“Mi papá está estable. Es un día a día. O sea: no está ni mejor, ni peor. Ahora lo que pasa es que le duele mucho la cara y las escaras. Eso es típico de las internaciones y la traqueostomía, lo conectan a una asistencia respiratoria solo a la noche. Durante el día lo desconectan y él puede hablar con la válvula fonatoria. Está comiendo por el botón gástrico porque al estar tanto tiempo entubado y con la traqueostomía pierde la capacidad de deglución. Tiene que hacer rehabilitación de deglución”, expresó la mujer de 36 años.
“Además, está con una sonda. Eso a la larga es como la intubación, no está bueno tener el tubito atravesándote la nariz. Entonces le hicieron un botón gástrico: un agujerito que va directo al estómago, que es algo que pidió como requisito el lugar de rehabilitación porque es más cómodo para los pacientes, él está alimentándose así. Está mejor de lo que estuvo. Todavía no lo van a mandar a rehabilitación porque para eso necesita estar estable varios días, sin fiebre, sin dolor, sin problemas de presión. Hay veces que le baja o le sube la presión y a veces se agita. No es que esté mal, pero tampoco está para rehabilitación: quieren estar muy seguros”, añadió.
Sobre la rutina diaria de Lanata, mencionó en una conversación con La Nación: "Él habla. Tiene días mejores y días peores, en los que está más perdido. No está 100% ubicado. Hay días en los que te dice perfecto que está en el Italiano. No sabe bien qué día es porque obviamente está perdido en el tiempo, pero sí sabe que está en el Italiano. Nos reconoce, pero hay días en los que le dan más calmantes y eso lo hace perderse más, o delirar. A veces grita por Nélida que es la tía que lo crió, pero eso también normal, es lo más primitivo de buscar el cuidado materno".
“Hablar, habla, y está más ubicado que en otro momentos, pero tampoco te voy a decir que está lúcido como para estar en la radio, no. Son seis meses de internación en los que lo operaron y durmieron varias veces para hacerle estudios o curaciones”, explicó.
Ante la consulta de si pregunta por las noticias, contó: "Hablamos de cosas del día a día. El otro día le conté que a una amiga se le incendió la cochera y me preguntó qué había pasado con el auto. También hablamos del perrito que adoptó mi hermana. Hay días que está más perdido y por ahí se confunde una enfermera con una empleada y le dice “te dejo ropa para lavar”. Eso tiene un nombre y es parte de una internación de mucho tiempo, se llama desorientación hospitalaria. Cuando ganó Racing estábamos viendo TN y le conté que una amiga había viajado a Paraguay y le mandamos un mensaje de felicitaciones. Hace poco también vimos una nota de Martín Caparros con María O'Donnell y Ernesto Tenembaum y no es que le prestó mucha atención a la nota, pero en un momento me dijo: '¡Es Martín! ¿Con quién está?'. Por momentos presta más atención. Le estuvimos leyendo una parte del último libro de Caparrós donde cuenta que se acostó con un escritor y le pregunté si lo sabía y me respondió que no pero que no le sorprendía, por ejemplo. Por momentos conecta".
Además, compartió cómo está enfrentando esta situación tan compleja e indicó que se siente “agotada” y “colpasada”.
“Cansada y con ganas de que esto se termine. Más allá de todo lo que conlleva el tema de salud, está también la situación judicial y lo mediático. Me escriben todo el tiempo 20.000 periodistas. Tengo el teléfono estallado todo el tiempo. Se volvió un trabajo y me la paso resolviendo problemas. Atajando penales. A lo judicial que avanza muy lento se suman seis meses de ir casi todos los días al hospital. La interna con los abogados te agota mucho. Hay un administrador pero hay que explicarle cómo pagar las cosas, a dónde y qué cuentas. Imagínate que es una persona externa que empieza a manejar tu vida. Hasta lo más chiquito le tenés que explicar”, contó.
Agregó: “Me puse todo al hombro. Los empleados me reclaman la plata a mí. Me lleva mucho tiempo y se volvió un trabajo. Obviamente, son seis meses y ya estamos todos en cortocircuito. Al principio todos muy unidos, ahora también, pero hay días que nos queremos matar entre todos”.
"El trabajo es una pasión, crecí con padres separados así que de grande, lo laboral y lo intelectual fue un punto de encuentro con mi papá. En cambio mi hermana y Sara son más sentimentales. Nos complementamos bien: ellas son sentimentales y mi mamá y yo más mentales, productoras. Kiwi por ahí se queda seis horas al lado suyo en hospital. Yo también voy al hospital, pero me quedo menos tiempo y me ocupo de la parte más logística y administrativa. Tengo esa cosa de la hija mayor. La gente me llama a mi, el abogado de mi papá, la secretaria", expresó Bárbara sobre el lugar importante que ocupa el trabajo en su vida y en la de su padre.
