En el mes de octubre de 2024, el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) alcanzó los 2,43 puntos, mostrando un incremento del 12,2 % respecto al mes anterior, según reportó la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella. Este índice, que se mide en una escala de 0 a 5, refleja la percepción pública sobre la gestión gubernamental y está basado en una encuesta de opinión realizada en ciudades de más de 10.000 habitantes de todo el país. El valor registrado en octubre se sitúa un 98,3 % por encima del índice registrado en el mismo mes del año anterior.
El ICG, que se calcula mensualmente desde 2001, no alcanzaba niveles tan altos desde los primeros meses de la administración de Mauricio Macri, cuando la confianza en el gobierno era del 7,9 % más respecto al nivel actual. En cambio, el valor del índice de octubre de 2024 es un 21,7 % superior al que se observó en octubre de 2020, al inicio de la gestión de Alberto Fernández.
El crecimiento del ICG en octubre abarcó los cinco componentes principales que mide el índice. Entre ellos, la eficiencia en la administración del gasto público mostró el mayor incremento, subiendo un 15,9 % y alcanzando un valor de 2,35 puntos. Según se detalla en el informe, este aumento refleja un mayor respaldo hacia las políticas de administración fiscal implementadas en el último mes, aunque los analistas sugieren que aún hay áreas con percepción negativa en este componente.
La honestidad de los funcionarios fue otro de los aspectos destacados, con un aumento del 12,9 %, lo que llevó a este componente a situarse en 2,71 puntos. En términos de percepción, el ICG muestra un crecimiento en la confianza hacia la transparencia de los funcionarios públicos, aunque este valor aún es modesto en comparación con administraciones anteriores.
El componente de preocupación por el interés general aumentó un 13,1 %, alcanzando los 2,05 puntos, mientras que la evaluación general del gobierno también subió un 11,9 %, ubicándose en el mismo valor. Finalmente, la capacidad para resolver los problemas del país, aunque creció a un ritmo menor, registró un aumento del 8,4 %, alcanzando los 2,97 puntos, el más alto de todos los componentes del índice. Este último dato sugiere que, aunque el optimismo en la capacidad de gestión del gobierno crece, todavía enfrenta desafíos para consolidar su apoyo.
Diferencias según género, edad y lugar de residencia
El informe también pone de manifiesto diferencias significativas en los niveles de confianza de acuerdo a variables demográficas. En octubre, el ICG fue considerablemente mayor entre los hombres, con una puntuación de 2,69 puntos y un incremento del 20 %, mientras que entre las mujeres fue de 2,17 puntos, con una variación positiva del 6 %. Según el análisis, esta disparidad de género podría estar relacionada con la forma en que los diferentes grupos perciben las políticas gubernamentales.
En cuanto a la edad, el ICG fue más alto entre los mayores de 50 años, quienes alcanzaron un puntaje de 2,48 puntos, lo que representa un crecimiento del 19 % respecto a septiembre. El grupo de 30 a 49 años también mostró un aumento en la confianza, con un valor de 2,38 puntos y un crecimiento del 15 %. Sin embargo, el sector más joven, de 18 a 29 años, registró una leve caída del 16 %, ubicándose en 2,38 puntos. Esta tendencia indica que los segmentos más jóvenes, en comparación con los mayores, son menos optimistas respecto a la actual gestión gubernamental.
A nivel geográfico, el ICG fue mayor entre los residentes del interior del país, donde alcanzó los 2,64 puntos, con una subida significativa del 19 %. En Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la confianza se situó en 2,27 puntos, mientras que en el Gran Buenos Aires (GBA) fue de 2,03 puntos, sin registrar cambios. Según el informe, las variaciones regionales en el nivel de confianza se deben en parte a las distintas problemáticas locales y a la percepción de los habitantes sobre el impacto de las políticas públicas en sus áreas.
Nivel de instrucción y percepción de seguridad
El nivel educativo también parece influir en la confianza en el gobierno. Quienes poseen educación terciaria o universitaria mostraron el mayor nivel de confianza, con un puntaje de 2,54 puntos y un crecimiento del 8 %. Le siguen las personas con educación secundaria, quienes alcanzaron los 2,32 puntos, con una subida del 16 %. En el último lugar se encuentran aquellos con educación primaria, con una puntuación de 2,08 puntos y una variación positiva del 20 %. Estas cifras sugieren que la educación juega un rol en la percepción de la gestión gubernamental, con mayores niveles de confianza entre aquellos con más años de formación.
La percepción de seguridad personal también incide en la confianza en el gobierno. El informe destaca que el ICG fue más elevado entre aquellos que no han sido víctimas de delitos en el último año, alcanzando los 2,58 puntos, con un crecimiento del 13 %. En contraste, el índice entre quienes afirmaron haber sido víctimas de delitos se ubicó en 1,96 puntos, con un aumento del 9 %. Esta diferencia apunta a una correlación entre la percepción de seguridad y la confianza en la administración pública.
En cuanto a las expectativas económicas, el ICG varía significativamente según las proyecciones de los encuestados. Aquellos que creen que la situación económica mejorará en el próximo año reportaron un índice de 4,03 puntos, con un aumento del 4 %. En el caso de quienes consideran que la economía se mantendrá igual, el puntaje fue de 2,58 puntos, mientras que aquellos que piensan que la situación empeorará tienen un ICG de 0,52 puntos, con una variación positiva leve del 2 %. Esto evidencia que las expectativas futuras sobre la economía son un factor importante en la confianza hacia el gobierno.
