La represión de la marcha del miércoles en las inmediaciones del Congreso impulsa el pedio de los gremios para que la central obrera convoque a una medida de fuerza
La CGT le pone fecha a un nuevo paro general.
Los gremios tomaron nota de la represión que se vio en las inmediaciones del Congreso en el marco de marcha convocada el último miércoles y que tenía como finalidad reclamar contra el ajuste que sufren los jubilados.
En ese marco, y casi en simultaneo a la represión desatada en el centro porteño, los gremios empezaron a activar los mecanismos internos de la CGT para que se convoque a una reunión de Consejo Directivo para analizar la situación y someter a consideración un plan de lucha.
Las charlas se extendieron hasta altas horas de la noche. Por ahora no hay fechas concretas. Pero muchos de los integrantes de las cúpula de la CGT entienden, como buena parte de universo de la política, que la luna de miel entre la sociedad y el Gobierno llegó a su fin.
Por esas casualidades del destino, esta tarde se llevará a cabo un acto en Salón Felipe Vallese del histórico edificio de Azopardo, que sellará el ingreso formal de la UTEP a la CGT. De la partida serán Juan Grabois, Alejandro “Peluca” Gramajo Secretario General de la UTEP, Pablo Moyano y Héctor Daer, entre otros.
Si bien la convocatoria al acto no tenía que ver estrictamente, lo sucedido ayer modificó absolutamente todo. Por eso, por estas horas, nadie descarta que haya un primer pronunciamiento sobre los pasos a seguir durante la tarde de hoy.
Una de las ideas que circulaba ayer por la noche en los diferentes cruces por whatsapp que mantuvieron los dirigentes tenía que ver con acelerar la convocatoria a una reunión de Consejo Directivo para la última semana de marzo. En ese esquema, las fechas tentativas para una medida de fuerza serían a partir de la segunda quincena de abril.
Si bien la represión de este miércoles aceleró los tiempos, lo cierto es que la CGT le había puesto fin a la tregua con el Gobierno en la primera reunión de mesa chica que se llevó a cabo este año.
“La decisión de confrontar con el Gobierno ya estaba tomada. La situación de los gremios y la presión de los trabajadores ya exigía un cambio de postura, pero lo de ayer aceleró todo”, explicó un experimentado de dirigente a El Observador.
En ese marco, desde la CGT aseguran que la medida de fuerza, antes de ser lanzada, ya cuenta con el apoyo de las dos CTA y de los gremios clasistas. Por lo que aseguran que la medida, en términos gremiales será exitosa.