Además, sumó: "Siempre tuve esa cosa de ocuparme bastante de mi familia. Me hice mucho cargo de Lola, siempre la llevé y la traje. Si mi papá tiene un problema con Lola me llama a mí, no sé… Hay una cuestión de personalidad. En la familia siempre cada uno tiene un rol y el mío siempre fue el del orden y el de ser la intermediaria. Mi papá le decía a Lola: 'Si hacés tal cosa le cuento al sargento'. El 'sargento' soy yo. Siempre me hice cargo de muchos quilombos familiares. La relación con la familia siempre fue así: ellos más relajados y yo poniendo orden".
Whats_App_Image_2024_12_18_at_21_52_55_705101c47f.webp
Bárbara Lanata aprovechó para hablar de la resolución de la Justicia de darle la potestad de participar en las decisiones sobre la salud de su padre. "Cada una (Sara Stewart Brown, Andrea Rodríguez y Lola Lanata) tiene un rol en la familia. Obviamente que Lola tiene más licencias porque es chiquita, pero somos las cuatro un equipo", manifestó y añadió, "sobre la interna familiar no podemos hablar nada por un tema de multa. No podría contar bien el tema judicial. Internamente no se calmó; que no se filtren cosas es otro tema. Sí es verdad que al fallar la Justicia a nuestro favor en un montón de cosas ella [Elba] ya está más acorralada. Ya no puede hacer ciertas cosas porque ahora yo puedo decidir al mismo nivel. Hay un administrador. Tiene ciertas limitaciones. Eso organizó y calmó un poco la situación".
Reveló que no habla con Elba Marcovecchio, actual esposa de Jorge Lanata, porqué "es para quilombo". "Si se cruza en el hospital con mi hermana no la saluda, cosas así... Desde el día uno ella pidió no cruzarnos", confesó.
En cuanto sus rispideces con Elba Marcovecchio, contó cuándo empezaron: "A mí desde el vamos no me cerró. Fui la primera en sentir algo raro y después con los meses, después del casamiento, empezó a tener actitudes que hicieron que mi hermana y Kiwi tampoco se llevaran. Ella va a decir que con Lola sí se llevaba. La verdad es que Lola tuvo más relación porque la mitad de la semana convivía con mi papá, pero no es que le caía bien. Se iban de vacaciones a Uruguay pero, no sé, por ejemplo, mi hermana no fue a París en las vacaciones que fueron con los nenes de Elba porque no quiso. O se quiso volver antes de Uruguay porque no estaba cómoda. La situación empezó mucho antes de la internación".
"Fue algo intuitivo y después hubo hechos que hicieron que todos fueran cambiando de opinión de a poco. No es que no hizo nada y que de repente a todos les cayó mal, hubo situaciones que generó ella que hicieron que todos fueran cambiando de opinión", concluyó.
El futuro de Jorge Lanata en Radio Mitre
El debate en torno al destino del programa de Jorge Lanata en Radio Mitre sigue generando controversia, con diversas especulaciones acerca de lo que decidirá la empresa. Bárbara, la hija mayor de Jorge Lanata, habló sobre la continuidad del periodista.
"En teoría iba a seguir y, si no me equivoco, tiene contrato hasta el 31 de enero. En teoría iban a pagar hasta enero o febrero y después a lo sumo iban a bajar un poco, pero en cuanto al programa en sí, no sé, parece que no conseguían reemplazo, pero tampoco son muy claros. Tienen distintas versiones pero, al no ser claros, se les está yendo todo el mundo. No sabría decirte, pero sé que es un lío y que mi mamá está sufriendo", reveló.
Lanata.webp
Existe la posibilidad de una desvinculación de Radio Mitre, emisora en la que Lanata brilló durante muchos años.
Por su parte, ayer en A la Tarde, Luis Ventura presentó una información impactante sobre el tema: “En cualquier momento puede llegar a una situación límite en la relación de la doctora Marcovecchio con las hijas de Lanata, porque no faltarían las ganas de levantarlo si la soga se sigue tensando, de todos los espacios comunicacionales. De la radio, de la televisión, si existiese un proyecto, razón por la cual, el hecho de sacar esa marca del aire de Radio Mitre, implicarían que se dejen de lado los convenios contractuales y también los publicitarios, a través de los cuales cobra todo el mundo”.
“Y les sumo algo que sorprendió hoy. Jesica Bossi, que iba a reemplazar a Lanata hasta el último día de febrero, decidió poner un punto final a fin de año. Ya habló con las autoridades de la radio, yo me comuniqué con ella y me dijo que terminó una etapa para ella, pero no implica que termine su relación con la radio”, agregó Luis Bremer y concluyó.