- Una: habrá un nuevo intento de provocación frente al Congreso; diseñado por los mismos "profesionales del caos" del miércoles pasado; disfrazado otra vez de "marcha por nuestros jubilados", a la que se sumarán "agrupaciones políticas y sociales".
- Y dos: el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, intentará que se apruebe el DNU del acuerdo con el FMI, para apurar el préstamo que la Argentina, ahora, parece necesitar con cierta urgencia.
El último viernes, en Expoagro, el presidente ratificó que, como le gusta decir a él mismo, nunca suele frenar en las curvas. Milei y Patricia Bullrich, pero también dirigentes como José Luis Espert están convencidos de que si aflojan o dudan ahora los peronistas van a acelerar y "se van a llevar al gobierno puesto".
Sin embargo hay, incluso, dentro del gobierno, ministros que se preguntan si la del miércoles pasado fue la manera correcta de enfrentar la provocación.
"La foto que se impuso no fue la del orden, sino la de la falta de control. Tampoco podemos tratar a los heridos con tanta desaprensión, por más que sean militantes y que hayan venido a provocar", me dijo un ministro que, sin embargo, caracterizó a la movilización de la semana pasada como un intento de golpe de Estado "no tradicional".
El reportero gráfico y militante Pablo Grillo sigue grave y con pronóstico reservado. Además Grillo, como se preveía, está siendo usado, igual que fueron usados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, y también Mariano Ferreyra, por gente muy miserable. Gente como el terrorista Mario Firmenich o el oportunista de Juan Grabois, quien esta semana dijo sin disimulo que quiere que Milei se vaya ya mismo.
Todavía no hay encuestas serias sobre cómo pudo haber afectado al gobierno lo que sucedió el miércoles pasado. Sin embargo, ya está claro que, aún antes del ataque a las fuerzas de seguridad, se venía registrando, en la imagen de Milei, una caída de por lo menos seis puntos.
Este es el último trabajo de Aresco que todavía no fue publicado en ningún medio. Fue cerrado justo a mitad de semana, antes de los hechos de violencia.
Acá se ve como la positiva de Milei, que en enero llegó a su pico máximo, 59.4 por ciento, en febrero bajó a 55.7 y en marzo siguió cayendo hasta 53 por ciento. Al mismo tiempo, la negativa, que en enero había alcanzado el 40.5 por ciento, aumentó hasta 45.7 por ciento para marzo.
Es decir: el saldo de positiva menos negativa sigue dando en verde: un 3 por ciento, pero lejos de los 9 puntos de enero. También se sabe que, durante las vacaciones, las opiniones de los consultados suelen ser más condescendientes.
Sin embargo, la pregunta del momento es: ¿Estamos frente a una tendencia clara a la baja o se trata de oscilaciones como las que hubo durante la marcha a favor de la Universidad Pública, donde parecía que Milei se venía a pique y enseguida volvió a subir?
Milei es un hombre de suerte
Porque esta semana, quizá una de las más difíciles desde que asumió, Mauricio Macri separó la paja del trigo y lo apoyó.
En realidad, puso las cosas en su lugar, al recordar que a su gobierno, en diciembre de 2017, le hicieron lo mismo. Su caracterización fue impecable. Repasemos los tres párrafos:
"En el año 2017, nuestro gobierno fue atacado en una movilización violenta muy similar a la de ayer. Lo hicieron desde la Plaza de los Dos Congresos con palos, piedras y bombas molotov, y desde adentro del Congreso, en una acción profesional coordinada con el exterior, por diputados del peronismo y de izquierda que buscaban crear un caos estratégico. Aquella escena tenía como objetivo directo desestabilizar a mi gobierno para que terminara mi mandato a la brevedad. Fue un auténtico intento de golpe de Estado, alentado y perpetrado por dirigentes opositores. Fracasaron, pero produjeron un daño inmenso".
"Ayer, en una escena idéntica, se movilizaron con el nombre de 'hinchadas argentinas' a barrabravas de distintos equipos de fútbol para ejecutar una nueva desestabilización de la democracia. Escudados en algunos pocos jubilados, los barrabravas pusieron en práctica los tres movimientos que repiten en estas situaciones: provocar a la policía, atacarla, victimizarse. Con la provocación buscan desequilibrar a las fuerzas para generar una reacción. Si esa táctica fracasa, pasan a atacar a la policía con piedras y palos. Cuando obtienen una respuesta proporcional a ese ataque, comienzan la etapa fundamental de esta maniobra desestabilizadora: victimizarse. El objetivo final que persiguen es crear en la opinión pública una imagen de alocada violencia estatal contra personas inocentes y trabajadoras que justifique interrumpir el orden democrático. Por eso ayer decían 'Esto no es democracia', 'Hay que sacarlos, ya' y otras consignas golpistas similares".
