Contexto
¿Qué cambios trajo la desregulación del mercado?: En abril de 2024, el gobierno eliminó el control regulatorio del INYM, que establecía precios de referencia para la hoja verde y la yerba canchada. Esto permitió que los precios fueran definidos por acuerdos entre productores y actores de la cadena productiva, generando un escenario competitivo basado en la oferta y la demanda.
¿Cómo impactó la desregulación en los precios?: Entre abril y julio, los precios subieron un 23%, con picos del 35% en algunos casos. Sin embargo, desde agosto comenzaron a descender, alineándose con las expectativas del mercado. Actualmente, los precios están un 13% por encima de los niveles previos a la desregulación, pero su tendencia es a la baja.
¿Qué factores explican la caída de precios?: La sobreoferta de yerba mate, resultado de un ciclo de alta rentabilidad en los últimos cinco años, y las estrategias de supermercados para liquidar stocks a través de promociones, empujaron los precios hacia abajo. Además, el cambio en los hábitos de compra, con un aumento de las transacciones online, también jugó un papel en este fenómeno.
¿Qué rol juegan los productores pequeños en este escenario?: Los pequeños productores, principalmente de Misiones y Corrientes, son los más afectados por las fluctuaciones del mercado. Operando en superficies menores a 10 hectáreas, enfrentan desafíos como la caída del precio por kilo de yerba y condiciones climáticas adversas. Esto los coloca en una posición de desventaja frente a grandes empresas que dominan la etapa industrial y comercial.
¿Qué pasó con las importaciones de yerba mate?: La desregulación permitió importar yerba de Uruguay y Paraguay para fomentar la competencia. Sin embargo, los precios de estos productos son similares o superiores a los nacionales, lo que limitó su impacto en el mercado local.
Cómo sigue
El mercado de la yerba mate enfrenta un futuro incierto. Las dinámicas post-desregulación beneficiaron a las grandes empresas, pero dejaron a los pequeños productores más vulnerables. En el corto plazo, se espera que los precios continúen descendiendo debido a la sobreoferta y las promociones. Sin embargo, las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para equilibrar los intereses de todos los actores de la cadena y garantizar la sostenibilidad del sector. El desafío será fortalecer la competitividad de los pequeños productores y estabilizar el mercado frente a estas nuevas reglas.
