Contexto
¿Qué significa que el riesgo país baje de 600 puntos?
El riesgo país, medido por JP Morgan, refleja la confianza de los inversores en la capacidad de un país para cumplir sus compromisos financieros. Una caída a 578 puntos indica menor percepción de riesgo, lo que puede traducirse en mejores condiciones para el acceso al crédito y un entorno más favorable para la inversión.
¿Qué factores impulsaron este descenso?
La baja del riesgo país responde a varios elementos:
- Estabilidad fiscal: El gobierno de Javier Milei ha implementado políticas ortodoxas para reducir el déficit fiscal.
- Reservas crecientes: Gracias a operaciones financieras internacionales y compras de divisas, las reservas del Banco Central aumentaron a USD 32.774 millones.
- Confianza del mercado: La recaudación tributaria creció un 205,6% interanual, superando ampliamente la inflación, y los bonos soberanos se valorizaron notablemente.
¿Qué papel juega el FMI en este escenario?
Argentina espera renegociar un acuerdo con el FMI relacionado con un préstamo de USD 44.000 millones de 2018. La mejora en los indicadores financieros fortalece la posición del gobierno en estas conversaciones y abre la puerta a la llegada de nuevos fondos internacionales.
¿Cómo afecta esto al mercado local e internacional?
El descenso del riesgo país ha impactado positivamente en la cotización de acciones y bonos argentinos. Los papeles de empresas como Mercado Libre y Globant registraron subas significativas en la Bolsa de Nueva York, reflejando una mayor confianza de los mercados internacionales en el panorama económico del país.
¿Existen riesgos o limitaciones?
Aunque el Gobierno ha logrado avances significativos, la presión sobre las reservas sigue siendo un desafío. Los pagos a bonistas, como los USD 4500 millones de esta semana, continúan erosionando las reservas netas. Además, para atraer financiamiento externo, será necesario que el riesgo país caiga aún más, idealmente a niveles cercanos a los 400 puntos básicos.
Cómo sigue
El Gobierno buscará consolidar esta tendencia descendente del riesgo país mediante el mantenimiento de un equilibrio fiscal y la implementación de medidas económicas ortodoxas. En el corto plazo, los próximos vencimientos de deuda y la necesidad de reforzar las reservas netas marcarán la agenda económica.
De cara a 2025, se espera que Argentina retorne a los mercados internacionales de crédito, lo cual dependerá de que se mantenga la confianza de los inversores. Las negociaciones con el FMI también serán clave para garantizar una estabilidad financiera sostenible en el mediano plazo. A pesar de los logros recientes, el país enfrenta el desafío de evitar nuevos desequilibrios cambiarios y fortalecer sus reservas internacionales.