"Hablo acá en nombre del PRO: los argentinos tienen que saber que nuestro compromiso con defender la ley y las instituciones es total. Repudiamos el ruin uso de la violencia y el desorden que vimos ayer para desestabilizar a un gobierno democrático. Lamentamos los heridos de gravedad que produjo esta acción irresponsable. El PRO no permitirá que los matones ocupen el lugar de la República".
Y también debería agradecer, el gobierno, la postura de Elisa Carrió, quien hace algunas horas anticipó, sin que nadie se lo pidiera, que los diputados de la Coalición Cívica van a apoyar, esta semana, el DNU del acuerdo del Poder Ejecutivo con el Fondo Monetario Internacional.
Y lo deberían agradecer no solo porque la Argentina lo necesita sino también porque junto a la transitoria caída de la imagen de Milei y la de la gestión, se viene registrando otra caída: la de la evolución de las expectativas económicas del país. Una baja justificada no tanto en las decisiones de este gobierno, sino en la incertidumbre que provocan en el mundo los anuncios de Donald Trump y el impacto que negativo que pueden llegar a tener en los denominados países emergentes.
Allí se ve como la expectativa favorable sobre la evolución de la economía del país baja a 44 y la desfavorable sube a 51, prácticamente a la inversa, si se la compara con octubre del año pasado.
Está claro. Los profesionales del caos están al acecho. De otra manera no hubiera salido a la cancha, detrás de Grabois y Massa, la otra gran responsable del peor desastre de los últimos años, la condenada en firme, y con doble conforme, Cristina Kirchner, con el "Che Milei" número no sé cuánto.
Demasiado texto ¿no? Pero sobrevolemos los tres párrafos más delirantes.
A esta altura ya parece claro que no fue la brillante estrategia de la oposición lo que viene perjudicando a Milei sino los errores del propio oficialismo.
A saber:
- El último discurso de Davos, que no solo incomodó a muchos votantes de Milei en segunda vuelta. Además, sacó de la agenda el tema en el que al gobierno le va mejor: la baja de la inflación y la baja de la pobreza.
- El escándalo denominado criptogate, que va y vuelve de la agenda, mientras el gobierno no termina de aclarar la participación de Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy.
- La intervención de Santiago Caputo en una nota que el presidente concedió a TN y la acción del asesor sobre Facundo Manes, que el neurocientífico explotó hasta donde pudo.
La pregunta del millón es si lo que pasó el miércoles podría incluso impactar, de manera negativa, en el voto de las próximas legislativas de octubre.
De nuevo
La encuesta de Aresco se terminó de procesar el mismo día de la marcha de la semana pasada. Pero si se le presta atención a los últimos números, Milei no tendría de que preocuparse.
Es que La Libertad Avanza lograría el 44.1 por ciento de los votos aún sin acordar con el Pro, con una diferencia de casi 6 puntos sobre el peronismo de Cristina Kirchner, Kicillof y Massa.
Sin embargo, mucho mejor le iría en el caso de conformar una alianza con el Pro. Porque treparía al 50.1 por ciento de los votos, con una diferencia de casi 9 puntos sobre el peronismo kirchnerista.
¿No será este el momento ideal para coronar un acuerdo con el Pro de Mauricio Macri?
El 19 de mayo hay elecciones en la Ciudad, y todo parece indicar que irán separados. De hecho, hay otra encuesta de Aresco que, décima más o menos, ubica en 25 puntos a Pro, otros 25 puntos a La Libertad Avanza, y otros 25 puntos a Leandro Santoro, a quien Massa ya percibe ganador.
Las de octubre son elecciones distintas. De hecho, Macri, Mauricio, ya le hizo saber a Milei que será imposible acordar en la provincia si no sucede lo mismo en la Ciudad.
¿Será, al final, el miedo al regreso de "Los Muertos Vivos" lo que produzca el milagro de octubre, en el medio de tanta volatilidad?