La ley de financiamiento educativo, el veto de Javier Milei y después…. El conflicto que se extiende en las universidades de todos el país, se multiplican las tomas, hay un paro en ciernes y el gobierno que redobla la apuesta. “Esto no terminó con el respaldo al veto presidencial, esto recién empieza”, anunció el gobernador de Córdoba, Gustavo LLaryora, pocas horas después de la finalización de la sesión en la Cámara de Diputados y no se equivocó.
La semana comenzó con más de una decena de asambleas de estudiantes en las distintas universidades del país. Se votaron tomas, adhesión al paro impulsado por los docentes el próximo jueves y la continuidad de un plan de lucha.
Los estudiantes, los docentes y los no docentes buscan sacar el conflicto a la calle. Por eso, en la jornada de ayer, hubo clases abiertas, cortes de calles con distintas actividades, y una marcha de antorchas.
A esta hora el plan de lucha suma a la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA); de La Plata (UNLP); de Córdoba (UNC), San Luis (UNSL), de Tucumán (UNT), de Mar del Plata (UNMdP), del Comahue (UNComa), Salta (UNS), San Juan (UNSJ), y a las del conurbano bonaerense como Luján (UNLu), General Sarmiento (UNGS), Avellaneda (Undav), José C. Paz (Unpaz). Se espera que durante martes y miércoles se sume el resto de las universidades bonaerenses y las del interior del país. El mapa del conflicto muestra que ya son cien los edificios tomados.
Las medidas no son uniformes. En algunos edificios se votó la permanencia, en otros la toma por varios días y otras actividades con cortes de calles y actividades públicas. En ese marco , algunas de las universidades del conurbano planean cortar la Avenida General Paz el miércoles.
Un conflicto universitario que se extiende en el horizonte
Tras el veto presidencial a la ley de financiamiento educativo, que fue ratificado por el Congreso, la discusión pasó a tener su mirada posada en el presupuesto 2025. Los rectores y diputados de la oposición aseguran que la ley de leyes viene con un recorte bajo el brazo.
En ese marco, el discurso que brindó el presidente de durante el último fin de semana y que tuvo como objetivo el cambio del nombre del Centro Cultural Néstor Kirchner avivó el fuego del conflicto.
Milei calificó, entre otras cosas, a los rectores de las universidades de "sucios" y "delincuentes", y aseguró que "el mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres a los ricos". La afirmación del presidente no tiene ningún sustento estadístico, sin embargo contiene una profunda definición política que parece marcar el camino del debate sobre los cambios que plantea La Libertad Avanza para la educación universitaria.
Más allá del discurso repleto de chicanas y falacias, lo que subyace es la discusión sobre le financiamiento universitario y la posibilidad de arancelarla o de restringir el acceso que hasta hoy es irrestricto.
En el medio de una discusión que el gobierno no parece animarse a dar, aparece la lógica que se aplica sobre los otros organismos del Estado que la administración libertaria busca depurar. La estrategia, que parece también comprender a las universidades, es un operativo de pinzas que tiene como patas el congelamiento de los salarios y la desfinanciación que articulan las condiciones objetivas para un vaciamiento.
Desde la política son múltiples los sectores que afirman que la discusión sobre el financiamiento de la universidad y el acceso irrestricto es válida, pero también aseguran que el Gobierno no se anima plantearlo en términos concretos.
Paro y plan de lucha
El Frente Sindical de las Universidades Nacionales, que nuclea a todos los gremios docentes y no docentes de nivel superior, confirmó que realizará un paro nacional de 24 horas para el próximo jueves 17 de octubre y, al mismo tiempo, anunció una “semana de lucha” que se iniciará el lunes 21.
En ese marco, este martes se llevará a cabo una reunión de la que participarán el Frente Sindical el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y las organizaciones estudiantiles. La intención es definir un plan de lucha conjunto que les permita sostener la unidad mientras el conflicto siga en pie.
En ese marco, la mirada está puesta en lo que pase en el Congreso. Desde los distintos sectores que articulan la definición de un plan de lucha no descartan una movilización al Congreso durante el tratamiento de la ley de leyes, así como tampoco la convocatoria a otra gran marcha universitaria a Plaza de Mayo.
