Contexto
¿Por qué se congelaron las dietas en primer lugar?: El congelamiento de las dietas de los senadores fue una respuesta a las críticas surgidas a principios de 2024, cuando sus sueldos aumentaron a $7 millones tras ajustarse a las paritarias de los trabajadores del Congreso. Esto generó indignación en varios sectores, lo que llevó a los legisladores a acordar un congelamiento temporal en agosto de ese año.
¿Qué sucedió luego del congelamiento inicial?: La medida, que tenía vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024, debía renovarse para evitar que los sueldos ascendieran a $9,5 millones brutos en enero de 2025. Durante ese período, se generaron tensiones dentro del Senado, exacerbadas por escándalos como la detención del senador Edgardo Kueider con dinero sin justificar, lo que añadió presión a Villarruel para actuar.
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¿Qué papel jugaron los bloques políticos?: El respaldo al congelamiento provino de bloques diversos, como el Frente Renovador de la Concordia Social, el Pro, la Unión Cívica Radical y otros. En cambio, la bancada kirchnerista no apareció entre los adherentes. Esta pluralidad de apoyos permitió justificar la resolución como un gesto político de unidad en tiempos de crisis.
¿Cómo se define el sueldo de los senadores?: Los haberes de los legisladores se calculan mediante un sistema de módulos. Actualmente, constan de 2.500 módulos básicos, más adicionales por representación y desarraigo, alcanzando $7 millones en bruto. Sin la prórroga del congelamiento, los ajustes de los módulos hubieran llevado el salario a más de $9 millones.
¿Qué rol tuvieron las críticas dentro del oficialismo?: Las diferencias entre Villarruel y otros miembros del gobierno, como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, evidenciaron las tensiones internas. Bullrich, en su momento, cuestionó públicamente a la vicepresidenta por no tomar medidas para frenar los aumentos, lo que generó un cruce entre ambas.
Cómo sigue
El congelamiento de las dietas de los senadores se mantendrá hasta el 31 de marzo de 2025, con la expectativa de que el tema sea debatido en las sesiones ordinarias que comienzan el 1° de marzo. Será responsabilidad del pleno del Senado definir si se mantiene una política de austeridad o si se permite una actualización salarial acorde a los aumentos de los módulos.
En paralelo, la prórroga permite a Villarruel aliviar las tensiones políticas y evitar críticas inmediatas. Sin embargo, el debate sobre los salarios de los legisladores podría reavivarse en el contexto de una crisis económica, en la que las expectativas de la ciudadanía están centradas en la contención del gasto público.
