La oposición gremial a Roberto Fernández dentro de la UTA movilizó la puerta de la sede del gremio para exigir la reapertura de las paritarias.
Choferes de 50 líneas de colectivo fuero a la sede sindical para reclamar que la UTA active lo mecanismos ante la secretaria de Trabajo para reabrir la paritaria.
Desde los sectores que cuestionan la conducción de Fernández señalan que hay una gran distancia entre el porcentaje de aumento de boleto que se acordó con las empresas y el monto que recibirán los choferes.
En ese marco, la movilización hacia la UTA de las facciones disidentes tiene dos objetivos claro: lograr la reapertura de la negociación salarial y empujar la salida de Roberto Fernández de la conducción del gremio. Ambas cosas, por ahora, están lejos de suceder.
Sin embargo, la interna sindical podría afectar la actividad normal del transporte de pasajeros en la Ciudad de Buenos Aires. Las disidencias internas comienzan a ser visibles. Hubo cortes en General Paz y ahora movilización a la sede del gremio. En ese marco, la posibilidad de asambleas que afecten el servicio está latente.
Desde la cúpula del gremio admiten fuera de micrófono que el Gobierno incumplió su palabra. Desde Economía le habría asegurado a Fernández que no habría suba de tarifas ni aumento de subsidio. Con ese argumento la paritaria se cerró por debajo del reclamo inicial.
Días más tarde, el Gobierno acordó con los empresarios una suba del boleto de 21% en tres tramos. Ese arregló del cual no fueron parte los sindicatos desató el conflicto interno de la UTA.
UTA, diálogo y traición
El gremio que conduce Fernández había dado sobradas muestras de predisposición al diálogo. En ese marco, la máxima ofrenda que le entregó al Gobierno fue el hundimiento del último paro general decretado por la CGT.
A esta hora, las relaciones entre la UTA y el Gobierno están cortadas. Fernández enfrenta puertas adentro un conflicto de compleja solución. En ese marco, la opción de hacer propio el reclamo opositor de la apertura de paritarias empieza a tomar fuerza.
El mes de junio será clave. La decisión de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que se declaró en estado de alerta y movilización empieza a ser vista como una posibilidad para que Fernández haga una pequeña demostración de fuerza.