En las calles de la Ciudad de Buenos Aires, más de cien personas pierden la vida anualmente debido a accidentes de tráfico. Los grupos más afectados suelen ser los peatones, motociclistas y ciclistas, y la situación se torna aún más alarmante al considerar que casi el 50% de las víctimas son menores de 35 años.
Las estadísticas preocupantes presentadas en el informe oficial de 2022 ponen de manifiesto una crisis que llevó al gobierno de la ciudad a iniciar una campaña de seguridad vial, acompañada de un proyecto para reorganizar el tránsito y facilitar la movilidad. Esta acción se enmarca en el programa Mayo Amarillo, diseñado para fomentar la concientización y reducir el número de fallecidos y lesionados en las calles.
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Como acción central, la ciudad incrementó la presencia de agentes de tránsito en motocicleta e intensificó la vigilancia en avenidas y calles principales. Asimismo, se organizaron los alrededores de hospitales, y posteriormente se llevarán a cabo labores similares en torno a escuelas, bancos, compañías de transporte, paradas de autobuses y áreas destinadas a la carga y descarga.
En los próximos días, se pondrán en marcha iniciativas de sensibilización y divulgación dirigidas a los usuarios, antes de que se implementen controles más rigurosos. El objetivo es fomentar un mayor compromiso entre conductores, ciclistas, peatones y toda la comunidad.
Entre las acciones llevadas a cabo, se revitalizó la aplicación BA Taxi, la cual fue mejorada para facilitar su uso tanto a residentes como a visitantes. Además, se lanzó una nueva versión del programa "Soltate", diseñado para enseñar a manejar bicicletas con un enfoque en el cumplimiento de las normas de seguridad vial.
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La campaña Mayo Amarillo, respaldada por la Iniciativa Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Global, tiene como meta sensibilizar sobre la alarmante cantidad de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico a nivel mundial. Con el propósito de poner de relieve la significancia cultural y simbólica de uno de los símbolos de Buenos Aires, la administración de la ciudad lanzó un proyecto artístico pionero. Este consiste en la transformación de 30 taxis, los cuales fueron decorados por destacados artistas plásticos, quienes plasmaron en estos vehículos célebres obras de arte y tributos a diversas figuras argentinas.
Jorge Macri destacó y priorizó este proyecto, brindando su respaldo debido a que no implica un gasto adicional y busca resaltar uno de los medios de transporte más icónicos de Buenos Aires. Gracias a esta iniciativa, los taxis transformados ya pueden recorrer las calles de la ciudad, dejando a su paso obras artísticas que enriquecen y revitalizan el paisaje urbano.
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De los 30 taxis que ya están en circulación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, varios exhiben obras originales de los artistas involucrados en el proyecto, mientras que otros celebran a importantes figuras argentinas. Entre ellos se encuentran homenajes a personajes icónicos como Mafalda y Diego Armando Maradona, quien es representado tanto levantando la Copa del Mundo como anotando su célebre gol con la mano ante Inglaterra en 1986.
Entre los destacados artistas que llevaron su creatividad a los taxis se encuentran figuras reconocidas como Marta Minujín, Milo Lockett y Ricardo Celma. Además, el proyecto contó con la participación de Guille Pachelo, Tano Verón, BIH_ART, Manuel Paz, Abraham Gómez, Guigui Payer, Darío Rego, Pedro Gianini, Silvia Dota, Carito Elefante Violeta, Fernando Weiman, Benito Laren, Maco García, Ivanna Rojas, Tomás Baisi, Agostina Mauro y Kevin Berdi.
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De acuerdo con lo que informaron los organizadores, cada una de las intervenciones fue meticulosamente planificada para asegurar resultados excepcionales. Este proceso implicó vincular a cada artista con un taxista, estableciendo una conexión relevante entre la historia o los intereses del conductor y la obra de arte exhibida.
Un caso ejemplar es el del taxista que recibió la intervención de Milo Lockett, quien decidió nombrar a su hijo en honor al artista; hoy, ese niño tiene 10 años. Por otro lado, la historia del taxi intervenido por Carito Elefante Violeta es igualmente conmovedora. Esta artista, que tiene autismo, trabajó junto al chofer del vehículo, quien también posee un hijo autista. Juntos, optaron por utilizar su colaboración como una plataforma de sensibilización, pintando en el baúl del taxi la frase “La bocina duele”.
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Este proyecto no solo pretende embellecer la ciudad, sino que también tiene como fin poner en valor el talento local y cultivar un sentido de comunidad y pertenencia entre sus habitantes. Al incorporar estas obras de arte en los taxis que circulan por las calles, se espera que los ciudadanos se conecten de manera más profunda con su entorno cultural, así como con las vivencias personales de los artistas y los taxistas involucrados.
Los taxis, reconocidos como un emblema de Buenos Aires, transforman su papel habitual al convertirse en auténticas galerías sobre ruedas gracias a esta iniciativa. Esto proporciona a los pasajeros y viandantes una experiencia artística singular y participativa. La intervención artística en movimiento pone de relieve el trabajo de los artistas contemporáneos, mientras que alienta tanto a locales como a turistas a pausar un instante para disfrutar de la riqueza creativa y cultural que caracteriza a Buenos Aires, según explicaron los organizadores del proyecto.
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