Carlos Robledo Puch, conocido como el "Ángel de la Muerte," es el asesino en serie más infame de la historia argentina, con una condena que lo mantuvo en la cárcel por más de 50 años. Recientemente, la justicia argentina dictaminó que podría ser trasladado a un penal de régimen semiabierto, una instancia previa a la libertad. Sin embargo, Robledo Puch mostró resistencia durante la evaluación psicológica, expresando que no deseaba salir en esas condiciones y mostrando actitudes agresivas ante los peritos.
El fallo, firmado por el camarista Oscar Quintana, contempla su incorporación al Programa Casas por Cárceles en una unidad especial del Servicio Penitenciario Bonaerense, siempre y cuando él mismo acepte dicho traslado. La falta de disposición del "Ángel" para acatar el proceso podría dificultar que el beneficio le sea otorgado. Durante la evaluación, el prisionero expresó su preferencia por quedarse en prisión antes de aceptar una salida condicionada, lo que sugiere que las probabilidades de una verdadera reinserción social son limitadas.
Los crímenes de Carlos Robledo Puch que cambiaron la historia
Nacido en una familia de clase media alta en Vicente López, Carlos Robledo Puch protagonizó una serie de crímenes que sacudieron al país en los años 70. Su primera incursión delictiva fue a los 19 años, en sociedad con su compañero de escuela, Jorge Ibáñez. Juntos, emprendieron una escalada de asesinatos que comenzó en 1971 y continuó durante un año, acumulando un total de once homicidios. Su captura el 4 de febrero de 1972 marcó el final de un periodo de horror que pocos imaginaban posible en una Argentina ya golpeada por la violencia política y social.
El periodista Osvaldo Soriano, en un histórico artículo publicado en el suplemento cultural de La Opinión, inmortalizó la saga criminal de Robledo Puch. Su pluma desentrañó la figura de un asesino frío y sin remordimientos, que, con apenas 20 años, había asesinado a sangre fría y a traición. La nota de Soriano, considerada un hito en el periodismo argentino, convirtió a Robledo Puch en un personaje fascinante y aterrador, que desafió la lógica al provenir de una familia acomodada y sin antecedentes de violencia.
Primeros pasos en el crimen y la escalada de asesinatos y brutalidad
Desde joven, Robledo Puch mostró comportamientos que lo llevaron al borde de la ilegalidad. Durante su adolescencia, fue expulsado de varias instituciones educativas debido a problemas de conducta y pequeños robos. La sociedad delictiva que formó con Jorge Ibáñez lo introdujo en un mundo criminal de robos nocturnos a joyerías y talleres mecánicos. Un día, tras robar una moto en un taller, fueron detenidos, pero Puch logró evadir las autoridades presentando documentación falsa.
Poco tiempo después, sus crímenes escalaron en brutalidad. La madrugada del 15 de marzo de 1971 fue el inicio de su serie de homicidios. Robledo Puch e Ibáñez ingresaron a un boliche en La Lucila, y mientras robaban, decidieron ejecutar a dos empleados que dormían en el lugar. Carlos, sin dudar, les disparó a la cabeza, iniciando así una escalada de asesinatos que incluiría a varios serenos y mujeres en situación de vulnerabilidad.
Entre marzo y noviembre de 1971, el "Ángel de la Muerte" cometió una serie de crímenes que se caracterizaron por la violencia y falta de remordimiento. Tras la muerte de su primer cómplice, Ibáñez, en un accidente de tránsito, Robledo encontró en Héctor Somoza a un nuevo acompañante para sus robos y asesinatos. Uno de los crímenes más impactantes fue el de una joven prostituta, Virginia Rodríguez, a quien Robledo mató de cinco disparos en un descampado tras robarle su bolso.
Para noviembre de 1971, la cantidad de víctimas había aumentado, y sus actos de violencia se volvían cada vez más macabros. Durante un robo a una agencia de autos, mató al sereno y robó apenas unos pocos pesos. Luego, en otra ocasión, le disparó al portero de una ferretería en Carupá. La policía seguía las pistas de estos asesinatos, sin sospechar que el responsable era un joven de apenas 19 años. Su captura se dio finalmente tras el asesinato de su propio cómplice, Somoza, al que disparó para evitar que lo delatara, quemándole luego el rostro y las manos con un soplete en un intento por borrar su identidad.
La captura y la condena
El 4 de febrero de 1972, Robledo Puch fue arrestado, y su caso se convirtió en el epicentro de la atención mediática. Su confesión fue brutalmente explícita: admitió haber matado a once personas en apenas un año. En 1980, se llevó a cabo el juicio, y la pericia psicológica determinó que Robledo Puch era un psicópata peligroso. Esta conclusión fue clave para su condena, y el juez dictaminó una pena de reclusión perpetua con accesoria por tiempo indeterminado, una sentencia inédita en ese momento.
El juicio y las posteriores declaraciones de Robledo Puch confirmaron su falta de empatía y su tendencia a la violencia. Incluso décadas después, el asesino sigue sin mostrar signos de arrepentimiento, y sus afirmaciones sobre su permanencia en prisión muestran una mezcla de resignación y desafío. Sus intentos de apelar a una liberación fueron denegados en repetidas ocasiones, y la posibilidad de un indulto extraordinario fue vista con escepticismo, dada la brutalidad de sus crímenes.
La adaptación cinematográfica: El Ángel
La figura de Carlos Robledo Puch y su historia de crímenes llegaron a la pantalla grande en 2018 con la película El Ángel, dirigida por Luis Ortega. Esta producción buscó capturar la compleja personalidad del asesino y presentar su vida con una estética alejada de los convencionalismos. El director optó por no juzgar los actos de Robledo Puch, sino explorar su juventud, ambiciones y deseos desde un enfoque casi poético y sombrío.
Protagonizada por un elenco de renombre que incluye a Lorenzo Ferro en el papel de Robledo Puch, junto a actores como Peter Lanzani, Daniel Fanego, Cecilia Roth y Mercedes Morán, la película se inspiró en el libro El Ángel Negro del periodista Rodolfo Palacios. La historia aborda el viaje de un joven carismático y de apariencia inofensiva que, tras ser expulsado del colegio, comienza una relación con Jorge Ibáñez (interpretado por el Chino Darín) y se adentra en un espiral de crímenes. El Ángel refleja el encanto oscuro y la violencia de Robledo Puch en una recreación en la que el crimen y la juventud se entrelazan en una narrativa visualmente impactante.
Embed - El Ángel | Primer trailer | 9 de agosto - Solo en cines
Ortega, en esta obra, evita ofrecer una interpretación moral, y en cambio explora la complejidad de Robledo Puch como personaje, mostrando sus contradicciones y el nihilismo de su corta vida de violencia. La actuación de Lorenzo Ferro fue destacada como una interpretación convincente de un personaje que sigue cautivando el interés del público a través de los años.