La Justicia citó a indagatoria a los primeros tres imputados en el caso de la muerte de Liam Payne: el manager del artista, Rogelio Nores, y dos empleados del hotel donde ocurrió el hecho. Además, la jueza Laura Bruniard acusó formalmente a dos personas más: la gerenta del alojamiento y el jefe de recepción.
En el avance de la investigación sobre la muerte del cantante británico, los fiscales citan al mánager Nores, al camarero Braian Paiz y al empleado del hotel Ezequiel Pereyra. Mientras que Nores está imputado por "abandono de persona seguido de muerte" y "facilitación de estupefacientes", a los otros dos solo se les imputa el segundo delito.
Por otro lado, los investigadores lograron reconstruir con más detalle las últimas horas de Payne, gracias a los testimonios de varios trabajadores del hotel. Uno de los más relevantes es el de Esteban Reynaldo Grassi, jefe de recepción del hotel, quien fue imputado recientemente por la jueza Bruniard y aportó chats que prueban que el exintegrante de One Direction contrató a dos mujeres para "supuestos servicios sexuales".
"Tengo entendido que él estaba más activo de noche, llamaba a recepción de manera insistente para pedir alcohol todo el tiempo y preguntaba dónde podía conseguir drogas, más específicamente cocaína", afirmó el recepcionista del hotel CasaSur Palermo, ubicado en la calle Costa Rica 6032.
Grassi explicó que Payne "siempre se mantuvo hospedado solo" y que su mánager subía a su habitación solo algunas veces y por poco tiempo. "La única vez que ingresó alguien distinto fue el día de su muerte. A Payne lo vi pocas veces salir y entrar del hotel, pero como dije, no se mostraba mucho", añadió según el expediente al que tuvo acceso TN.
Los chats que aportó el jefe de recepción del hotel
Ante la Justicia, Esteban Reynaldo Grassi reveló detalles sobre la llegada de Liam Payne al hotel. Según su relato, uno de los empleados le llevó al artista un plato de frutas como cortesía de bienvenida, y cuando le abrió la puerta, el cantante le preguntó si tenía cocaína. "Benítez le respondió que no y ahí Payne comenzó a insultarlo. El empleado se retiró sin decirle nada, pero automáticamente me avisó a mí lo sucedido", explicó Grassi.
El jefe de recepción también narró cómo fue la llegada de las dos mujeres que Payne habría contratado para servicios sexuales. "Cuando subieron las chicas, él hizo un pedido de 300 dólares y alcohol", contó. Además, indicó que, una hora después, las jóvenes bajaron con Payne y se quedaron en el lobby del hotel, mientras los empleados alertaban que el cantante había roto el televisor de la habitación.
"Como él no hablaba español, ni las chicas hablaban inglés, él me pidió que les hiciera de traductor. Ahí ellas me dicen que él les tenía que pagar, pero no me especificaron los motivos. Me dijeron que él les debía 5000 dólares, pero a mí me pareció sospechoso porque él me había pedido anteriormente 300 dólares, y si bien no soy un experto en el tema, me pareció un poco excesivo el valor de lo que pedían", añadió el imputado.
Más tarde, las mujeres le mostraron a Grassi, desde uno de sus celulares, las conversaciones que habrían tenido con Payne, donde se confirmaba el acuerdo por los servicios sexuales a cambio de la suma solicitada.
"A los pocos minutos, el supervisor, junto con la gobernanta, nos avisaron que desde la habitación de Payne se escuchaban golpes y que estaba tirando y rompiendo cosas. Había ruido a vidrio roto, pero nadie intervino en su habitación", agregó.
En la misma línea, Grassi contó que después Payne bajó y se quedó sentado en el lobby "mirando a la nada, en un estado totalmente borracho". Según su declaración, lo acompañaron hasta su cuarto, y aunque Payne podía caminar por sus propios medios, "se notaba que no estaba bien".
"Cuando abrimos la puerta, lo acompañamos de atrás y se quedó dando vueltas. Ahí vi que estaba todo destruido: jarrones, lámparas, su ropa tirada por toda la habitación, las toallas manchadas con vino, botellas rotas. No vi sangre, ni tampoco ningún tipo de droga", detalló.
Los minutos previos al final
Grassi relató que Liam Payne se desmayó varias veces debido a su alto nivel de alcohol en la sangre y, cuando lo llevaron a su habitación por última vez, los destrozos continuaron. "Escuchamos que nuevamente estaba rompiendo todo allí dentro, como si estuviera tirando cosas o pateándolas. Nos quedamos escuchando a ver si frenaba o cómo evolucionaba la situación y cómo podíamos intervenir", explicó.
Tras un llamado de alerta, la Policía se acercó al hotel CasaSur Palermo, pero ya era demasiado tarde. "Apareció uno de los chicos de venta y me dice: ‘Se tiró del balcón’. Le pregunté si estaba vivo y me respondió que no sabía, que había caído en el patio del restaurante y había escuchado el ruido de la caída, pero que nadie había visto la forma en la cual cayó", relató Grassi.
Además de la imputación de Grassi, la jueza Laura Bruniard acusó formalmente a Gilda Martín, gerenta de CasaSur. Aunque no trascendieron los cargos específicos, el hecho clave sería la llamada al 911 realizada minutos antes del episodio fatal que terminó con la vida del exintegrante de One Direction.