Desde diciembre, habrá aumentos en la luz, gas, nafta y agua en el AMBA. Los detalles de las subas, los porcentajes y los efectos esperados
Aumentos en tarifas: El Gobierno confirmó que a partir de diciembre habrá subas del 2% en la tarifa de electricidad, 2,7% en gas y 1% en el impuesto a los combustibles. Además, las tarifas de agua en el AMBA subirán un 3%.
Impacto en los precios: La nafta y el gasoil sufrirán un incremento de hasta el 3%, aunque las estimaciones más conservadoras hablan de un ajuste cercano al 2%. Los precios en las estaciones de servicio podrían alcanzar los siguientes valores: $1.109 para la nafta súper y $1.371 para la nafta premium.
Razones del ajuste: Los aumentos están vinculados a la política fiscal del Gobierno, que busca reducir los subsidios y alinear las tarifas con los costos reales de producción, lo que incluye una menor asignación de recursos públicos a la energía.
Evolución de tarifas: Las boletas de electricidad y gas acumulan fuertes incrementos, con aumentos del 189% en la luz y 564% en el gas hasta noviembre. Además, las tarifas de agua en el AMBA se cuadruplicaron en 2023.
Distribución de los subsidios: Los sectores más altos y las industrias pagan el 93% del costo de la electricidad y el gas, mientras que los usuarios de bajos ingresos cubren una fracción mínima de estos costos, beneficiándose de subsidios del Estado.
¿Cuáles son los aumentos confirmados para diciembre?
En diciembre, las tarifas de luz subirán un 2%, las de gas un 2,7%, y el impuesto a los combustibles aumentará un 1%. Estos incrementos afectarán a los consumidores en todo el país, con precios de la nafta y el gasoil que podrían aumentar un 3%, aunque en algunos casos, como en la Patagonia, los ajustes serán mayores para alinear los precios a nivel nacional.
¿Por qué se aplican estos aumentos?
Los aumentos de tarifas forman parte de un proceso de ajuste fiscal impulsado por el Ministerio de Economía, encabezado por Luis Caputo. La política de reducción de subsidios busca alinear las tarifas de los servicios públicos con sus costos reales de producción, en un esfuerzo por reducir el gasto público. La menor asignación a subsidios ha permitido una caída del 34,4% en el gasto público en este rubro hasta octubre de 2023, aunque ello ha repercutido directamente en los usuarios, quienes enfrentan aumentos constantes.
¿Cómo afectan estos aumentos a los usuarios?
Los usuarios de electricidad y gas verán incrementos en sus boletas durante los próximos meses. Para la electricidad, el aumento del 189% acumulado hasta noviembre refleja una presión constante sobre los hogares, especialmente con el inicio de la temporada de calor y el uso de aires acondicionados. Por su parte, el gas acumula un aumento de 564%, y se espera que los precios sigan subiendo, con un 2,7% adicional en diciembre.
En el caso del agua en el AMBA, el ajuste será del 3% en diciembre, lo que se suma a un aumento acumulado de casi 320% en lo que va del año, especialmente después del incremento de 209% en abril. Este tipo de ajustes han permitido que empresas como Aysa operen sin depender de transferencias estatales, pero el impacto en los hogares sigue siendo significativo.
¿Qué ocurre con la nafta y el gasoil?
El aumento en el precio de los combustibles líquidos (nafta y gasoil) será también una de las principales preocupaciones para los consumidores. El 1% de aumento en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) se sumará a las subas del 2,7% en el gasoil y nafta. A su vez, las petroleras, encabezadas por YPF, ajustarán los precios en un 2%, aunque en algunas regiones, como la Patagonia, los incrementos podrían ser mayores para acercar los precios a los del resto del país. A nivel de precios en estaciones de servicio, si se aplica un incremento del 3%, la nafta súper pasará de $1.077 a $1.109, mientras que la premium aumentará de $1.332 a $1.371. En el caso del diésel, la nafta Infinia diésel subirá de $1.343 a $1.383.
¿Cómo se distribuyen los subsidios en estos servicios?
La distribución de los subsidios sigue un esquema en el que los sectores más altos (industriales, comercios y hogares de ingresos elevados) cubren la mayor parte de los costos de los servicios. En el caso de la electricidad, los hogares de bajos ingresos solo cubren el 26% del costo, mientras que las industrias y comercios de mayores ingresos pagan el 93%. Lo mismo ocurre con el gas, donde los usuarios más pobres solo cubren un 23%, y los de mayores ingresos, un 64%. El resto del costo es subsidiado por el Gobierno.
¿Qué esperar de los próximos aumentos?
El ajuste fiscal y la reducción de subsidios seguirán siendo el centro de la política económica en el corto plazo. Los aumentos de diciembre no parecen ser los últimos, ya que el Gobierno continúa buscando ajustar las tarifas a los costos reales de producción. A lo largo de 2024, se espera que los incrementos en tarifas de luz, gas, nafta y agua sigan siendo graduales pero constantes, lo que afectará aún más a los hogares argentinos.
¿Cómo influirá este proceso en la inflación?
El impacto de estos aumentos en la inflación será significativo. A pesar de que los ajustes están pensados para controlar el gasto público y evitar grandes sobresaltos, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sigue siendo una preocupación central. En octubre, los precios de los servicios subieron un 165%, mucho más que los bienes, lo que implica que los aumentos en los servicios públicos seguirán presionando los precios en general. Se espera que los incrementos de diciembre estén dentro del promedio de inflación mensual del 2,7%, aunque es probable que se sigan registrando subas en los meses siguientes.
¿Habrá ajustes adicionales en los combustibles?
En cuanto a los combustibles, el ajuste del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos es solo el primer paso. El Presupuesto 2025 ya anticipa un aumento mayor en el ICL para compensar la pérdida de recaudación por la eliminación del Impuesto PAIS. En el futuro, los precios de la nafta y el gasoil podrían experimentar nuevos incrementos, especialmente si se confirma la tendencia de aumentos en el precio del barril de petróleo en los mercados internacionales.
¿Qué más se puede esperar en 2025?
El próximo año se proyecta una mayor presión sobre los subsidios, lo que podría llevar a nuevos ajustes en las tarifas de servicios. Además, el Gobierno está ajustando el presupuesto para adaptarse a la eliminación de ciertos impuestos, lo que afectará las finanzas públicas. Esto podría implicar mayores subas en los precios de los servicios, aunque también es posible que los incrementos sean más moderados para no exacerbar la inflación.
