30 de octubre 2024 - 15:34hs

Fernando Arrayago, ingeniero civil, explicó en una entrevista con el periodista Luis Majul en el programa Majul 107.9, transmitido por El Observador 107.9, los posibles factores detrás del derrumbe del edificio en Villa Gesell. Durante la conversación, Arrayago ofreció detalles técnicos sobre la situación estructural de muchos edificios en la costa atlántica y la importancia de realizar inspecciones periódicas.

Arrayago confirmó que una de las hipótesis más fuertes en estos casos es la utilización de arena de mar sin un lavado adecuado, lo que introduce cloruros que con el tiempo pueden causar corrosión en el hierro de las estructuras de hormigón armado. "La arena del mar se usa, se lava, pero no pierde toda la sal", explicó el ingeniero. Al usarse en el hormigón, el cloruro ataca el acero, y en edificios antiguos, el deterioro es un proceso de corrosión que compromete la seguridad estructural.

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El ingeniero detalló que los edificios pueden "avisar" de su deterioro mediante fisuras visibles en las estructuras, especialmente en los balcones, donde las fisuras son comunes en la parte superior. Si un balcón colapsa, puede arrastrar otros en un efecto en cadena, aunque aclaró que esto no implica que haya sido la causa en el caso de Villa Gesell.

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Cuando Majul le consultó sobre la responsabilidad de utilizar arena de mar, Arrayago señaló que en los años 80 se desconocía en gran medida el impacto que los cloruros tenían en las estructuras de acero, lo que él calificó de "desconocimiento". Sin embargo, también admitió que, actualmente, en algunos casos sigue ocurriendo el mismo error, en parte, por cuestiones de costos.

Derrumbes y “vicios ocultos”: el riesgo de actividades en las cercanías

Arrayago enfatizó que los edificios no se caen solos. En su experiencia, este tipo de colapsos se activa generalmente debido a un “vicio oculto” en la estructura, que puede ser provocado por actividades cercanas, como excavaciones o reformas en edificios contiguos, que terminan afectando la estabilidad del edificio vecino. Sin embargo, aclaró que este no parece ser el caso de Villa Gesell, ya que no había construcciones adyacentes involucradas.

La tecnología moderna, como el uso de drones, permite analizar el estado de las estructuras desde arriba, algo que ha sido clave para observar que el edificio en Villa Gesell no colapsó sobre sí mismo, sino que cayó hacia un costado, afectando a una estructura adyacente.

Majul preguntó si el caso en Villa Gesell podría compararse con el derrumbe de un edificio en Miami que atrajo la atención mundial. Arrayago respondió que el edificio de Miami estaba siendo inspeccionado en el momento del colapso, y existía un informe previo que alertaba de su deterioro, pero no se tomaron las medidas necesarias. Este caso cambió la legislación en Miami, exigiendo revisiones periódicas de los edificios.

En Argentina, según explicó Arrayago, no existe legislación municipal o provincial que exija inspecciones regulares de las estructuras en función de la antigüedad de los edificios. Destacó que estos derrumbes son evitables, siempre y cuando se realicen inspecciones técnicas periódicas y se respeten las normativas al realizar cualquier tipo de obra en o cerca de una estructura.

Arrayago subrayó la importancia de que los permisos y notificaciones de obra no sustituyen a una buena praxis profesional, la cual debe estar enfocada en la seguridad estructural más allá de cumplir con trámites administrativos. "Hay que intervenir correctamente si uno quiere hacer una ampliación, un cambio de destino o una modificación", concluyó el ingeniero.

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