En el segundo día de Gran Hermano, el programa abrió con un anuncio en vivo de la inconfundible voz del Big. “Quiero referirme a los eventuales gritos provenientes de afuera y los protocolos que deberán cumplir”, comenzó el responsable de la casa.
“Está totalmente prohibido interactuar con alguien que les de un mensaje del exterior, ustedes no podrán gritar para establecer ningún tipo de diálogo con el afuera. Si están en el jardín y escuchan un grito deberán entrar a la casa y cerrar la puerta. Tampoco tienen permitido hablar ni hacer ninguna referencia entre ustedes acerca del grito que escucharon. De igual modo, si llegara a caer cualquier objeto al jardín tienen prohibido acercarse o recoger dicho objeto. Espero haber sido claro y que acaten estas disposiciones. No quiero verme obligado a tomar medidas antipáticas, gracias chicos, y buenas noches”, finalizó Gran Hermano.
De pronto, Santiago del Moro apareció en la pantalla del salón para dirigirse a los concursantes. “Los vi plenos, felices. Les quiero hablar de cuestiones básicas para este juego, que es una competencia. Cuiden la comida, chicos. Recién van a ir al súper el lunes o martes próximos. Se los digo porque hoy los vi cocinando y comiendo un montón, por eso cuiden el morfi como lo harían en su casa. Se los digo como amigo, porque la van a pasar fatal, y porque no les va a quedar nada. Quiero saludar a Jenifer, a Lourdes, a Santiago, a Juan Pablo y a Ezequiel porque quedaron finalistas para el juego del liderazgo”, expresó el conductor.
A continuación, ofreció más información sobre cómo funcionará la casa. “Como habrán visto, el gimnasio está casi pelado, para que haya más cosas, más máquinas, se las van a tener que ganar. ¿Vieron que también se cortó el agua?, también van a tener que cuidarla. Y vieron que enfrente de las bachas hay una especie de vitrina, ese va a ser el kiosco, semanalmente se van a exponer cosas que ustedes podrán canjear, pueden ser puchos, cosas ricas, golosinas, cosas que no estén en el supermercado. Pero van a tener que ponerse de acuerdo en cómo usar esos tickets dorados. Adáptense a este nuevo Gran Hermano que no tiene nada que ver con los que pasaron”, explicó Del Moro.
Poco después, el conductor solicitó a los finalistas que se dirigieran al área designada para la competencia, donde el resto de los participantes se acomodó en círculo para observar el desenlace. Los cuatro semifinalistas se prepararon para el desafío, intentando encestar algunas pelotas en los canastos que giraban en el centro del espacio. Al final, fue Santiago, el joven de Uruguay, quien se llevó el triunfo en la prueba semanal para convertirse en el líder. “Esto lo va a ayudar mucho pero también lo va a exponer”, proclamó Santiago Del Moro.
En una nueva visita a la casa, el presentador reunió a todos los concursantes frente al televisor en la sala y se dirigió de manera específica al uruguayo. “El jueves vas a tener que subir o bajar a alguien de placa, pero vos ahora lo vas a pensar y me vas a decir cuatro nombres de cuatro jugadores de esta competencia que mañana no van a poder nominar. Así, les sacás la posibilidad de nominar mañana. Analizalo vos solo y pensá qué te conviene a vos. Entonces, mañana van a nominar solo 20″, explicó. Además, tiene inmunidad.
“El primero es Petrona”, comentó el joven. “Porque de a poquito veo cómo se va armando gente con la que conecto y capaz que pienso que alguna de esas personas puede ser nominada”, explicó. “La segunda persona no va a ir al confesionario por lo mismo: porque siento que son personas que necesitan más tiempo para pensar a quién nominar, y es Sandra”, añadió. “Siento que es muy rápida la nominación pero hace solo 24 horas, no hay tiempo, estamos aprendiendo sobre la marcha y necesitamos un poco más de tiempo para pensar. La tercera persona que creo que le falta pensar un poco más es Jenifer”, continuó. “Les estoy sacando un peso de encima, es difícil nominar mañana”, puntualizó el líder de la semana.
Antes de revelar el nombre del cuarto concursante que no podrá nominar, Santiago, conocido como Tato, pidió mirarlos a todos. “Ya está. Insisto con los mismos motivos para todos: darle la chance de que nos conozca mejor a todos. La persona es Delfina”, declaró con firmeza.
En ese momento, la chica comenzó a llorar. “Siempre que tienen que elegir a alguien me eligen a mí. Me da bronca”, expresó la modelo de Tres de Febrero, mientras se limpiaba el maquillaje que había corrido por sus mejillas por efecto del llanto. Tras este episodio, el ambiente en la casa se volvió tenso, y todos comenzaron a pensar en estrategias para las nominaciones programadas para el miércoles.