A medida que Jorge Lanata se prepara para su inminente traslado a la Clínica Santa Catalina, donde reanudará su tratamiento de rehabilitación neurológica, ayer en Intrusos se llevó a cabo una entrevista con su hija mayor, Bárbara, quien compartió una revelación sorprendente.
“Mi papá está bien, pasó el fin de semana bien después de la operación del botón gástrico, y ahora mañana o pasado lo van a trasladar a Santa Catalina. Estamos tranquilas sí, cansadas, ya va son cinco meses, yo por lo menos, todas, estamos muy cansadas. Pero está mejorando. Es un paso importante volver a la instancia de rehabilitación”, expresó la joven de 35 años.
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La familia de Jorge Lanata considera alternativas para la rehabilitación definitiva del periodista.
Siguió: “Nos quedan igual muchos meses de rehabilitación, no sé cuántos, todo depende…¡Es un día a día! Estos meses pasamos por muchas etapas, muchos sentimientos, hablamos de muchas cosas, nos acompañamos mucho. Yo estuve con él el fin de semana. Él habla normal, por momentos está medio perdido, por momentos sabe dónde está. No sabe la situación porque no retiene información. No sé, por ahí le decimos alguna novedad del día y al rato se la olvida. Es normal, es parte de la confusión del hospital. A él lo sientan un ratito, no es que está sentado todo el día”.
Al ser consultada sobre si su padre estaba al tanto del conflicto familiar que se desató en el exterior, Bárbara comentó: “Yo no estuve cuando estuvo Levinas, y me parece que cada uno que viene tiene su experiencia personal. Yo puedo hablar por lo que hablo yo con él. Yo nunca hablé del tema y él nunca, tampoco, me hizo referencia. Puede ser que alguien le haya dicho algo y él haya respondido ‘qué quilombo que hay afuera’. Ahora, que dos días después se acuerde de eso, no”.
Por pedido de las hijas, inhibieron los bienes de Jorge Lanata: los detalles
El miércoles se anunció que un administrador fue nombrado por el sistema judicial para gestionar los bienes del periodista. Esta decisión fue impulsada por sus hijas tras un desacuerdo con su esposa, Elba Marcovecchio, quien supuestamente había restringido el acceso a una de sus cuentas bancarias.
“A partir de ahora, cualquier movimiento que se haga depende del juez. Hay un administrador, lo pone la Justicia. Es un curador que trabaja muy bien y será quien decida cómo se maneja el dinero”, explicó Pia Shaw en A la Barbarossa.
"Finalmente, nada se va a hacer sin autorizacion del juez. Todo esto se mandó al Registro Nacional de Propiedades: no podes vender, no podes sacar un centavo, mover nada de la cuenta. Fue un pedido que hicieron las hijas de Jorge, luego de que Elba (Marcovecchio, la esposa) bloqueara la cuenta del banco del conductor", agregó.
Posteriormente, se anunció que el juez de la causa resolvió la inhibición general de los bienes del periodista, "no se puede vender nada, ni un alfiler", dijeron en Desayuno Américano.
"Además resolvió que todos los ingresos, por ejemplo el sueldo de Radio Mitre, pase a una cuenta judicial. Las publicidades que Jorge cobraba por afuera de la radio, o de de sus contratos comerciales, también van a una cuenta judicial. Él cobraba una, dos o tres pautas publicitarias muy importantes de dinero, que las cobraba la hija porque así estaba establecido, que ahora también van a ir a una cuenta judicial”, detalló el panelista del programa.
Agregó, "todo se administra ahí, en la cuenta judicial. ¿Y quién maneja esa plata? Ese es el tema. Bueno... hay un curador que es un abogado que va a tener que administrar los bienes de Jorge. Este abogado se va a reunir con todas las partes. Se va a reunir con las hijas, se va a reunir con Marcovecchio, se va a reunir con las exparejas de Jorge, y atención a esto porque él va tener que ordenar las cuentas. El abogado es imparcial también, no es de ninguna de las partes, está de manera provisoria y deberá ordenar las cuentas. Aún no revocaron los poderes”.
Es importante señalar que Jorge Lanata está internado en el hospital hace cinco meses, y el viernes, le colocaron un botón gástrico. A partir de esta semana, proseguirá su tratamiento y su proceso de recuperación en el Centro de Neurorehabilitación Santa Catalina, ubicado en el barrio de San Cristóbal.
