20 de marzo 2025 - 9:33hs

Este miércoles, Néstor Soto recibió la sentencia de prisión perpetua por el femicidio de Catalina Gutiérrez, quien fue asesinada el 17 de julio de 2024 en Córdoba. La resolución fue dada por los jueces Susana Frascaroli, Horacio Carranza y María Gabriela Rojas Moresi del Tribunal II, después de que un jurado popular emitiera su veredicto.

Soto, quien tiene 22 años y es originario de Bariloche, fue llevado a juicio enfrentando cargos por homicidio calificado, relacionado con la violencia de género y por criminis causa, lo que implica haber cometido el asesinato para encubrir otro crimen.

De esta manera, el ex compañero universitario de Gutiérrez fue condenado a la pena máxima por la Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación de Córdoba, tras haber asesinado a la víctima en su hogar en la capital provincial la noche del 17 de julio de 2024.

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El presidente del tribunal, Horacio Augusto Carranza, afirmó: "Declaramos a Néstor Aguilar Soto autor de lesiones leves agravadas por mediar violencia de género, en concurso real con un homicidio mediando violencia de género y a la vez un homicidio que se cometió para lograr la impunidad".

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Néstor Soto confesó el crimen de Catalina Gutiérrez

Néstor Soto confesó el crimen de Catalina Gutiérrez

En el transcurso del juicio, el fiscal Marcelo Sicardi argumentó que el acusado asesinó a Catalina con el objetivo de encubrir las agresiones anteriores, considerando el crimen como un femicidio. Aunque Soto admitió haber cometido el asesinato, rechazó la clasificación de su delito como un crimen de género. Durante la audiencia, afirmó, “yo soy un homicida, pero quiero defenderme: no soy un femicida” y le pidió “perdón de todo corazón a los padres” de la joven de 21 años.

Aunque intentó distanciarse de la acusación de femicidio, el fiscal Sicardi reafirmó que el asesinato de Catalina constituía un acto de violencia de género, describiendo a Soto como “un lobo con piel de cordero”.

La clasificación legal del caso había cambiado recientemente, ya que el fiscal retiró el agravante de alevosía y añadió el de criminis causa, sin que esto afectara la pena máxima que podría imponerse.

La parte demandante, representada por los abogados Carlos Hairabedian y Santiago Capdevilla, solicitó que se mantuviera el agravante de alevosía, argumentando que Soto actuó con premeditación y ventaja; sin embargo, esta solicitud no fue aceptada.

La defensa, liderada por la abogada Ángela Burgos Niño, argumentó que el caso no debía calificarse como femicidio, sino como homicidio simple, ya que consideraron que no hubo violencia de género, lo que conllevaría a una pena menor. Además, la abogada puso en duda la validez del proceso y expresó que la condena no podría sostenerse en una casación.

Catalina Gutiérrez.avif
Catalina Gutiérrez

Catalina Gutiérrez

Antes de conocerse el veredicto

En la audiencia de este miércoles, antes de que se anunciara el veredicto, Eleonora Vollenweider, madre de Catalina, se dirigió al tribunal y habló directamente a Soto. “Mi hija está en un cajón por culpa tuya”, le expresó, mientras él mantenía la mirada hacia el suelo.

Vollenweider compartió el sufrimiento que le causó la pérdida de su hija y le solicitó a Soto que la mirara. “Me gustaría que me miraras Néstor, mirame. No te voy a volver a ver. Lamento tanto el día que Catalina te conoció”, dijo. A pesar de su insistencia, Soto continuó con la cabeza baja.

El 17 de julio de 2024 se cometió el crimen, cuando Catalina recogió a Soto en su automóvil para asistir a una reunión con amigos en Patio Olmos. Él la asesinó en el departamento que alquilaba en barrio Jardín y luego dejó su cuerpo en el Renault Clio de la víctima, en la zona de Ampliación Kennedy, donde trató de quemarlo para encubrir el homicidio.

