El martes por la noche, en la localidad bonaerense de Glew, partido de Almirante Brown, Leonardo Sebastián Figueroa, de 43 años, fue asesinado mientras conducía un colectivo de la Línea 506. El agresor, identificado como Calixto de Jesús Ojeda, un fletero de 57 años, lo atacó por la espalda y lo apuñaló dos veces en el abdomen. Según las primeras investigaciones, Ojeda sospechaba que Figueroa había tenido una relación amorosa con su esposa, lo que habría motivado el ataque.
El homicidio ocurrió mientras Figueroa manejaba el interno 101 del recorrido. Las cámaras de seguridad instaladas en la unidad captaron el momento exacto en que Ojeda, vestido con una campera roja, gorra negra y barbijo, se acercó al colectivero. Sin mediar palabras, sacó un cuchillo y lo apuñaló en el lateral derecho del torso. Luego, descendió del colectivo y huyó corriendo. Figueroa, visiblemente aturdido, cerró la puerta delantera del vehículo y trató de entender lo ocurrido, mirando sus manos llenas de sangre. Fue trasladado de urgencia al hospital Cecilia Grierson, en Guernica, donde los médicos constataron su muerte poco después de su llegada.
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El fiscal Juan Baloira, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°3 Descentralizada de Almirante Brown, imputó a Ojeda por el delito de homicidio calificado por alevosía, lo que implica una pena más grave debido a la premeditación y la forma en que se llevó a cabo el ataque. Está previsto que Ojeda preste declaración en las próximas horas.
Una relación marcada por los celos y la tensión
De acuerdo con la investigación, Ojeda mantenía una relación sentimental con una mujer 27 años menor, identificada por fuentes como J.M. En redes sociales, ambos intercambiaban constantes muestras de afecto. En junio, Ojeda escribió en su perfil de Facebook: "Con o sin maquillaje, sos hermosa, amor", a lo que J.M. respondió: "Sos hermoso, te amo". Sin embargo, en los últimos meses, las tensiones entre ellos parecían haberse incrementado. A mediados de agosto, Ojeda publicó un mensaje que llamó la atención de los investigadores: "En lugar de decir y decir tanto, hay que demostrar".
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El asesino junto a su esposa
El día del asesinato, el fletero cumplía años y J.M. le dedicó un reel en redes sociales con fotos de ambos, acompañado por un mensaje que sugería un distanciamiento en la relación: “Feliz cumpleaños y ojalá que todo mejoré, que solo sea una tormenta pasajera y volvamos a estar más fuertes que nunca”. Este mensaje fue visto por los investigadores como una posible pista del estado emocional de Ojeda antes del crimen.
La captura del sospechoso y evidencia clave
Tras el ataque, Ojeda fue detenido a pocas cuadras de la escena del crimen por un vecino que lo vio correr mientras descartaba algunos objetos en el camino. Este testigo, de 36 años, decidió perseguirlo al recibir indicaciones de otras personas que señalaban a Ojeda como el responsable de un supuesto robo en el colectivo. Minutos después, efectivos de la Policía Bonaerense llegaron al lugar y arrestaron al fletero, que en ese momento portaba un rompevientos blanco y un papel doblado, ambos incautados por los agentes.
Los investigadores, además de contar con el video del ataque registrado por las cámaras de seguridad del colectivo, realizaron un rastreo de los elementos descartados por Ojeda durante su huida. En un gallinero cercano, la policía encontró una gorra, y, a pocos metros, guantes de látex, un barbijo y la campera roja que el agresor usaba al momento del homicidio. Sin embargo, el arma homicida, un cuchillo que Ojeda habría utilizado para apuñalar a Figueroa, aún no fue encontrada.
La investigación y el móvil del crimen
Según las fuentes del caso, el crimen estaría motivado por los celos. Ojeda habría sospechado que su esposa, J.M., mantenía un romance con Figueroa, lo que lo llevó a planear el ataque. Este motivo fue reforzado por los testimonios de conocidos de la pareja, quienes aseguraron que Ojeda mostraba signos de desconfianza hacia su mujer en los últimos meses.
El fiscal Baloira, a cargo de la investigación, solicitó la revisión de todas las cámaras de seguridad de la zona y un análisis detallado de los objetos incautados. Además, se espera que los peritos determinen si Ojeda se encontraba bajo los efectos de alguna sustancia al momento del crimen, dado que, tras ser arrestado, intentó golpearse la cabeza contra el patrullero, obligando a los policías a llevarlo a la Unidad de Pronta Atención de Longchamps para recibir atención médica por un corte en el cuero cabelludo.
Mientras avanza la investigación, la comunidad de Glew, y en particular los compañeros de trabajo de Figueroa en la empresa de colectivos, se mostraron conmocionados por el asesinato. El sindicato de choferes emitió un comunicado lamentando la trágica muerte de Figueroa y exigiendo justicia. El caso sigue en desarrollo, con Ojeda en calidad de detenido y a la espera de nuevas medidas judiciales que esclarezcan completamente los detalles del homicidio.
