Contexto
¿Por qué el Banco Central decidió bajar la tasa de interés?
El directorio del Banco Central (BCRA), liderado por Santiago Bausili, dispuso la reducción de la tasa de referencia de 32% a 29% nominal anual, equivalente a una tasa efectiva mensual del 2,42%. La decisión responde, según el comunicado oficial, a la “consolidación observada en las expectativas de baja de la inflación”.
Este recorte es el noveno desde la llegada de Javier Milei al poder. En diciembre de 2023, cuando asumió la nueva gestión, la tasa de referencia se encontraba en el 133% nominal anual, lo que significaba rendimientos muy elevados para los depósitos en pesos. Desde entonces, el Gobierno ha ido reduciendo progresivamente las tasas con el argumento de que la inflación comenzó a desacelerarse y que era necesario bajar el costo del financiamiento.
El nuevo ajuste se produce en paralelo con otra decisión clave: el cambio en la política cambiaria, ya que a partir del lunes el dólar oficial se devaluará a un ritmo del 1% mensual en lugar del 2% que regía hasta ahora. Ambas medidas forman parte de una estrategia para reducir la inflación y estabilizar la macroeconomía.
¿Cómo afecta la medida a los ahorros en pesos?
Uno de los efectos inmediatos de la baja de tasas será la reducción de los rendimientos de los plazos fijos en pesos. En las últimas semanas, las tasas que ofrecen los bancos ya se encontraban en torno al 30% anual, y con este nuevo recorte podrían ubicarse aún más abajo.
Para los ahorristas, esto significa que el incentivo para mantener depósitos en pesos se reduce, lo que podría generar un aumento en la demanda de dólares o en la búsqueda de activos financieros alternativos. Sin embargo, el Gobierno apuesta a que la expectativa de menor inflación haga que los ahorros en pesos sigan siendo atractivos en términos reales.
El rendimiento de los plazos fijos quedó muy por debajo de la inflación proyectada para el primer trimestre de 2025. Si bien la inflación de diciembre fue del 2,7% y la de noviembre del 2,4%, algunos analistas consideran que aún es prematuro suponer una tendencia de estabilidad.
¿Qué impacto tendrá en el dólar y en la economía?
El recorte de tasas coincide con un cambio en la política cambiaria: a partir del lunes, el dólar oficial ajustará su valor en un 1% mensual en lugar del 2%. Este movimiento busca evitar presiones inflacionarias adicionales y consolidar la estabilidad cambiaria.
Sin embargo, existe el riesgo de que la combinación de menores tasas en pesos y un ritmo más lento de devaluación genere incentivos para la dolarización de carteras. Según un informe de la consultora 1816, “si no hubiese operado una baja en la tasa de interés en pesos, esta quedaría en 1,7% efectiva mensual medida en dólares oficiales. Con la reducción, la ganancia potencial se ubica en torno al 1,42%”.
El llamado carry trade, es decir, la estrategia de los inversores de obtener ganancias en pesos y luego pasarlas a dólares, sigue siendo atractivo con la tasa actual, pero si la inflación no sigue en baja, la tendencia podría revertirse y presionar al mercado cambiario.
¿Qué riesgos existen con la nueva estrategia?
Si bien el Gobierno sostiene que la baja de tasas responde a la menor inflación y que permitirá reducir el costo del crédito, algunos analistas advierten que el ajuste puede traer riesgos si no se implementa con cautela.
Uno de los principales peligros es que una baja abrupta de tasas desincentive la demanda de instrumentos en pesos, lo que podría generar una presión sobre el dólar y la inflación. Además, una menor tasa de interés podría impactar en el financiamiento a empresas y afectar el consumo, en un contexto en el que la actividad económica aún muestra señales de debilidad.
El economista Federico Machado destacó que “el BCRA baja la tasa en vísperas de la disminución del crawling-peg. La tasa en dólares oficiales se ubica a partir del lunes en 18% efectiva anual”, lo que podría modificar la dinámica de inversión en moneda local.
En el mercado también señalan que, si bien la política monetaria actual ha contribuido a reducir la brecha cambiaria y a fortalecer las reservas, todavía persisten desafíos en términos de credibilidad y confianza. La sostenibilidad de esta estrategia dependerá de la evolución de la inflación y de la capacidad del BCRA para seguir acumulando reservas sin generar distorsiones en el mercado cambiario.
¿Cómo se compara con las políticas anteriores?
Durante la gestión de Alberto Fernández, el Banco Central mantuvo tasas de interés muy elevadas para intentar contener la inflación y evitar una mayor presión sobre el tipo de cambio. En ese período, la tasa de referencia llegó a estar en el 133% nominal anual.
En cambio, el equipo económico de Milei ha optado por una estrategia diferente: reducir progresivamente la tasa de interés para estimular el crédito y evitar un sobrecosto en la financiación del Estado. Sin embargo, la clave estará en encontrar un equilibrio que evite un aumento en la demanda de dólares y una aceleración inflacionaria.
Cómo sigue
La nueva tasa de interés del 29% nominal anual entrará en vigencia este viernes 31 de enero. El mercado estará atento a los efectos de la medida, especialmente en la cotización del dólar y en los niveles de demanda de pesos en los próximos días.
A partir del lunes, se implementará el nuevo ritmo de devaluación del 1% mensual, lo que marcará el inicio de una etapa clave en la estrategia económica del Gobierno.
Se espera que en las próximas semanas el Banco Central siga evaluando la evolución de la inflación y del mercado cambiario antes de tomar nuevas decisiones sobre las tasas de interés. Analistas consideran que, si la inflación sigue en descenso y no hay sobresaltos en el dólar, podrían producirse nuevos recortes en los próximos meses.