En su reciente posteo en la red social X, Javier Milei compartió una reflexión inspirada en la parashá Toldot del Libro de Breishit (Génesis), que narra un episodio sobre Rebeca e Isaac. El Presidente recurrió a este fragmento para hacer una analogía con la coyuntura política del país, aunque sin mencionar nombres puntuales ni situaciones específicas.
En el texto, Milei relató cómo Rebeca, durante su embarazo, se sentía perturbada por los movimientos de sus hijos en su vientre: cuando pasaba por lugares de santidad, uno de los niños quería salir hacia allí, mientras que cuando transitaba por lugares impuros, el otro reaccionaba igualmente. Preocupada, la madre consultó a un profeta, quien le reveló que llevaba dos hijos muy diferentes: uno sería un líder del pueblo de Israel, y el otro, un hombre malvado, que buscaría hacer daño al primero y a su descendencia.
“¿Por qué se calma Rebeca cuando se entera de que tiene un hijo completamente malvado?”, se preguntó Milei. Y la respuesta, según el mandatario, radica en que la verdadera preocupación de Rebeca no era tener un hijo malvado, sino tener un hijo “tibio”, es decir, uno que no tuviera una ideología clara y que jugara para ambos lados.
“La preocupación de Rebeca era mucho mayor cuando pensaba que tenía un hijo sin convicciones, que no se definía, que jugaba para ambos lados. Pero cuando descubrió que uno de sus hijos jugaba claramente para un lado y el otro para el opuesto, ahí se calmó”, afirmó Milei, enfatizando el valor de la claridad ideológica y de la firmeza en las posiciones.
La moraleja de la reflexión, según Milei, es contundente: “Los que juegan para todos lados son los peores de todos, incluso mucho peor que el que es completamente malvado. Porque el malvado que se muestra como tal, lo tenemos identificado. En cambio, el que se comporta como bueno no sabemos nunca cuáles son sus verdaderas intenciones”.
Finalmente, Milei concluyó su mensaje con un tradicional “Shabat Shalom”, una expresión común en la comunidad judía para desear paz y descanso en el día sagrado del sábado.