Lo que importa
- El fiscal del caso reveló que uno de los acusados mencionó que “era costumbre abusar de esa niña”, en una declaración espontánea.
- La autopsia confirmó que Aralí presentaba signos de abuso y un traumatismo craneal, descartándose la inhalación de humo como causa de muerte.
- Tres personas están detenidas e imputadas: el padrastro, la madre y un amigo de la familia; se evalúa agravar la acusación a homicidio criminis causa (matar para ocultar otro delito).
- Dos hermanos de Aralí convivieron durante 14 horas con el cadáver antes de que los bomberos encontraran el cuerpo en el incendio.
- La comunidad de la localidad de Brinkmann, en Córdoba, se movilizó exigiendo justicia y cuestionando a las autoridades que permitieron que los niños volvieran a un entorno familiar riesgoso.
Contexto
¿Cómo sucedieron los hechos?
El cuerpo de Aralí Vivas fue encontrado el sábado en su casa de la localidad cordobesa de Brinkmann después de que un incendio alertara a los vecinos. Al llegar los bomberos, apagaron las llamas y descubrieron el cadáver de la niña. La autopsia reveló un traumatismo craneal como causa de muerte, y descartó que la inhalación de humo hubiera sido la causa. Además, el informe forense confirmó que Aralí había sido víctima de abuso sexual.
¿Quiénes son los imputados y cuál es su relación con Aralí?
Los acusados son Ezequiel Simeone (33), padrastro de la víctima, Cristian Hernán Varela (40), un amigo de la familia, y la madre de Aralí, Rocío Milagros Rauch (28). Simeone y Varela están imputados como coautores del homicidio, mientras que Rauch fue acusada como partícipe necesaria. El fiscal Oscar Gieco, encargado de la investigación, indicó que uno de los detenidos realizó una declaración espontánea afirmando que “era costumbre abusar de esa niña”.
¿Qué ocurrió con los hermanos de Aralí?
Durante las horas posteriores a la muerte de Aralí, dos hermanos menores convivieron con su cadáver sin saber lo que había ocurrido. Según el relato de uno de los niños, intentó despertar a su hermana pero al no obtener respuesta asumió que estaba dormida. “La dejó ahí porque pensaba que estaba durmiendo”, señaló el fiscal Gieco.
¿Qué papel jugó la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) en la vida de Aralí y sus hermanos?
La SENAF había restituido a Aralí y sus hermanos al cuidado de su madre y su padrastro en agosto, a pesar de informes que advertían sobre problemas de adicciones y maltratos en el hogar. La decisión de devolver a los niños a este entorno generó una fuerte reacción en la comunidad, que critica la actuación de las autoridades y exige explicaciones por la falta de protección.
¿Qué elementos permitieron reconstruir los movimientos de los acusados?
El fiscal Gieco se apoyó en registros de cámaras de seguridad que captaron los movimientos de Simeone y Varela en el día de los hechos. Las grabaciones muestran que Varela llegó a la casa de Simeone en bicicleta el viernes por la noche, y que Simeone regresó a su hogar a las 3:27 de la madrugada. Más tarde, alrededor del mediodía, Simeone fue visto llevando a los otros dos menores a una plazoleta cercana, antes de regresar a la vivienda. Poco después, el incendio fue reportado y los bomberos llegaron para apagar las llamas y descubrir el cuerpo de Aralí.
¿Cómo reaccionó la comunidad ante la muerte de Aralí?
La noticia de la muerte de Aralí generó indignación en Brinkmann. Vecinos y organizaciones sociales se movilizaron para exigir justicia y cuestionaron a las autoridades, especialmente a la Unidad de Desarrollo Regional (UDER) de San Francisco, por no actuar ante las advertencias de riesgo. Estas manifestaciones reflejan la frustración de una comunidad que señala a los organismos de protección de la infancia por su inacción y su falta de respuestas.
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En esta casa encontraron a Aralí.
La Voz del Interior
Cómo sigue
La investigación continúa su curso y el fiscal Gieco estudia la posibilidad de agravar la imputación a homicidio criminis causa, lo que implicaría que el asesinato se habría cometido para ocultar el abuso. Esto conllevaría una pena de prisión perpetua para los acusados, en caso de que sean encontrados culpables.
Mientras tanto, los hermanos de Aralí quedaron bajo la custodia de Betiana, prima de la madre de Aralí, quien aseguró que los niños “están bien, tranquilos y bien contenidos”.
A nivel institucional, la SENAF y la UDER de San Francisco podrían enfrentar investigaciones sobre sus decisiones respecto a la restitución de los menores a un entorno que ahora está bajo un fuerte cuestionamiento.
Las protestas y el reclamo de justicia por parte de la comunidad también apuntan a que el caso de Aralí podría generar una revisión de los protocolos y actuaciones de los servicios de protección infantil en Córdoba.
La Justicia deberá esclarecer la participación de cada uno de los imputados, así como las circunstancias exactas que rodearon la muerte de Aralí. La comunidad espera respuestas y medidas contundentes para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.