La periodista y conductora Yanina Latorre dedicó un extenso análisis al reality Love is Blind Argentina en su programa de radio Yanina 107.9. El formato, conducido por Wanda Nara y Darío Barassi, generó comentarios divididos por parte de la mediática, quien combinó elogios, críticas y observaciones humorísticas sobre los participantes y el desarrollo del show.
Latorre comenzó destacando la estética cuidada del programa, y señaló que no tiene “nada de marginalidad” y que su producción es de estilo ABC1, en contraste con otros realities más caóticos.
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“Wanda está divina, siempre muy bien maquillada y vestida. Todo es muy prolijo, limpio, con los participantes arreglados y perfumados, como si estuvieran listos para un desfile”, sostuvo.
Sin embargo, no tardó en hacer comparaciones: “Esto no tiene nada que ver con Cupido, que era un delirio bizarro. Acá la producción apunta a otro nivel, con escenarios cuidados y dinámicas más estructuradas”.
Entre el romance, drama y reality
Latorre explicó que la dinámica del programa consiste en que hombres y mujeres interactúan sin verse, separados por un vidrio esmerilado. Allí comienzan a tener citas, anotan sus preferencias y arman un ranking de afinidades. “Es como una app de citas, pero en vivo. Aunque la verdad, verlos llorar y decir ‘te amo’ sin haberse visto me pareció un poco ridículo”, expresó.
Uno de los momentos más llamativos del reality es cuando las parejas finalmente se ven cara a cara y, en algunos casos, se proponen matrimonio de inmediato. Yanina calificó este encuentro como “incómodo y teatral”, aunque destacó una pareja en particular: Santiago Martínez y Emily, a quienes describió como los más genuinos. “Tienen una calentura que se les cree todo. Él es empresario, ella periodista deportiva, y hasta fueron a pedir la mano de Emily en su familia”, relató.
La conductora también criticó a otros participantes, como un hombre que “pasa todo el día mostrando su físico” y otro que llegó a proponer matrimonio solo para arrepentirse después. “Hay de todo: gente intensa, personajes tóxicos, y parejas que se forman solo para terminar enfrentándose. Es un sube y baja emocional constante”, resumió.
Humor y obsesión por los detalles
Latorre admitió haberse involucrado más de lo que esperaba con el programa. “Me puse a buscar en Instagram a todos los participantes, a mirar sus historias y hasta a leer mensajes que me habían mandado algunos de ellos. Uno me escribió cosas como ‘qué buen cuerpo tenés’. ¡No puedo más!”, contó entre risas.
Con su característico tono irónico, criticó al participante Mauricio Zappacosta, a quien definió como “un papelón”. “Este chico, que estuvo en las PASO en 2021 y sacó el 0,41% de los votos, se pasea por Cancún en toalla y no para de decir pavadas. Encima ahora se la pasa molestando a su pareja, que ya no lo aguanta más”, agregó.
Por otro lado, Yanina destacó las diferencias en las parejas. “Hay una chica de 42 años, inteligente y reservada, que se niega a tener relaciones porque no quiere que su hijo la vea en televisión. Mientras tanto, su pareja parece no entenderlo y la presiona constantemente. Es un contraste enorme entre ellos”, explicó.
¿El amor es ciego?
El reality busca responder si el amor puede trascender las apariencias, pero para Latorre, las respuestas varían según el caso. Algunas parejas se muestran genuinas, mientras que otras caen en conflictos inevitables. “En Cancún, donde se van a convivir, empezás a ver quiénes realmente tienen química y quiénes no. Hay parejas que parecen sólidas y otras que se rompen enseguida”, comentó.
Yanina concluyó diciendo que el programa es “adictivo” y que, aunque al principio parecía no engancharla, terminó viendo capítulos de corrido. “Es tan entretenido que hasta me puse a hacer trabajo de investigación sobre los participantes. No sé si verlo mejora tu vida, pero te entretiene seguro”, cerró.