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Néstor Soto y los padres de Catalina Gutiérrez

Néstor Soto y los padres de Catalina Gutiérrez

La confesión del asesinato de Catalina

El martes, durante la penúltima audiencia del juicio, el acusado confesó haber cometido el femicidio. En una declaración llena de detalles inquietantes, reconoció que usó la técnica del “mataleón” para asesinarla tras una discusión en su departamento. “Se me apagó la tele”, intentó justificar al explicar sus motivos.

El detenido explicó que la discusión se inició cuando Catalina llegó a su casa y, según él, le hizo reproches por no haberla invitado a una reunión con amigos, mientras él se preparaba para asistir a ese encuentro.

“Le dije que me iba a cambiar de ropa y me respondió: ‘Dale, culiado, encima de que no me invitás, ¿te tengo que esperar?’”, comentó Soto, y prosiguió: “Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije: ‘Tomátela’. Ahí ella se enojó y me dijo: ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’ y me dio una cachetada'”.

De acuerdo con su relato, él reaccionó de manera violenta. “Reaccioné con un golpe y le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo: ‘Pelotudo, me pegaste re fuerte’. Me agarró de la remera y terminamos los dos en el piso peleando”, explicó.

En ese instante, confesó que le realizó una maniobra de estrangulamiento hasta que la joven de 21 años perdió el conocimiento.

Catalina Gutiérrez.avif
Catalina Gutiérrez

Catalina Gutiérrez

“Ella estaba en el piso y me tocó el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca el Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción”, continuó contando. No obstante, la causa contradijo su versión de los hechos.

Al descubrir que Catalina había fallecido, Soto intentó prenderse fuego junto al cuerpo, aunque no tuvo éxito. “Se me pasó por la cabeza matarme, agarrar el auto y chocar. Vi el alcohol arriba de la heladera y pensé: ‘Me prendo fuego acá en el departamento’. No sabía qué hacer. Iba y venía. Me senté y no entendía qué hacer”, manifestó.

Después, colocó el cadáver en el auto de la víctima y comenzó a conducir hacia el sur, hasta llegar a un terreno baldío en el barrio Ampliación Kennedy, donde decidió dejarlo allí junto con el vehículo.

“Frené en un lugar, no quería manejar más, me quería matar. Agarré el alcohol, lo tiré en el piso y también me lo tiré a mí. Prendí un fósforo y se empezó a prender despacito. Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar”, afirmó.

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Néstor Soto y Catalina Gutiérrez

Néstor Soto y Catalina Gutiérrez

En el transcurso de la audiencia, el acusado admitió que simuló no saber lo que había sucedido en las horas siguientes al femicidio e incluso llegó a abrazar a la madre de la víctima en la comisaría.

“Perdón, por no haber tenido los huevos en el momento de decir que maté a una persona”, se disculpó. Luego añadió: “Cuando llegué a la comisaría, vi al papá, a la mamá y a la hermana y dije: ‘Ni en pedo hablo acá’. Seguí mintiendo. Dicen que se me vio nervioso. Y sí, más vale”.

El autor del femicidio se mostró muy afectado cuando la Policía fue a capturarlo para su declaración. “No aguanté más, exploté llorando y dije: ‘Me arruiné la vida, señor, me arruiné la vida’”, relató. También mencionó que solicitó ver al padre de Catalina: “Lo primero que le dije a la Policía fue: ‘¿Dónde está Marcelo?’. Para que me mate, para que me tire al piso”.

No obstante, Marcelo Gutiérrez afirmó en una conversación con la Agencia Noticias Argentinas que "jamás en la vida" aceptará las disculpas del perpetrador del crimen, calificando la declaración de Soto como un "invento".

"Fue muy feo escucharlo, sentí asco, impotencia y bronca. Hablaba más de él, de lo que lo acusan, que del hecho en sí. Es un psicópata con todas las letras", agregó.

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Catalina Femicidio Córdoba prisión perpetua

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