Este viernes, la Justicia confirmó oficialmente que Ricky Maravilla es el padre biológico de Guadalupe Oliva, la joven que había estado buscando verificar su parentesco con el reconocido cantante de la movida tropical. Después de años de declaraciones y pruebas, la relación entre ambos quedó finalmente confirmada gracias a los resultados de ADN, a los que ambos se sometieron el 14 de agosto.
La noticia fue revelada en el programa "A la tarde" (América), donde Diego Esteves, panelista del ciclo, informó que aunque el laboratorio tardó siete días en procesar los datos, la abogada de Oliva pudo acceder a los resultados en solo 48 horas a través del sistema informático judicial. Además, se mencionó que Máxima Nicolasa Oliva, madre de Guadalupe, también participó en el análisis. El informe del laboratorio de genética forense concluyó que existe una compatibilidad genética del 99.99%, lo que confirma la paternidad de Ricky Maravilla.
La palabra de Ricky Maravilla y su hija
Cuando fue consultado sobre la situación, Ricky Maravilla expresó su disposición a aceptar la decisión de la Justicia. En un mensaje de audio enviado al periodista Daniel Ambrosino, dijo: “Es lo que dije siempre. Yo estoy a entera disposición de la Justicia. Agradezco el tiempo que se han tomado y bienvenido sea todo lo que dice la Justicia. Si esto es lo que dice, estoy de acuerdo. Perfecto”.
Más tarde, el intérprete de “Cuidado con la bomba” reflexionó sobre el momento en que Guadalupe decidió contactarlo: “Bienvenida sea esta chica, si se ha dado todo bien. Bueno, bienvenida. Lo único que puedo decir es que se ha esperado 40 años para recién ubicarme a mí, ahora me ubican y a través de un canal de televisión. Eso es lo que me duele y me molesta”.
En el programa, Guadalupe fue invitada por Karina Mazzocco a compartir sus sentimientos tras la confirmación de su vínculo con el artista. Ante la pregunta de la conductora sobre si esperaba que Ricky se acercara a ella después de conocer el resultado, Guadalupe respondió: “No lo espero pero si él quiere hablar conmigo, yo estoy dispuesta, pero lo dudo”. Con estas palabras, dejó abierta la posibilidad de establecer una relación con el cantante.
Guadalupe también reflexionó sobre su proceso de búsqueda de identidad, asegurando que había comenzado hace muchos años. Desde su perspectiva, siempre supo que Ricky Maravilla era su padre, lo que le generaba alivio tras la confirmación oficial. "Yo siempre hablé con la verdad. No es que me enteré de un día para el otro. Es algo que yo viví desde chica. El día a día fue saber que él era mi papá. Sabía que él tenía otra familia y para mi mamá siempre era una molestia tener que hablarle (a Ricky Maravilla) porque él también tenía su carrera y su vista ante la gente”, explicó.
Finalmente, Guadalupe mencionó que su madre estaba completamente segura de que las pruebas de ADN confirmarían lo que siempre habían sabido: “Ella ya sabía”. En cuanto a su nueva identidad, Guadalupe está considerando agregar el apellido del artista a su nombre, un paso que marcaría oficialmente su lazo familiar.
Un poco de la historia de Ricky Maravilla
Ricky Maravilla, el carismático cantante argentino, es una figura que, a lo largo de su carrera, conquistó a varias generaciones. Desde muy joven, enfrentó desafíos que lo moldearon. Su infancia estuvo marcada por la prematura muerte de su padre, lo que llevó a su madre a trasladarse a Buenos Aires en busca de un futuro mejor. Sin un lugar donde quedarse al principio, la familia pasó la primera noche en la estación Retiro, lo que demuestra las dificultades que enfrentaron en sus primeros días en la capital. Sin embargo, con el tiempo, lograron encontrar un hogar y Ricky comenzó a trabajar desde los 11 años para ayudar en la economía familiar.
Ricky siempre tuvo en mente el deseo de convertirse en ingeniero, un sueño que parecía inalcanzable, pero que nunca abandonó. Sin embargo, su pasión por la música emergió como una fuerza inevitable. Empezó a cantar con un grupo de amigos, explorando varios géneros hasta que finalmente encontró su lugar en la música tropical. “Nunca pensé que la música sería mi forma de vida. Mi idea era ser ingeniero”, comentó Ricky en una ocasión. Su primer gran impulso lo recibió de Oscar Anderle, autor de los clásicos de Sandro, quien lo descubrió en una confitería bailable y le ofreció grabar un disco. Fue entonces cuando nació el nombre artístico de Ricky Maravilla, inspirado por una anécdota de su nacimiento.
A principios de los años 90, Ricky ya era conocido en el ámbito musical, pero fue con el tema “Qué tendrá el petiso” que alcanzó la fama masiva. La canción, grabada con un ritmo tecno, se convirtió en un éxito que lo catapultó a los escenarios más prestigiosos de Argentina y Uruguay, permitiéndole codearse con personalidades de la talla de Mirtha Legrand y Susana Giménez. “Ese era el regalo que me tenían guardado Dios y los Reyes”, reflexionó Ricky en conversación con La Nación sobre ese momento de gloria.
En su vida personal, Ricky experimentó tanto la felicidad como el dolor. Se casó con Susana, madre de sus tres hijos, quien lo acompañó durante gran parte de su carrera, hasta su fallecimiento. Con el tiempo, Ricky encontró nuevamente el amor en Taki Nataly, con quien lleva más de 15 años de relación. “Siempre me acompañó en mi crecimiento y sufrió mucho mi ausencia por las giras”, recuerda Ricky con cariño sobre Susana.
A lo largo de su trayectoria, Ricky aprendió a valorar el sacrificio y la perseverancia, entendiendo que el éxito no llega de la noche a la mañana. “Gracias a Dios y al público estoy viviendo un momento especial, muy bonito. Ya llevo más de 35 años de trayectoria y soy un artista que fui escalando de a poquito”, dice con orgullo, reflejando su gratitud por todo lo que ha logrado.
Ricky Maravilla no solo conquistó a adultos, sino también a los más pequeños con sus canciones para niños, como las de "La granja de Zenón", lo que le permitió mantenerse vigente y querido por distintas generaciones. Y aunque muchos artistas podrían considerar el retiro tras una carrera tan exitosa, él sigue firme en su deseo de continuar en la música. “Nunca. Veo la respuesta de la gente, me siento bien, estoy perfecto en mis movimientos y voy a seguir”, asegura.
