Contexto
¿Qué significa este dato para la economía argentina?
La inflación de noviembre, de 2,4%, marca el menor aumento mensual de precios desde la pandemia en 2020. Este indicador confirma una tendencia de desaceleración que comenzó en octubre, cuando el índice fue del 2,7%. Según el INDEC, el acumulado interanual es del 166%, reflejando todavía un escenario de alta inflación en términos históricos, pero con señales de estabilización.
¿Cuáles fueron los sectores más afectados?
Educación registró el mayor incremento en noviembre, con un alza del 5,1%, impulsado por aumentos en las tarifas de colegios privados. Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles también mostraron subas relevantes, del 4,5%, debido a ajustes en tarifas y servicios básicos. Por el contrario, Alimentos y bebidas no alcohólicas, un rubro clave para las familias, subió apenas 0,9%.
¿Qué rol jugaron las políticas del Gobierno?
La desaceleración de los precios responde en buena parte al fuerte ajuste incluido en el plan económico del Gobierno, que transformó el fuerte déficit fiscal de la gestión anterior en varios meses consecutivos de superávits. Además ha influido la estrategia del Banco Central, que ha mantenido el ajuste del dólar oficial en un ritmo mensual controlado del 2%, y también medidas como la reducción de la tasa de interés y la contención de tarifas han contribuido a este escenario. El presidente Javier Milei afirmó que, de confirmarse dos meses más con una inflación similar, el crawling peg se reducirá al 1%.
¿Cómo se compara con proyecciones previas?
Consultoras y analistas esperaban un índice cercano al 2,8% para noviembre. La cifra final, de 2,4%, sorprendió positivamente y se ubicó incluso por debajo de las expectativas oficiales y del mercado. Sin embargo, persisten desafíos, ya que la inflación podría repuntar en diciembre debido a factores estacionales.
¿Qué impacto tiene en los consumidores?
Aunque la baja inflación mensual alivia en parte las expectativas, el poder adquisitivo de los hogares sigue comprometido. Informes recientes indican que los ingresos disponibles para consumo cayeron casi un 14% en términos reales en comparación con noviembre de 2023, debido a subas en servicios como transporte, electricidad y alquiler.
Cómo sigue
El dato de noviembre refuerza las expectativas de estabilidad económica, pero el camino hacia una inflación controlada sigue siendo incierto. El Gobierno buscará consolidar la tendencia en diciembre, enfrentando factores estacionales como el aumento típico en consumo y precios.
Si la inflación mensual se mantiene en los niveles actuales, el Banco Central podría reducir el ritmo de devaluación del dólar oficial al 1%, lo que ayudaría a contener aún más los precios. Sin embargo, los desafíos persisten: las subas proyectadas en el precio de la carne y los costos de servicios podrían impactar en el índice de diciembre.