto. Mientras tanto, Milei apuesta a la reducción de la inflación y a una reactivación económica en el segundo semestre.
En el plano internacional, los riesgos de una crisis global podrían afectar las proyecciones para Argentina, lo que sumaría nuevos desafíos al Gobierno en su intento de estabilizar la economía.
