Ricardo Cirielli, el líder del gremio del personal técnico aeronáutico, se diferenció del resto de los dirigentes gremiales de sector y aseguró que las medidas de fuerza favorecen el intento del gobierno de Javier Milei de volver a privatizar Aerolíneas Argentinas.
El dirigente sindical, a través de su cuenta personal de X, publicó en las últimas horas una serie de comunicados que llevan el membrete del gremio que conduce desde hace 9 mandatos en lo que apuntó contra la ineficiencia de las medidas de fuerza en el marco de la negociación paritaria y, al mismo tiempo, dejó en claro que el conflicto favorece la posición de Javier Milei en detrimento de los intereses de los trabajadores.
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Cirelli, a lo largo de los extensos comunicados plantea que, la acción tomada por los gremios en el marco de la discusión salarial, fueron una “pérdida para los trabajadores y trabajadoras y para Aerolíneas Argentinas”, y agregó: “esas medidas han beneficiado los planes del Gobierno para Aerolíneas y la actividad aerocomercial nacional. Nunca habrían avanzado tanto en tan poco tiempo sin tantas medidas de fuerza”.
El dirigente que representa a los técnicos aeronáuticos aseguró también que las decisiones tomadas por el resto de los gremios convierten a los dirigentes en “el topo que elimine Aerolíneas Argentinas desde adentro, evitándole al Gobierno el costo de lo que tanto anhela hacer”.
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Más allá de sus discrepancias con las formas utilizadas por el resto de los gremios para llevara adelante la discusión, Cirielli remarcó que “APTA estuvo y está en desacuerdo con la privatización de Aerolíneas Argentinas. Privatizarle es entregarla nuevamente a empresas extranjeras, interesadas sólo en sus activos y sus mercados. La vaciarán, llevarán a la quiebra o la absorberán y la harán desaparecer”.
Las medidas de fuerza en Aerolíneas Argentinas y la privatización
El principal punto sobre el que hace eje el planteo del secretario General de APTA tiene que ver con que “las medidas de fuerza están rompiendo la relación con el pasajero”. En ese marco recordó que en 2001 sólo hubo 9 días de paro y sentenció: “Los paros no son el único instrumento. En aquella ocasión utilizamos otros métodos, surgidos colectivamente y muy efectivos”.
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Las postura divergente que plantea Cirielli da muestras claras de la tensión que se vive puertas adentro de la aerolínea de bandera que tiene dos focos importantes que atender. Por un lado, la negociación salarial y por el otro el avance de la privatización.
En ambos casos, la fractura del frente gremial es una buena noticia para el Gobierno que tiene todo listo para llevar el proyecto que declara Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización al recinto de la Cámara de Diputados.