Contexto
¿Cómo se produjo la fuga y qué revela sobre el estado de las alcaidías?
El escape de los 17 detenidos ocurrió mediante un boquete en una pared de ladrillos en el patio interno de la Alcaidía 9, ubicada en la calle Gana al 400, en Liniers. La facilidad del escape pone en evidencia problemas estructurales en los centros de detención de la Ciudad de Buenos Aires. Según el ministro Waldo Wolff, la superpoblación y las condiciones inadecuadas de estas instalaciones han contribuido al problema. Actualmente, las alcaidías porteñas tienen un 35 % más de detenidos de los que deberían albergar, una situación que Wolff calificó de “heredada”.
¿Quiénes son los prófugos y qué medidas se tomaron para recapturarlos?
De los 17 evadidos, 11 son argentinos y seis chilenos, y varios de ellos estaban cumpliendo condenas por delitos graves. Entre los identificados se encuentran David Roger Adaro, Matías Petrarca y Cristian Zavala Ramírez. Según fuentes del Ministerio de Seguridad, se desplegó un operativo cerrojo con la colaboración de brigadas de la Policía Federal para recapturarlos. Hasta ahora, solo uno de los fugados ha sido detenido.
¿Qué rol juega el problema de la superpoblación penitenciaria en esta crisis?
La fuga de Liniers no es un caso aislado. Desde el inicio del traspaso de responsabilidades penitenciarias desde la Nación a la Ciudad, las alcaidías porteñas han enfrentado un incremento en la población carcelaria. Esto incluye a condenados que deberían estar bajo la custodia del Servicio Penitenciario Federal (SPF), pero que, debido a limitaciones en la capacidad de las cárceles federales, son alojados en instalaciones policiales. Según datos oficiales, actualmente hay 320 condenados en dependencias porteñas que no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad para su detención prolongada.
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Jorge Macri y Waldo Wolff esta mañana, luego de decidir los cambios en el área de Seguridad
¿Qué antecedentes de fugas recientes existen?
En lo que va de 2024, ya se han registrado 15 fugas de detenidos en dependencias de la Policía de la Ciudad. Entre los incidentes recientes, destacan dos casos ocurridos en noviembre y diciembre:
- Barracas: A fines de noviembre, 11 presos escaparon por los techos de la Alcaidía 4Bis. Este hecho marcó un punto de inflexión en la gestión del ministro Waldo Wolff, quien destituyó al director de Alcaidías, Martín Ochoa, y al responsable civil del área, Sebastián Vela.
- Nueva Pompeya: En diciembre, dos reclusos del Centro de Contraventores forzaron una reja para fugarse. Este centro está diseñado para sancionados por faltas leves, pero había sido utilizado para albergar detenidos con condenas más graves debido al hacinamiento en otras instalaciones.
¿Cómo respondieron las autoridades?
Wolff destituyó a Pablo Kisch y Jorge Azzolina, jefe y subjefe de la Policía de la Ciudad, quienes apenas llevaban seis meses en sus cargos. También se removió al director de Alcaidías, Martín Ochoa, y al responsable civil del área, Sebastián Vela, tras fugas previas. En una conferencia de prensa, Wolff aseguró: “No vamos a permitir que sucedan hechos de esta naturaleza. Vamos a ser inflexibles”.
¿Quiénes son las nuevas autoridades designadas y qué rol tendrán?
Los nuevos jefes designados para liderar la Policía de la Ciudad son los comisarios generales Diego Casaló y Carla Mangiameli, quienes asumirán como jefe y subjefa, respectivamente. Esta designación marca un cambio significativo en la conducción de la fuerza tras la remoción de Pablo Kisch y Jorge Azzolina, quienes apenas habían cumplido seis meses en sus cargos.
Diego Casaló es un oficial de trayectoria en la fuerza porteña, con experiencia en unidades operativas y roles de liderazgo en comisarías clave de la Ciudad. Su designación responde a la necesidad de reforzar la estrategia operativa y devolver la confianza a la institución.
Carla Mangiameli, por su parte, se convierte en la primera mujer en ocupar un puesto de tan alto rango en la Policía de la Ciudad. Con una carrera destacada en la División Científica y en áreas de control interno, su perfil técnico busca consolidar un enfoque más riguroso en la supervisión de procedimientos y prevención de irregularidades.
En la conferencia de prensa, el ministro Waldo Wolff subrayó que estas designaciones no son meros cambios de nombres, sino parte de una estrategia integral para recuperar la credibilidad de la fuerza y evitar futuras fugas. “Tenemos la obligación de contar con un equipo que no cometa errores y que esté a la altura de las demandas de los vecinos”, afirmó.
¿Qué medidas se están implementando para evitar más fugas?
El Ministerio de Seguridad anunció que la División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) intensificará los controles y requisas en todas las dependencias. Asimismo, se están llevando a cabo investigaciones internas para identificar posibles negligencias o complicidades del personal. Según Wolff, "La Justicia decidirá las responsabilidades humanas, pero nosotros debemos garantizar un equipo que no cometa errores".
Cómo sigue
El Ministerio de Seguridad continuará con la investigación liderada por el fiscal Juan Mahiques para determinar las responsabilidades en la fuerza. Las nuevas autoridades policiales, Diego Casaló y Carla Mangiameli, tomarán medidas inmediatas para reforzar los controles en todas las dependencias, mientras que los ministerios de Seguridad de la Ciudad y de la Nación colaboran en la búsqueda de los prófugos restantes. Jorge Macri y Waldo Wolff también trabajan en un plan integral para mejorar las condiciones edilicias de las alcaidías y garantizar la seguridad en el sistema penitenciario porteño. Se espera que en los próximos días se anuncien nuevos cambios en las áreas civiles y policiales vinculadas al manejo de detenidos.