En un mundo cada vez más moldeado por la tecnología, el investigador ruso-estadounidense Lex Fridman, nacido el 15 de agosto de 1983 en Chkalovsk, Tayikistán, ha sabido combinar sus raíces académicas con una notable capacidad para conectar con las figuras más influyentes de diversos campos. Profesor e investigador en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Fridman se ha destacado en áreas como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y la interacción humano-robot, pero su mayor notoriedad proviene de su pódcast, el Lex Fridman Podcast. Con más de 4 millones de suscriptores en YouTube y millones de oyentes en otras plataformas, su programa ha logrado trascender la barrera de lo académico, convirtiéndose en un espacio para reflexionar sobre la intersección entre ciencia, tecnología, filosofía y política.
Fridman entrevistó al presidente argentino Javier Milei en un episodio que se difundirá el martes y promete no sólo profundizar en las ideas económicas y políticas del mandatario, sino también acercar a la audiencia internacional a una figura que ha generado tanto admiración como controversia. Esta conversación, que se publicará mañana, marca un nuevo capítulo en la labor de Fridman como facilitador de debates cruciales para entender el presente y el futuro.
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Un camino de la academia al podcasting
Fridman nació en el seno de una familia judía ucraniana en los años finales de la Unión Soviética. Su padre, Alexander Fridman, es un destacado físico de plasma y profesor en la Universidad Drexel, mientras que su abuelo combatió en el ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial. A los 11 años, en medio del colapso soviético, Lex emigró con su familia a los Estados Unidos, instalándose en el área de Chicago. Allí asistió a la Neuqua Valley High School y luego estudió en la Universidad Drexel, donde completó su licenciatura, maestría y doctorado en ingeniería eléctrica e informática.
En el ámbito académico, Fridman ha trabajado en Google, donde investigó el aprendizaje automático aplicado a la autenticación de identidades. Sin embargo, dejó la empresa tras solo seis meses, explicando que prefería la “caótica creatividad” de la investigación académica. En 2015 se incorporó al MIT, donde su trabajo se ha centrado en la IA centrada en el ser humano, un enfoque que prioriza el impacto de la tecnología en las personas. Entre sus investigaciones más notables destaca el análisis de vehículos semiautónomos, incluyendo un controvertido estudio sobre el sistema Autopilot de Tesla.
Aunque el estudio, que concluyó que los conductores se mantenían atentos al usar la tecnología, fue criticado por expertos como Missy Cummings, asesor de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de Estados Unidos, Fridman supo capitalizar la atención generada. Poco después, Elon Musk lo invitó a las oficinas de Tesla, marcando el inicio de una relación que ha sido clave en la popularidad de su pódcast.
Lex Fridman Podcast: un espacio para la reflexión profunda
Lanzado en 2018, el Lex Fridman Podcast comenzó como un proyecto enfocado en la inteligencia artificial, pero rápidamente se amplió para abarcar temas como filosofía, historia, política y la naturaleza de la inteligencia humana. Entre los más de 300 invitados que han pasado por el programa se encuentran personalidades como Elon Musk, Mark Zuckerberg, el actor Matthew McConaughey, el filósofo Noam Chomsky y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
El formato del pódcast combina entrevistas extensas con un estilo pausado, buscando explorar las ideas más allá de los titulares superficiales. Según el propio Fridman, su objetivo es fomentar “un desacuerdo respetuoso” y “conversaciones empáticas” para profundizar en los temas que definen nuestra época. Sin embargo, no está exento de críticas. Medios como The Verge lo han señalado como un “entrevistador suave” que no desafía lo suficiente a sus invitados, especialmente en episodios controvertidos como el que tuvo a Kanye West, donde se hicieron afirmaciones polémicas sobre el Holocausto y la comunidad judía.
A pesar de estas críticas, el éxito del programa es innegable. Según un informe de Bloomberg, líderes de la tecnología y la política consideran al pódcast de Fridman una alternativa más amigable frente a entrevistas tradicionales más agresivas. Esto ha consolidado su posición como una figura influyente dentro y fuera de la academia.
Más allá del micrófono
Fuera del ámbito académico y mediático, Fridman cultiva una vida marcada por la autodisciplina y una curiosidad insaciable. Practica jiu-jitsu brasileño, en el que es cinturón negro, y toca instrumentos como la guitarra y el piano. También sigue una estricta rutina diaria que incluye ejercicio físico y lecturas nocturnas de ficción y papers académicos.
En lo personal, Fridman evita las polémicas, manteniendo un enfoque público centrado en sus proyectos y en sus valores. “El resentimiento y el cinismo sofocan el espíritu humano. Elijo el optimismo y luchar por el mejor futuro posible”, ha escrito en sus redes sociales, donde acumula millones de seguidores.
Con su habilidad para combinar ciencia, tecnología, filosofía y política en un solo espacio, Lex Fridman ha logrado convertirse en un puente entre mundos que rara vez se tocan. Su pódcast es un reflejo de su ambición por construir un diálogo más amplio y profundo sobre los temas que definen nuestro tiempo. La conversación con Javier Milei, más allá de su relevancia para Argentina, promete ser otro ejemplo del impacto que Fridman tiene en la configuración del discurso global.
Con más de 3.6 millones de suscriptores activos y una influencia que abarca desde Silicon Valley hasta los círculos políticos de Washington y Tel Aviv, el legado de Fridman continúa creciendo, demostrando que la curiosidad intelectual y la capacidad de conectar con los demás son herramientas poderosas en un mundo cada vez más dividido.