Contexto
¿Por qué se incrementaron los impuestos a los combustibles?
El Gobierno nacional dispuso una nueva actualización en los impuestos aplicables a la nafta y el gasoil a través del decreto 146/2025, publicado en el Boletín Oficial. La medida impacta directamente sobre el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el impuesto al dióxido de carbono, que se aplican al consumo de estos productos.
Según el Ejecutivo, esta decisión responde a la necesidad de mantener la previsibilidad en el sector energético y garantizar el equilibrio fiscal. La actualización incluye la incorporación de ajustes pendientes correspondientes a los cuatro trimestres de 2024, que habían sido postergados previamente para mitigar su impacto sobre el consumidor.
¿Cómo afecta el aumento a los precios de la nafta y el gasoil?
De acuerdo con los valores informados por la petrolera estatal YPF, el ajuste en los impuestos se traduce en una suba de entre el 1,88% y el 1,9% en los combustibles más consumidos. Los nuevos precios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son los siguientes:
- Nafta súper: $1.173 por litro (+1,9%)
- Nafta Infinia: $1.449 por litro (+1,89%)
- Diesel 500: $1.192 por litro (+1,88%)
- Infinia Diesel: $1.447 por litro (+1,9%)
Si bien el porcentaje de aumento parece moderado, la diferencia se vuelve más notoria al calcular el costo total de llenar un tanque. Un vehículo que necesite 50 litros de nafta súper pasó de gastar $57.550 en febrero a $58.700 en marzo, es decir, $1.150 más.
¿Qué argumenta el Gobierno sobre el impacto del ajuste?
Desde la administración nacional sostienen que la incidencia del aumento es baja en comparación con la inflación general. Según el decreto, el impacto directo en el precio final de los combustibles es de apenas un 0,4%, lo que, en términos oficiales, representa un ajuste menor en relación con el índice inflacionario registrado en enero de 2025.
Asimismo, el Gobierno recordó que los impuestos sobre los combustibles fueron congelados en febrero para evitar un salto abrupto en los precios y mitigar los efectos sobre los consumidores. Sin embargo, el Ejecutivo considera que la actualización era necesaria para seguir garantizando la sustentabilidad del sector energético, clave en el desarrollo económico del país.
Cómo sigue
A partir de la entrada en vigencia del aumento impositivo, los combustibles ya reflejan el ajuste en los surtidores. No se descartan nuevos incrementos en los próximos meses, ya que el decreto establece la aplicación de los impuestos diferidos de 2024 a partir del 1° de abril.
El impacto en la inflación dependerá de la evolución del resto de los costos asociados al combustible, como la variación en el precio del crudo y el tipo de cambio. En este contexto, el sector energético sigue de cerca las decisiones del Gobierno respecto a nuevas actualizaciones fiscales o eventuales aumentos adicionales en los valores de venta al público.