Después de que el policía retirado Rafael Moreno aseguró que no quiso tirar pero que se le escapó el gatillo, el hecho generó mayor tensión en el barrio de Lomas del Mirador donde los vecinos intentaron ingresar a la casa del homicida para lincharlo.
Moreno disparó al colectivero Sergio Díaz, de 40 años, después de reclamarle que baje el volumen de la música con la que festejaban la Navidad, el 25 de diciembre a las 6 de la mañana.
Embed - Incidentes en la casa del expolicía que mató a su vecino: discusión vecinal y asesinato
Como sus vecinos desoyeron sus reclamos y comenzaron a empujar y a increparlo, Moreno disparó su arma reglamentaria.
Familiares de la víctima reclamaron frente a la vivienda de Lomas del Mirador, donde permanece Liliana, la esposa del asesino. Esta mañana, la mujer había declarado ante la prensa y dijo que su marido “tuvo que tirar”.
La policía tuvo que reforzar la seguridad en la casa para evitar represalias de familiares y vecinos.
Los familiares de la víctima provocaron disturbios frente a la casa donde vive el asesino junto a su esposa Liliana, en Lomas del Mirador.
Al lugar llegaron cuatro patrulleros de la Policía Bonaerense que lograron frenar los incidentes. También llamaron a una ambulancia para trasladar a la mujer al hospital, que es mayor de edad y con problemas de salud.
Mientras trataba de ingresar la camioneta al patio delantero de la vivienda, los vecinos comenzaron a insultarla y dos familiares de Díaz intentaron tirar la puerta abajo. Afortunadamente, la situación no pasó a mayores, pero en la cuadra se vivieron momentos de tensión.
Liliana permanece adentro desde que se llevaron detenido a su esposo, acusado de asesinar a su vecino tras una discusión por el volumen de la música. Esta mañana, la mujer había declarado ante la prensa y dijo que a su marido no le quedó otra opción y que “tuvo que tirar”.
“Vino hecho bolsa, me dijo ´tuve que tirar porque uno tenía un arma y me apuntaba´”, fue la frase que le dijo el exintegrante de la Policía Federal Argentina a su esposa unos minutos después de dispararle en la panza a Díaz.
Liliana, la esposa del policía, contó que lo vio salir de su casa unos minutos antes de que se desencadene la discusión. “No lo vi salir con el arma porque nunca anda armado. Yo sé que tiene armas porque hace años que vivo con él”, explicó.
La mujer sostuvo que su esposo “seguro disparó porque no tenía opción” y planteó la discusión entre vecinos como un conflicto de vida o muerte: “Es la tuya por la mía”, dijo en diálogo con TN.
Cómo fue el crimen del colectivero en Lomas del Mirador
Rafael Horacio Moreno tiene 74 años, es jubilado de la Policía Federal Argentina (PFA) y en la madrugada del 25 de diciembre mató de un tiro en el abdomen a Díaz, su vecino, de 40 años, que vivía frente a su casa en calle Acevedo al 4100.
En ese lugar, la víctima estaba festejando la Navidad junto a amigos y familiares. Moreno salió armado de su vivienda y le pidió que baje la música, que estaba a todo volumen. Comenzaron a discutir y Díaz lo enfrentó y lo empujó. El jubilado disparó a corta distancia y la bala ingresó en el abdomen.
Díaz murió camino al hospital, después de que sus allegados lo subieran a un auto y lo llevaran al centro de salud sin poder salvarle la vida. La herida fue directa al estómago y el proyectil le quemó la ropa. No había nada que hacer.
Qué dicen los familiares
“Cuando pasó todo, atinamos a subirlo al auto y lo llevamos. Tenía miedo que se muera”, contó uno de los primos de Sergio. En un video, se lo ve junto a la víctima cuando cae desplomado al piso tras recibir el disparo.
Según contó el joven desde la puerta de su casa, frente a la del asesino, “la señora (Liliana) se reía cuando el marido le disparó al primo. Ahora se hace la que está mal y pide una ambulancia. No le creo nada”.
Sobre el hecho, relató: “Eramos todos primos. Estábamos tranquilos, escuchando música. El parlante estaba adentro, no afuera, como dicen. Primero vino la mujer a pedir que baje la música, pero de mala manera lo pidió y nos dijo hijos de puta. Nosotros ya estábamos por terminar la fiesta, nos íbamos a ir a otro lado, pero mi primo no quiso y me dijo que ‘en la calle hay cada loco en las fiestas’”.
“Él (Díaz) saltó a discutir por la manera que vino a hablarnos el viejo, porque nos amenazó. Si hubiera venido a hablar bien, a decirnos que estaba cansado y si podíamos bajar la música, no pasaba nada, pero vino mal. Mi primo se enojó, a cualquiera le puede pasar”, contó.
“Disfrutó matarlo y le disparó a quemarropa. En las fotos sale con la cara de ‘yo no fui’, pero acá cuando vino a matar se reía, nos prepoteaba. Ni él ni la señora se merecen nada, porque lo está encubriendo. No se sentía mal cuando dio la nota a la mañana, y ahora sí”, agregó.