Lo que importa
- La Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió realizar un paro de 24 horas el jueves 31 de octubre en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tras no llegar a un acuerdo salarial con los empresarios.
- La UTA no se sumará al paro general de transporte impulsado para el miércoles 30 de octubre por la Mesa Nacional del Transporte, encabezada por sindicatos como Camioneros, ferroviarios y aeronáuticos.
- El sindicato, liderado por Roberto Fernández, busca diferenciarse de la protesta impulsada por el moyanismo y otras agrupaciones, centrando sus reclamos en mejoras salariales del sector sin posicionarse en contra del gobierno.
- La UTA busca un incremento retroactivo del 24,7% a agosto, mientras que las empresas alegan problemas de financiamiento debido a la disminución de ingresos por tarifas y subsidios.
- Esta división en los sindicatos genera incertidumbre sobre el impacto de ambas medidas de fuerza y su efecto en el transporte público y el abastecimiento.
Contexto
¿Por qué la UTA no se suma al paro general del miércoles 30 de octubre?
La UTA decidió no participar en el paro convocado por la Mesa Nacional del Transporte para este miércoles, con el objetivo de no alinearse a la postura del moyanismo y otros sectores sindicales de línea dura. Según declaraciones de un dirigente de la UTA, no desean quedar “cautivos del moyanismo” y prefieren que su medida de fuerza se interprete como un reclamo salarial hacia los empresarios y no como una protesta en contra del Gobierno de Javier Milei.
¿Cuáles son los motivos del paro convocado por la UTA?
El paro convocado por la UTA se debe a la falta de avances en las negociaciones salariales con los empresarios del sector. Los conductores de colectivos en el AMBA, que cobran un salario base de aproximadamente $1.060.000, buscan un ajuste del 24,7% retroactivo a agosto, lo que llevaría sus ingresos a $1.322.000 en diciembre. La falta de una propuesta concreta de aumento salarial llevó al sindicato a tomar esta medida.
¿Qué reclaman las empresas de transporte?
Las empresas del sector argumentan que enfrentan problemas financieros debido a una disminución de ingresos proyectados. Afirman que, entre tarifas y subsidios, han percibido $27.500 millones menos de lo necesario según la estructura de costos aprobada por la Secretaría de Transporte. Por su parte, la UTA sostiene que el Estado ha aumentado los subsidios en los últimos meses sin que eso haya significado mejoras salariales para los trabajadores.
¿Cómo afecta el conflicto a los servicios de transporte?
La decisión de la UTA de no adherirse al paro del miércoles 30 permitirá que el servicio de colectivos en el AMBA funcione con normalidad ese día, aunque el resto de los servicios de transporte, como trenes, camiones y aviones, se verán afectados por la medida impulsada por la Mesa Nacional del Transporte. Esto podría tener un impacto en la cadena de abastecimiento y la movilidad de los pasajeros. Al día siguiente, el jueves 31, el paro de colectivos de corta distancia anunciado por la UTA podría paralizar el servicio en el AMBA, afectando a miles de usuarios.
¿Qué antecedentes existen en la relación entre la UTA y otros sindicatos del transporte?
La UTA fue uno de los gremios fundadores de la Mesa Nacional del Transporte, creada para unificar fuerzas en los reclamos ante el Gobierno. Sin embargo, en las últimas semanas, el gremio se ha distanciado de otros sindicatos del transporte, liderados por figuras como Pablo Moyano. La UTA no asistió a las últimas reuniones de la Mesa, argumentando que estaba en proceso de negociación con los empresarios bajo el marco de la conciliación obligatoria, que venció el lunes 28 de octubre.
Cómo sigue
El desenlace de este conflicto sindical permanece incierto, ya que tanto la UTA como la Mesa Nacional del Transporte se mantienen firmes en sus respectivas medidas de fuerza. La huelga del miércoles de la Mesa Nacional pondrá en pausa gran parte del transporte y se espera que cause un impacto significativo en la actividad comercial y logística, al incluir sectores clave como trenes, camiones, transporte aéreo y servicios portuarios. Al día siguiente, el paro de la UTA afectará principalmente a los usuarios de colectivos en el AMBA.
A mediano plazo, es probable que los sindicatos continúen presionando en la negociación salarial y por el financiamiento adecuado del sistema de transporte público. En el caso de que no se logre un acuerdo satisfactorio, es posible que las medidas de fuerza se intensifiquen o se renueven en el futuro próximo, lo que podría afectar la rutina de los usuarios y complicar la operación de las empresas del sector.
