María Gómez, pareja del gendarme argentino Agustín Nahuel Gallo, denunció en una entrevista con el canal DNews América Latina su detención arbitraria decidida por el régimen de Nicolás Maduro. Según Gómez, Gallo fue retenido el pasado domingo en el paso fronterizo entre Colombia y Venezuela mientras se dirigía a Caracas para reencontrarse con ella y su hijo de dos años. La familia denuncia un “secuestro” y exige su inmediata liberación.
María Gómez relató cómo el viaje, planificado con la esperanza de una reunión familiar, terminó en una tragedia. Gómez, residente en Argentina desde hace más de seis años, se encontraba en Venezuela desde hace siete meses debido a cuestiones personales. En ese contexto, decidió coordinar el reencuentro con Gallo, quien debía cruzar la frontera de manera legal.
“El domingo a las 10:57 de la mañana me llamó por última vez desde el teléfono de un chofer. Me dijo que lo llevaban a una segunda entrevista tras revisar arbitrariamente su celular. Nunca volvió a comunicarse conmigo”, afirmó Gómez. Gallo fue detenido tras cruzar la migración venezolana, donde agentes encontraron mensajes en su teléfono que, según ella, pudieron interpretarse como críticas al régimen chavista.
“En esos mensajes yo le contaba sobre la situación política en el país, sobre cómo vivimos bajo una dictadura. Jamás imaginamos que eso podría usarse en su contra”, dijo. Según Gómez, la detención ocurrió en San Antonio del Táchira, desde donde Gallo fue trasladado a Caracas.
“Nahuel entró legalmente, no es un espía”
Uno de los argumentos que más indignación genera en la familia es la acusación de espionaje hacia Gallo. “Si alguien entra como espía, no lo hace cruzando una frontera legalmente, mostrando documentos y su identidad”, dijo Gómez, quien subrayó que su pareja ingresó a Venezuela de forma completamente legal.
Gallo trabaja como gendarme en el paso fronterizo entre Mendoza (Argentina) y Chile, y decidió viajar a Venezuela en un itinerario económico que incluía un tránsito por Colombia. Según Gómez, no había motivos políticos ni laborales detrás del viaje: “Solo quería ver a su familia, a su hijo, a quien no veía hace meses. Nos ganó el deseo de reencontrarnos”.
En contraste, el régimen chavista parece interpretar este ingreso como parte de un plan de desestabilización. “Lo tratan como si fuera un espía, alguien que viene a conspirar contra el gobierno. Pero eso es una locura. Él vino a abrazar a su hijo, a pasar tiempo con nosotros”, sostuvo Gómez, visiblemente angustiada.
Sin información ni derechos: una familia desesperada
La familia de Gallo se encuentra en una situación de incertidumbre total. Según Gómez, tras ser detenido, el gendarme fue llevado a Caracas y está bajo custodia de un organismo de inteligencia militar venezolano. Hasta el momento, no se le ha permitido una llamada ni acceso a abogados, lo que constituye una violación flagrante de sus derechos.
“Lo único que sabemos es que está en Caracas, pero no tenemos información sobre su estado. No sabemos si está comiendo, si lo están tratando bien. Esto es un secuestro, no hay otra manera de llamarlo”, afirmó Gómez.
La pareja contrató abogados en San Cristóbal, quienes han recorrido diferentes organismos estatales en busca de respuestas. Sin embargo, hasta ahora solo han recibido evasivas. La madre de Gómez, quien es abogada, presentó una denuncia por desaparición ante la Fiscalía General de Venezuela, pero tampoco ha obtenido avances.
“Nos dicen que tengamos paciencia, que es un proceso, pero para nosotros esto es desesperante. No sabemos si lo están torturando o si está bien. Solo queremos que lo liberen”, expresó.
La ruptura de relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela es otro obstáculo en esta situación. Desde que el gobierno argentino desconoció al régimen de Nicolás Maduro, no hay embajada ni consulados argentinos en Venezuela. Gómez lamenta el aislamiento que esto genera.
“Como venezolana residente en Argentina, me siento totalmente desprotegida. No tenemos representación diplomática aquí para defendernos ni para ayudar a mi hijo”, dijo. Sin embargo, destacó que la Cancillería argentina ha respondido rápidamente y mantiene contacto constante con la familia para buscar soluciones.
“Venezuela no cambió”: un mensaje contundente
María Gómez aprovechó la entrevista para enviar un mensaje a los venezolanos que aún creen en un cambio en el país. “No caigamos en el espejismo de que Venezuela cambió. Sigo viendo el mismo país de 2017, el mismo régimen dictatorial. Es una mentira, y lo que estoy viviendo no se lo deseo a nadie”, afirmó con firmeza.
La pareja planeaba pasar las festividades en Venezuela y regresar juntos a Argentina. Ahora, esa ilusión se ha convertido en una pesadilla. “Queremos que lo liberen, que lo deporten, pero que no lo lastimen. Es un padre maravilloso, una persona trabajadora. No merece esto”, concluyó Gómez entre lágrimas.
Gómez confía en que la visibilidad mediática y la presión internacional puedan hacer la diferencia. “No nos vamos a rendir hasta que Nahuel esté con nosotros. Esto es una pesadilla, pero sé que saldremos de esto juntos”, cerró.