María Josefa Bonazza, la única sobreviviente del derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik en Villa Gesell ocurrido el 29 de octubre, donde ocho personas fallecieron, murió esta mañana en Balcarce a sus 79 años después de haber estado hospitalizada en diversas ocasiones.
La mujer se encontraba alojada en el edificio Alfio 1, adyacente al hotel Dubrovnik, junto a su esposo, Federico Ciocchini (84), quien lamentablemente perdió la vida en el incidente.
Fue salvada aproximadamente diez horas tras el colapso del hotel Dubrovnik de diez pisos, que cayó y golpeó el edificio adyacente, el Alfio I. En ese lugar, Bonazza y su esposo, Federico Ciocchini (84), quien lamentablemente perdió la vida en el incidente, se encontraban en el apartamento que estaban acondicionando para su eventual alquiler durante la temporada.
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En ese momento, recibió atención médica en el Hospital Municipal de Villa Gesell y, unas horas más tarde, fue evacuada en un helicóptero de emergencias al Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, que se especializa en casos críticos.
Su estado de salud no era crítico, pero presentaba fracturas en los brazos y múltiples traumatismos ocasionados por la caída de parte de la estructura de su vivienda, así como de fragmentos de hormigón y mampostería del edificio colindante.
Pocos días después, al encontrarse en condiciones estables y fuera de riesgo, se organizó su traslado al Hospital Municipal de Balcarce, donde inició el proceso de recuperación. Durante su estancia, concedió varias entrevistas a los medios, en las que compartió su experiencia al enfrentar esas angustiosas horas entre los escombros, a escasa distancia de su esposo, quien había perdido la vida.
“Trataba de tranquilizarme, pero notaba que mi marido no me respondía”, rememoró en una charla con FM Sudestada de Balcarce. “En los primeros minutos le pedí que no se moviera, que ya nos iban a rescatar”, añadió. También mencionó que, “aunque atrapada y sin poder moverme”.
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Recurría a su conocimiento de yoga para mantener la serenidad y controlar su respiración. Al mismo tiempo, trató de hacerse notar. “Empecé a hacer sonidos en código Morse, pidiendo auxilio. Marcaba la palabra S.O.S.”, confesó, recordando la angustiante y prolongada espera hasta que finalmente vio llegar a los rescatistas con la camilla.
Logró volver a su hogar tras recibir el alta médica, pero hace dos semanas tuvo que ser readmitida en el Hospital Municipal Felipe A. Fossatil de Balcarce, su lugar de residencia, esta vez en la unidad de terapia intensiva debido a una descompensación que alarmó a los profesionales de la salud. Josefa, conocida como "Pelusa" por sus seres queridos, estuvo varios días en la unidad de cuidados intensivos y recibió el alta el 20 de noviembre.
La mujer prosiguió su proceso de recuperación en casa. No obstante, en las últimas horas, su salud se deterioró nuevamente, lo que llevó a una nueva hospitalización en la unidad de cuidados intensivos. Esta vez, Josefa no logró recuperarse de las secuelas físicas ocasionadas por el colapso. Según informaron sus familiares, falleció hoy mientras estaba en el centro médico, ya fuera de la terapia intensiva.
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