Contexto
¿Por qué la licitación de la Hidrovía es clave para la economía argentina?: La Hidrovía Paraná-Paraguay es una de las rutas comerciales más importantes del país, ya que por ella transita más del 80% de las exportaciones de granos y subproductos agrícolas. Su dragado y mantenimiento permiten la navegabilidad de los barcos que transportan estas mercancías hacia mercados internacionales.
¿Cuáles son las principales controversias en torno a la licitación?: Las principales críticas giran en torno a un presunto direccionamiento del proceso licitatorio en favor de Jan de Nul, empresa belga que tuvo la concesión durante 30 años hasta que en 2021 la gestión de Alberto Fernández decidió que pasara a manos del Estado. Empresas competidoras, como DEME y Rohde Nielsen, alegan que los requisitos del pliego limitan la competencia y favorecen a la firma belga.
Otro punto de conflicto es la duración del contrato: el adjudicatario podrá operar la Hidrovía por 30 años, con posibilidad de prórroga por otros 30. Algunas compañías, como la neerlandesa Boskalis, propusieron concesiones más cortas, de entre 10 y 15 años, para aumentar la competitividad del sector.
¿Qué argumentos presentan las empresas que intentan frenar la licitación?: DEME y Rohde Nielsen presentaron recursos judiciales alegando que el pliego de la licitación es “amañado” y favorece a Jan de Nul. Sin embargo, la Justicia ya rechazó una solicitud de medida cautelar en enero, indicando que se requiere un análisis más profundo del caso. Pese a este revés, ambas compañías volverán a recurrir a la Justicia tras el receso judicial.
La embajada de los Países Bajos también elevó una queja formal al Gobierno argentino, expresando que los plazos del proceso licitatorio son demasiado ajustados. La nota diplomática advierte que la licitación, que se extiende por menos de tres meses e incluyó feriados de fin de año, impide a las empresas presentar ofertas “buenas y completas”. Además, cuestiona el elevado monto de las garantías exigidas: US$ 20 millones en garantía de licitación y US$ 10 millones en garantía de impugnación.
¿Por qué se excluyó a la empresa china Shanghai Dredging?: Shanghai Dredging, una de las interesadas en participar del proceso, quedó fuera de competencia debido a una cláusula que impide la participación de empresas con capital estatal. Este criterio fue calificado como arbitrario por algunos especialistas y actores diplomáticos.
¿Qué tensiones políticas atraviesan el proceso?: El oficialismo asegura que la licitación se está llevando adelante con transparencia y acusa a la oposición de intentar trabar el proceso. Desde el Gobierno apuntan directamente contra el expresidente Mauricio Macri y su exministro de Transporte, Guillermo Dietrich, a quienes acusan de intentar influir en la licitación para favorecer a la empresa neerlandesa Boskalis.
Por su parte, desde el macrismo critican la lentitud del proceso y sostienen que el enfoque del Gobierno podría generar problemas en la modernización de la Hidrovía. Dietrich, en declaraciones recientes, afirmó que su postura busca que “a Argentina le vaya bien”, rechazando cualquier acusación de maniobra política.
¿Qué impacto tendrá la licitación en el futuro del comercio exterior argentino?: La empresa que obtenga la concesión tendrá a su cargo la modernización, ampliación, operación y mantenimiento del sistema de señalización y las tareas de dragado y redragado de la vía navegable troncal. El resultado de la licitación definirá las condiciones de navegación y los costos operativos para las grandes cerealeras y exportadores por las próximas décadas.
Además, la adjudicación influirá en la competitividad del sector agroindustrial argentino, ya que los costos de peaje serán determinantes para la rentabilidad de las exportaciones. En este contexto, las críticas sobre la posible falta de competencia en el proceso cobran especial relevancia.
Cómo sigue
El próximo 12 de febrero se abrirán los sobres con las ofertas de las empresas interesadas en la concesión de la Hidrovía. Se espera que al menos tres compañías presenten propuestas, aunque las denuncias y cuestionamientos al proceso podrían derivar en nuevas impugnaciones.
Las empresas que se sientan perjudicadas por el resultado de la licitación podrían recurrir nuevamente a la Justicia, lo que sumaría más incertidumbre a un proceso ya atravesado por disputas legales y políticas.