Fue en playas de Mar Chiquita, Villa Gesell y Nueva Atlantis.
Especialistas observaron que junto con el aumento poblacional de la colonia de esta especie en Península Valdés se registró la presencia de ejemplares en la costa de la provincia de Buenos Aires.
Tres nacimientos se observaron en las últimas semanas en Mar Chiquita, Villa Gesell y Nueva Atlantis. Los ejemplares registrados en la costa bonaerense fueron reportados inmediatamente al Grupo de Investigación Biología, Ecología y Conservación de Mamíferos Marinos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), de la UNMDP y el CONICET.
Las primeras fotografías y filmaciones proporcionadas permitieron la identificación de hembras adultas con sus cachorros de pocos días de vida en lactancia activa.
Los ejemplares presentaban una buena condición corporal, estaban activos y respondían normalmente a estímulos externos. Su comportamiento era normal y esperable para el período de lactancia característico de esta especie.
El elefante marino del sur pertenece a la familia de las focas (Familia Phocidae) y es el más grande de los pinnípedos -grupo que incluye a focas, morsas y lobos marinos-. Los machos adultos son casi cinco veces más pesados que las hembras y con una marcada proboscis o trompa, que da origen a su nombre común.
Los elefantes marinos son mamíferos, por lo que, entre otras características, además de gestar a sus cachorros en el vientre, dan de lactar a los mismos.
Durante la lactancia, las madres con sus crías permanecen en período de lactancia exclusiva en playa, la cual dura aproximadamente 25 días. Los cachorros aumentan en promedio 5kg diarios mientras que las madres disminuyen entre 9 y 12 kg de peso, por lo cual observamos un crecimiento abrupto de los cachorros.
Durante este período es sumamente importante cuidar el vínculo madre-cría, por lo que es indispensable no molestarlos durante la permanencia en playa. Las madres están en total ayuno durante la lactancia y realizan algunas breves incursiones al mar durante el día por lo que se las puede ver cerca de la orilla vigilando a sus cachorros.
Una vez finalizada la lactancia, el destete ocurre de manera abrupta, por lo que las madres pueden permanecer en playa algunos días más y finalmente se van a realizar sus viajes de alimentación a mar abierto que pueden durar 2 meses. Los cachorros destetados permanecerán en playa varias semanas, realizando incursiones al mar cada vez más frecuentes para aprender a obtener su alimento por sus propios medios.
Los registros de nacimientos en las costas de la provincia de Buenos Aires podrían corresponderse con hembras adultas jóvenes que experimentaron su primera parición, con poca experiencia de la madre para el cuidado de su cachorro.
Por tal motivo es de suma importancia evitar acercarse a los animales, la presencia de personas y/o mascotas en el lugar puede llevar a que la hembra se introduzca al mar y abandone a su cachorro en playa. Frente a este escenario, organismos locales, provinciales, junto con voluntarios de la zona, están llevando a cabo un protocolo de guardias permanentes para asegurar el bienestar y la seguridad de las madres con sus crías.
La colonia de elefantes marinos de Península Valdés experimentó un notable aumento poblacional en las últimas décadas. Los últimos censos realizados en 2022 por la Wildlife Conservation Society junto a investigadores del Centro Nacional Patagónico, registraron aproximadamente 18.000 cachorros nacidos anualmente.
Por tal motivo, es esperable registrar elefantes marinos en áreas muy alejadas de las zonas de concentración terrestre, por lo que resulta cada vez más frecuente la presencia de ejemplares de elefantes marinos del sur a lo largo de toda la costa de la provincia de Buenos Aires.
