Esta semana, el caso de la desaparición de María Cash, sucedida el 8 de julio de 2011, avanza con una diligencia judicial significativa. Héctor Romero, el camionero señalado como involucrado en el supuesto asesinato de la joven diseñadora, será llevado por la justicia a la región conocida como la Difunta Correa, como parte de la investigación en curso.
La meta de esta diligencia, que se llevará a cabo entre mañana y el miércoles, es que Romero aclare el lugar donde dejó a María Cash el día que desapareció. Hasta el momento, el acusado presentó tres versiones diferentes y contradictorias: en un primer momento indicó que la dejó antes de llegar a la Difunta Correa, luego cambió su declaración diciendo que fue en la misma Difunta Correa, y finalmente, mencionó una gomería perteneciente a la familia Crespín.
En total, los investigadores señalaron 10 áreas de interés. No obstante, se dará prioridad a 30 kilómetros de la ruta nacional 16, abarcando diferentes tramos, hasta llegar a Joaquín V. González, que se encuentra a aproximadamente 100 kilómetros del punto de partida.
Asimismo, se anticipa la llegada del Sistema Federal de Búsqueda de Personas (SIFEBU), que colaborará estrechamente con el grupo de investigadores especializados del Ministerio Público provincial y la Fiscalía liderada por Eduardo Villalba. Este equipo está encargado de coordinar un operativo de búsqueda en lugares estratégicos de la ruta nacional 16, donde los investigadores creen que podrían encontrarse los restos de María Cash.
Además, esta pericia se llevará a cabo tras confirmarse que Romero regresó a una de las zonas de interés un mes después de la desaparición de la joven y permaneció allí durante aproximadamente una hora y media. Según lo declarado en sus testimonios, el camión se le descompuso, aunque hasta ahora nadie pudo verificar esta información.
Los investigadores se encuentran con diversos obstáculos en su búsqueda a lo largo de distintos tramos de la ruta nacional 16. En el transcurso de los últimos 13 años, las zonas de El Boquerón, El Tunal y Ceibalito sufrieron transformaciones notables, sobre todo por la expansión de la actividad agrícola, que podrían haber afectado o eliminado posibles pruebas. La búsqueda se realizará durante la temporada de lluvias, lo que dificulta el acceso y las operaciones en terrenos que podrían estar anegados o ser resbaladizos. A medida que pasa el tiempo, es posible que objetos como la ropa, el morral de María o incluso los restos óseos hayan sufrido daños, lo que complicaría su identificación.
La operación ofrece una nueva posibilidad de aclarar lo sucedido con María Cash hace más de 13 años y brindar respuestas a su familia. La presencia del sospechoso en el área podría ser crucial para progresar en la investigación y en la búsqueda de justicia.