La crisis en el transporte público de pasajeros en el AMBA tendrá un nuevo pico la semana próxima. La dificultad en el caso de los colectivos tiene que ver con la demora del Gobierno nacional en autorizar el aumento de tarifas, en el caso de los trenes con una paritaria que no avanza. Todo confluirá, para bien o para mal, la tercera semana de enero.
El conflicto con los colectivos acumula su tercer mes consecutivo. El acuerdo que se cerró en paritarias fue tan sólo una muestra de buena voluntad para darle tiempo al Poder Ejecutivo para hacer los números y fijar un nuevo precio del boleto. De ese número, de ese nuevo importe por tramo, saldría el dinero para pagar el aumento de salario.
Sin definición del Gobierno, la novela siguió como era previsible. Dificultad para pagar aguinaldos y sueldos en enero, reducción drástica de las frecuencias, más allá de lo habitual en verano, y el comienzo de una serie de despidos.
Sin novedades para garantizar el transporte público en verano en el AMBA
Al cierre de esta nota, la preocupación de los empresarios crecía al compás de la demora del Gobierno. Según pudo saber El Observador a través del diálogo con los empresarios del sector desde el Ejecutivo las señales son nulas. “Nada del Gobierno nacional. Solo lo de ciudad que la aumenta 10% en marzo, pero solo para las 31 líneas exclusivas de CABA. La situación es muy precaria y no se desmadra aún por la tolerancia de UTA. Muchas empresas pagaron en parte o van pagando en cuotas o como pueden salarios”, explicaron desde la Cámara que agrupa a los empresarios del transporte.
La falta de definición del Gobierno podría derivar en un conflicto que paralice el transporte en el AMBA. La pelota por ahora está en el campo de la UTA, que por ahora prefiere no tomar medidas generales. Sin embargo, esta semana aparecieron los primeros síntomas del conflicto con el paro en una decena de líneas interurbanas.
Al conflicto que atraviesan los colectivos se suma la situación de los trenes. La Fraternidad, el gremio que agrupa a los maquinistas, está en el medio de una conciliación obligatoria que vence el próximo 18 de enero.
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Desde el Gobierno, el paro fue considerado como una "extorsión" vinculada también a una disputa salarial.
Habrá una próxima reunión el lunes 13, pero las partes aún están lejos. Los liderados por Omar Maturano reclaman tanto una recomposición de lo perdido en el 2024 con un aumento para el primer trimestre 2025.
Por ahora desde la secretaria de Trabajo no parece estar dispuestos a negociar en esos términos y se abrazan al techo paritario fijado por el ministerio de Economía, que oscila entre el 1 y el 3 por ciento para el primer trimestre.
